¿De la broma al amor?- NicoMaki

Capítulo 2

—¿Estás preparada, Nicocchi?— le preguntó Nozomi mientras le acariciaba los hombros en señal de apoyo.

—¡Por supuesto!— asintió Nico.—Nishikino Maki caerá a mis pies.— sentenció con orgullo.

—Esa es la actitud.— aplaudió la ojiverde.

—Recuerda, tu también tienes que acercarte a la presidenta del consejo.— señaló Nico con severidad.—Sino esto no va a funcionar.—

—No te preocupes, tengo un gran plan para acercarme a ella,— aseguró Nozomi.—Tu sólo concentrarte en acercarte a Maki-chan, ella es un objetivo difícil.—

—Tu sólo espera y verás, caerá más pronto de lo que imaginas ante mis encantos.— se jactó Nico con soberbia, Nozomi sólo rió ante eso.

—Bien, entraré yo primero,— mencionó la pelimorada.—Espera a que Maki-chan venga e invítala a salir.— le recordó el plan.

—Claro.—asintió.—Anda, entra y asegúrate de que la presidenta no venga.— la empujó por los hombros.

—¡Bien!— Nozomi se fue dejando sola a la pelinegra.

Pasaron aproximadamente unos cinco minutos cuando Nico observó aquella cabellera roja perteneciente a Maki caminar hacia la entrada de la escuela.

El plan comenzaba ahora.

—Hola, Nishikino.—Nico se acercó a la menor saludándola con una sonrisa.

—¿Que es lo que quieres, Yazawa?— interrogó Maki con el ceño fruncido. Ver a Yazawa Nico tan temprano no era precisamente una de sus cosas favoritas.

—¿Estás libre después de la escuela?— inquirió tratando de lucir amigable, lográndolo exitosamente apesar de que le había resultado muy difícil.

—Que te importa.—contestó de forma brusca tratando de pasar de largo a la mayor.

Nico ahogó un suspiro de frustración y decidió seguir con su actuación.

—¡Maki, espera!— Nico la tomó de la mano evitando que se fuera.

—¿Y a ti que mosca te picó?— Maki hizo una mueca sin saber que tenía entre manos Nico. Era muy inusual ese comportamiento, y estaba claro que no era muy de su agrado la situación.

—Sólo...—trató de verse tímida.—Sólo quería saber si querías ir a dar un paseo conmigo después de la escuela, ir a comer algún lado o hacer cualquier otra cosa, lo que más te guste.—

—¿Y porque rayos crees que yo querría ir contigo?— Maki arqueó una ceja sin saber que estaba sucediendo.

—Hagamos las paces.—

—Ya enserio, ¿que te sucede? ¿estás enferma? ¿Tienes fiebre? ¿Alguien te está controlando con un control remoto?—

Nico ahogó un montón de insultos tratando de no arruinar su gran actuación.

Quizá Maki si sería un caso más difícil de lo que pensó.

—Estoy bien...la verdad es que...— bajó la mirada y sus mejillas se sonrojaron. No había podido evitarlo, fuera broma o no, le parecía muy vergonzoso tener que "confesarse" a alguien.

—¿Qué?— inquirió Maki queriendo saber que le sucedía a la molesta pelinegra.

—La verdad es que...Tu me gustas, Maki-chan.— lo dijo de forma muy creíble, incluso ella misma se sorprendió.

—¿Estás bromeando no es así?— Maki quedó estupefacta ante lo dicho por la mayor.—Nadie va a creer eso.— mencionó tratando de volver a irse.

—¡Lo digo enserio!— exclamó Nico volviendo a tomar la mano de Maki para detenerla.

—Quemaste mi tarea, arruinaste mi cuaderno, escribiste insultos en mi asiento, pegaste mis zapatos en el casillero, metiste mangas para mayores de edad en mi mochila y luego me acusaste con los profesores, y así puedo seguir todo el día, y aún así ¿crees que voy a creer que te gusto?— replicó Maki incrédula.

—Lo hice...¡lo hice sólo para llamar tu atención!— aclaró Nico, diciendo lo primero que se le vino a la mente.

—¿Para llamar mi atención?— inquirió la menor escéptica.

—¿Has escuchado de cuando los chicos golpean y molestan a las chicas que les gusta sólo para llamar su atención? Es una lógica muy tonta, lo sé, pero estoy hablando en serio. De verdad me gustas.— repitió, logrando convencer un poco a la menor.

—No sé que fue lo que te tomaste antes de venir aquí pero es mejor que dejes de hacerlo.— Maki se liberó del agarre de la mayor.—No sé si lo que dices es verdad o no, pero quiero dejar en claro que no estoy interesada. Adiós.— Maki se fue dejando sola a la mayor quien soltó un suspiro de frustración.

Sabía que no iba a ser fácil, pero nunca imaginó que Maki iba a ser tan terca.