Ggukie ;; Jikook

¡Tae!

Hace un momento llegaron a casa, listos para cambiarse y llevar algunas cosas para la visita.

Jungkook subió las escaleras directo a su cuarto al igual que su mamá para cambiarse. Este decidió ir al baño primero a arreglarse para la buena tarde que tendría junto a su hyungs.

Poco después, con la toalla envuelto en su pequeño cuerpo decide escoger la ropa que se pondría, va hacia su armario y  escoge un polo tallas más grande junto a unos shorts cortos por el calor que empezaba a hacer.

Rápidamente coloca algunos juguetes que tenía en su maleta, quería mostrar la colección de marvel que su mami le había regalado por su cumpleaños, a Jimin.

Listo para salir de su cuarto, se fija en su mesita de noche que estaba en la esquina de su cama, un ganchito de cereza, que Tae le había regalado diciendo que se veía bonito con ese accesorio, decide ponérselo. Fijándose en el espejo que tenía.

—¡Yo mismo me enamoro de mí!

Soltó de repente, arrugando su naricita y aplaudiendo. Por alguna razón quería verse bonito.

De pronto escucha el llamado de su mamá desde el primer piso, así que baja rápidamente las escaleras con la maleta en sus manos y una gran sonrisa en su rostro.

—¿Dónde está mami?—se preguntó cuando llegó a la sala, buscándola con la mirada.

—¡Aquí cariño!—escuchó decir a su mamá quien estaba haciendo una llamada por celular, casi cerca a la cocina.

Apresuró sus pasos para ir hacia ella y preguntarle entre susurros con quién era la llamada porque estaba muy contenta.

—Pasaré por tu casa junto a Jungkookie para recogerlo, lo cuidaremos muy bien a Taehyung no te preocupes Irene—soltó una risita para dar ánimo a su amiga a través de la llamada.—¡Ten un bonito día, te quiero!—terminó de decir para colgar.

Ahora fijándose a su pequeño azabache quién hacia señas de confusión, para saber con quién hablaba.

—Era la mamá de Tae—ella llevó sus manos a la cabellera castaña de su pequeño y dió suaves toques—estás más bonito hoy Jungkookie, ¿por qué será?—preguntó la mayor moviendo sus cejas, intento de fastidiar a su único hijo y recibiendo colores carmín los cachetes de este.

—¡Mami! deja de molestarme, yo siempre me veo bonito—fruncio el ceño, para aprovechar y desviar su mirada para tapar los colores rosados en su cachete con sus manos pequeñas.

—Okay, ya no te fastidio, ven aquí—movió los cachetes contrarios para aplastarlos suavemente.—Te daré muchos besitos, acércate más—ahora empezó a dejarle besitos en su cara.

—¡Yaaa mami!—se quejó moviéndose en su sitio—Yo también te daré besitos con mucha baba.—empezó así a dejar besos a su mamá. Ambos soltando risitas.

Después del cómodo momento, Seulgi decide cargar a su pequeño en brazos para ir hacia su auto estacionado afuera.

Antes de subir al auto, Seulgi decide hacer una llamada para el delivery que harían por la pizza.

—Buenas—empezó a hablar—la dirección, le mandaré por mensaje, sip..., okay gracias.—se despidió y arregló su cinturón de seguridad para ella y Jungkook.—La pizza llegará dentro de pocos minutos a la casa de los Park, googie—sonrió tecleando su celular y luego mirar a su menor—Primero iremos dónde Tae y luego a la casa de Jimin, ¿okay?—recibió un asentimiento del menor quién se encontraba en los asientos de atrás.

Es así como el auto arrancó directo a la casa de Tae que quedaba casi cerca a la suya, solo por la otra esquina de la otra cuadra.

Estacionó el auto afuera de los Kim y ambos bajaron a tocar la puerta.