Lips

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Taeyong estaba escondido cerca de la entrada de sus dormitorios, después de mucho planearlo Basil iba a ir a conocer su casa, le daba miedo pero no lo suficiente además lo peor que podría pasar según, era que alguien de sus compañeros volviera a casa.
Él ya conocía su casa así que aprovechando Chuseok le invitó para estar a mano.
Ella llegó y caminó tan tranquila que parecía estar segura de lo que hacía pero al estar frente a él, soltó todo el aire de golpe.

Taeyong rió —¿nadie te siguió?

—Creo que no...— vio como le hizo una seña con la cabeza y lo siguió por una entrada de servicio con varios candados por dentro Taeyong se dedicó a ponerlos todos por orden tal cual los había encontrado.

—ya han intentado colarse por aquí, por eso tantos candados...— terminó de ponerlos y caminó por el pasillo.

Lo siguió de cerca hasta el elevador, ambos entraron y no hacían ruido.

—¿por qué no vas a casa?

—Tengo agenda... los demás no.

—¿seguro que nadie volverá?

—Creo que no, en todo caso puedes esconderte en mi habitación, allí nadie entra.

Asintió y vio los botones del elevador iluminarse cada que pasaban uno de los pisos. Hasta que las puertas se abrieron y había otro pasillo, caminaron había varias puertas y metió el código en la segunda de la derecha.

Entraron y había un armario enorme de zapatos cerca de la entrada, se asomó curiosa mientras Taeyong le entregaba unos zapatos parecidos a calcetines calientes.

Decir que no estaba emocionada era mentir, cuantas veces vio ese lugar en los lives, pero no era lo mismo ver el lugar a diferentes perspectivas a estar allí.
La sala, cocina y puertas misteriosas, quería verlo todo.

—wow— se recargó en el sofá pensando que decir —No pensé que llegaría tan lejos.

—Yo tampoco... de verdad que no.

—¿que es lo que más te gusta de vivir aquí?

—No lo sé... quizá que es parte de lo que me ayudará a cumplir mis sueños luego.

—¿tu sueño no era ser artista?

—No exactamente.

—¿cual es tu sueño?

—una pastelería, una donde vendan todo tipo de pastelillos, como esas que vi en París la última vez.

—No lo hubiera imaginado— le sonrió — pero es un sueño increíble... me encanta.

Taeyong se dejó caer en el sofá...— ¿quieres que hagamos algo?

Basil asintió — hagamos lo que quieras.

—No hago muchas cosas en casa, pero ¿qué tal ver una película?

—claro— en lo que Tae encendía todo en la sala ella se detuvo a ver unos estantes llenos de cosas, no se imaginaba lo caótico de vivir 5 personas juntas.

—ve a la cocina, revisa lo qué hay de botanas y toma lo que quieras... hay muchas cosas pero no es que coman eso diario, no notarán que algo falta.

—Está bien— caminó a la cocina y en los estantes había comida de todo tipo, dulce, salada, ácida... —Y ni siquiera comen.

—no es que no quieran— la interrumpió haciéndola dar un brinco— todo se les antoja pero no pueden excederse.

Asintió y salió con un plato con palomitas con dulces, le importaba poco si lo dulce y lo salado estaba junto Taeyong solo veía con un poco de desagrado.

Se sentaron y siguió buscar algo que ver, hasta que solo pusieron aleatorio.

Basil observaba con atención la pantalla y Taeyong igual, era una película de terror así que en varias escenas cerraban los ojos, hasta que ambos dieron un grito agudo que los hizo reír.

Taeyong sintió algo cuando se vieron a los ojos fijamente, fue como si en ese momento todo se escuchara lejos, y sí, aunque dieron su primer beso antes...la verdad no lo recordaba por ser tan espontáneo, se acercó y cerró los ojos esperando no estar malinterpretado nada, no lo hacía, simplemente quería ser quien diera un paso delante esta vez.
Y ella solo le siguió de la misma manera, mentiría si dijera que no le asustaba besar a su mayor ídolo, no es que le mirara de forma romántica o que estuviera esperanzada a salir con él.

Pero en esos meses le había vuelto a robar el corazón más allá de idolatrar, no fue Taeyong, fue Lee Taeyong la persona detrás de su personaje perfecto de artista.

Había un sabor a dulce y salado en sus bocas aunque no habían comido tanto, agradecían no haber comido más palomitas o se sentirían apenados de que su boca tuviera restos de comida.

La película siguió su curso, mientras ellos actuaban como adolescentes besándose con la luz apagada toda la tarde prácticamente. Era como cuando estar muy deseoso de besar a alguien que una vez que ocurre no puedes parar.
Sus labios se movían pero ni siquiera era incómodo.

No fueron capaces de oír que llamaban a la puerta, y es que Mark había olvidado unas cosas importantes en su habitación, sabiendo que Lee estaría allí prefirió golpear la puerta, pero sin respuesta, así que entró tecleando el código, y se sorprendió de ver zapatos ajenos además de el ruido de la película, unos pasos más y podía ver lo que pasaba.
Se sonrojó y encendió la luz.

Ambos dieron un brinco pero más Taeyong quien no esperaba ver a nadie.

—¿que sucede?— preguntó Lee menor con los ojos un poco más abiertos.

—Nada— respondió y se levantó— ella es...

—Soy SooHyun...— hizo una reverencia al igual que el menor.

siguió a su habitación y Taeyong fue detrás.

—No quiero una explicación Lee— dijo sin voltearse.

—No iba a dártela... sólo quiero pedirte un favor.

—¿qué cosa?

—Que no le digas a nadie ni a Taeil esta vez.

—¿por qué lo haría?— se dio la vuelta recargándose en su escritorio — Quién está haciendo mal eres tú, si te descubren, el único perjudicado eres tú.
No debería importarme, y tampoco creo que no sepas que estás haciendo, no eres un niño al cual debamos cuidar.
Además pudo llegar cualquiera, piensa.

—Gracias.

—De nada— le sonrió— ahora vete que ella espera...

—sí.

—Debí suponer que la volvería a ver, ya sabes desde lo de la tienda...

—¿alguna vez te gustó una fan?

—Hasta ahora no— tomó sus cosas— pero no lo descarto, el amor puede venir de forma inesperada. Pero espero me toque una menos complicada.

You got a message! ♡ (NCT TaeYong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora