【AtsuHina Fever Week ²⁰²¹】

»ғɪᴠᴇ«

𝐑𝐄𝐂𝐎𝐌𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎: leer en modo oscuro y no tomarse de forma ofensiva ningún vocabulario que use.

𝐒𝐎𝐋𝐈𝐂𝐈𝐓𝐎: celebrar que sus rezos por Atsumu al fin fueron escuchados.

𝐍𝐎𝐓𝐀: Atsumu es MUY afortunado.

Todo empezó una mañana cualquiera.

Los pájaros cantaban, el sol brillaba y Osamu seguía hablando de todo lo que debían comprar en el supermercado para abastecerse por el mes; no es como si Atsumu le estuviese estado escuchando de todos modos.

Mientras el gemelo menor llevaba un muy específico itinerario acerca de qué producto conseguir en qué lugar y se peleaba con distintas mujeres de mediana edad para conseguir algunos artículos de almacén, Atsumu solo empujaba el carrito de compras completamente aburrido mientras revisaba su inicio de Instagram.

Pasó historias a la velocidad de la luz solo deteniéndose en las de algún amigo cercano o influencer mientras que de vez en cuando gritaba un '¡Dale con el bolso, Samu!' sin mover un dedo para ayudarlo a obtener el último paquete de algas premium el cual disputaba con otras dos mujeres más.

Rodó los ojos con molestia. No entendía por qué seguía insistiendo en comprar productos de calidad solo para comer en la cena; para su sentido del gusto todos sabían igual.

Entonces por el rabillo del ojo vió un manchón color naranja en la pantalla de su celurar y tomándolo con ambas manos regresó las historias hasta llegar a la que estaba buscando.

Hinata Shouyo, más conocido como Ninja Shouyo, era un famosísimo atleta dedicado al voley de playa. Sonrisa hermosa, bronceado perfecto, un cuerpo para morirse y más; Atsumu literalmente babeaba por él en cada foto que subía a las redes sociales e incluso tenía cuentas stan dedicadas a apreciar al pelinaranja.

Actualmente sabía su carta astral, podía adivinar su comida favorita, e incluso creía saber cuál era su color favorito; todo por solo seguirlo día y noche mediante internet.

Dame un tipo intenso. No, no tanto.

Observó nuevamente la imagen a la pantalla y se llevó el celular al pecho en un intento de calmar su corazón. En su historia más reciente, a Shouyo se le veía de espaldas a la cámara mientras observaba el paisaje nocturno de São Paulo.

Atsumu mordió su labio intentando no sonreír como estúpido.

(*la audiencia comienza a sentir vergüenza ajena.*)

Su celular vibró con un mensaje de Suna diciendo alguna tontería, seguramente preguntando acerca de si Osamu iba ganando su batalla por el alga premium.

Suspiró cuando su celular comenzó a trabarse como cada vez que abría Instagram y se armó de calma mientras volvía a mirar a su hermano discutir ahora con los esposos de dichas mujeres y salir victorioso con el último paquete super raro en sus manos.