ʀᴇᴄʜᴀᴢᴀᴅᴀ [ᴘᴀᴜʟ ʟᴀʜᴏᴛᴇ]

Moonlight.

Desperté y aun estaba el lobo ahí dormido, me levante con cuidado de no despertarlo, pero fue inútil pues el lobo se despertó y se acerco a mi.

—¿Aun eres el lobo? – el asintió. – perdón por despertarte tan temprano, ¿quieres pastel? – el movió la cola, parecía feliz por mi pregunta. – bien, iré por el mientras sal de fase, afortunadamente compre ropa de chico de tu talla, esta en aquel cajón, cámbiate.

Salí de la habitación y fui a la cocina, solo corte mi rebanada y subí con el pastel y un plato, pues estaba segura que ese lobo comía aun mas que los chicos, entre a mi habitación y dios la ropa que le compre le quedaba perfecta, el voltio a verme y sonrió, estaba por derretirme con su hermosa sonrisa pero un ronquido de Embry rompió el momento, me acerque a Paul y le di el pastel, el lo tomo, pero lo dejo en mi escritorio se acerco a mi y empezó a olerme como acostumbra, me empezó a dar cosquillas y empecé a reír, el se alejo y devoró el pastel de un par de bocados.

—¿Estas bien? – me pregunto, lo mire y fruncí mi ceño. – Te siento pensativa.
—Solo pensaba en porque el no acepta que soy su impronta. – me acerque al lobo y me senté a su lado recargue mi cabeza en su hombro. – Daria mi vida por el, pero mi abuela dijo que si el no me amaba debía estar entonces con el mate que me ama. – el gruño y me sentí bien al ver que el se ponía celoso.
—El es un idiota. – Lo mire. – Si fuera por mi lo controlaría todo el tiempo para estar a tu lado, eres mi todo aunque yo no se eso de las brujas pero estoy seguro que si Paul fuera un mago tu serias su hilo rojo o mejor aun si el fuera como tu un ser con tres genes diferentes serias su Luna.
—Eso seria mi sueño hecho realidad. – el me sonrió y beso mi frente. - ¿Qué debería hacer?
—Bueno, le estas pidiendo consejos a un lobo. – reí por su comentario. – Pero si yo fuera el idiota que te esta ignorando, le daría celos con alguien, además estoy en el interior del idiota y se que le molesta que estés con ese imbécil. – volteo a ver a Embry. - si el no quiere ser tuyo por las buenas lo será por las malas, además no seria bueno que le des celos con uno de sus hermanos, deberías intentarlo con un idiota de la escuela. – el miro mi reloj y vio que eran las 8:45 a.m. – Bueno creo que debo despedirme de ti.
—¿Cuánto tiempo lo puedes controlar?
—Mientras el duerma, pero el despierta a las 9:00 a.m. por ordenes del alfa.
—Esta bien. – Lo abrace para despedirme, pero ahora era yo quien aspiraba el olor de Paul, era delicioso y me traía nostalgia olía a bosque y tierra mojada. – Te voy a extrañar.
—Y yo a ti, pero haz tu plan aunque en la noche tendrás sesión de abrazos y lamidas, no me gustara que huelas a alguien que no soy yo.
—El lobito esta celoso.
—Por ti siempre.

Se acerco a mi y me beso con suavidad. Estaba perpleja, pero cerré mis ojos y me deje llevar, sentía que fuegos artificiales explotaban en mi pecho y un extraño hormigueo recorría todo mi cuerpo. Los labios de Paul acariciaban los míos con ternura y cuando se separo de mi, me sentía tan débil, así que para no caer me apoye en su pecho.

—Me alegro saber que fui el primero.
—Y espero que el ultimo. – dije en susurro.
—Debo irme. – me levante y me senté en la silla del escritorio. – Pero antes de eso.

Paul se acercaba nuevamente a mi, pero tomo aire antes de que nuestros labios volvieran a juntarse. Sus labios saben a chocolate. Su contacto es suave, pero luego, es como si el necesitara mas, se apoyo contra mi y me beso con ansiedad. Sus labios son cálidos y suaves, dios siento que Paul va a hacer que me derrita, el se alejo de mi y antes de irse me vio.

—Me encanta ver que yo puedo hacerte un filete de carne viviente. – salió por la ventana.

Me empecé a reír por lo que había dicho, los chicos suelen decir " un tomate viviente", pero el había dicho "filete viviente" me gustaba saber que ese lobo era original y no como los demás que suelen decir lo mismo de siempre. Me toque la cara y dios estaba muy caliente, me acerque a la ventana para que me bajara el calor y de paso el color de mi rostro cambiara. Bernal despertó y le di su formula, me encantaba que Embry tuviera el sueño pesado sino Paul no podría venir, baje para prepararle el desayuno a papá el cual ya se escuchaba que se estaba alistando.