Harry había pasado la tarde acurrucado en el pecho de Louis. Amaba estar ahí, era su lugar favorito, en donde siempre lograba sentirse seguro.
Faltaba un día para su cumpleaños y Louis había adelantado su regalo; había puesto sus tatuajes como fondo en sus canciones de Spotify. Harry aún no podía creer que Louis hubiera hecho eso por él, lo había conmovido muchísimo, puede que incluso hubiese llorado.
Después de que Louis le mostrara los fondos, Harry no se separó de él en toda la tarde. Primero, se lo comió a besos, para después quedarse en su pecho viendo películas toda la tarde mientras que el castaño acariciaba sus rizos y ocasionalmente dejaba besos en ellos.
Y es que para Harry esa era la definición de un día perfecto: un día acurrucado con el amor de su vida. Si pudiera, Harry pasaría el resto de su vida de esa manera.
Tristemente no se podía, y cuando la medianoche se acercó Louis le dijo que tenía que levantarse un momento, Harry se había quejado, pero cuando Louis le dijo que si se orinaba encima él sería el encargado de limpiar se levantó como un resorte.
Mientras Louis se levantaba al baño, Harry siguió viendo la película, su ceño estaba ligeramente fruncido, pues las caricias que lo habían acompañando durante todo el día no estaban.
Los minutos pasaban y a Harry se le hacía un poco extraño el tiempo que Louis había pasado dentro del baño, porque nunca llegaba a ser tanto. Cuando estaba pensando en ir a preguntarle si todo estaba bien, lo vio salir de la habitación.
—¿Está todo bien? —Louis tenía la mirada clavada en el piso y Harry comenzaba a preocuparse.
—Sí, sí. — Louis rascó su nuca.— Es solo que yo... bueno, es que yo...
—¿Qué pasa Lou? ¿Estás bien?
—Tapé el baño, Harry. ¿Puedes venir?
Harry soltó una carcajada y solo asintió. Louis se acercó a él y tomó su mano. Ambos comenzaron a caminar y al llegar a la puerta de la habitación, Louis se giró hacia él.
—Cierra los ojos.
—¿Por qué?
—Eh, me da pena que veas el baño.
—Lou, lo voy a destapar yo...
—Por Dios santo, Harold. Cierra los ojos. —ambos estaban riendo, sus manos seguían entrelazadas. Harry notó que las manos de Louis estaban ligeramente sudadas, lo cual le extrañó un poco. Aún así, obedeció y cerró los ojos.
Harry escuchó la puerta abrirse y luego sintió como Louis tiraba de él. Cerró la puerta y susurró.
—¿Harry?
—¿Sí?
—No hay ningún baño tapado, abre los ojos. —Harry volvió a fruncir el ceño pero obedeció, cuando sus ojos se abrieron su expresión cambió rápidamente. Sobre la cama, habían unas cajas de regalo, y justo en el medio de esta había una carta. —¡Sorpresa! Feliz cumpleaños, amor. Espero que te guste, creo que sí es lo que querías, Niall me ayudó un poco pero...
—Oh, Lou. —Harry lo interrumpió, tenía una preciosa sonrisa dibujada en el rostro y Louis pensó que daría lo que fuera por ver esa sonrisa todo el tiempo. —Es perfecto. Muchísimas gracias
Harry comenzó a abrir sus regalos. Su sonrisa solo se ensanchaba más y no paraba de agradecer y de besar a Louis en la mejilla cada que abría un regalo. Louis le había comprado algunos trajes y un anillo. También le había obsequiado una caja llena de sus dulces favoritos. Después de abrir los regalos, Harry se fijó en la carta.
La carta se encontraba en un folder con su nombre. Tenía una foto suya pegada en el centro, foto que Louis había tomado el día de su cumpleaños 17. En la foto, se podía ver a Harry con una carta que Louis le había dado ese día. Harry sonrío al recordar el momento y comenzó a leer la carta.
"Para mi niño hermoso.
Harry:Te conocí cuando te veías como en esta foto. Han cambiado muchísimas cosas desde entonces. Hace diez años no teníamos idea de lo que nos deparaba para el futuro, de todo lo que tendríamos que pasar para estar juntos. Pero lo logramos.
No te lo digo muy seguido, pero te admiro y siempre lo he hecho. El niño de la foto tuvo que pasar por muchísimas cosas para llegar a ser el adulto que hoy está leyendo esta carta. Cosas que no fueron nada fáciles, pero que a pesar de todo lograron ser superadas.
Harry, me llenas de orgullo. En estos diez años has crecido muchísimo. Te convertiste en una persona segura de sí misma a la cual no le importa lo que los demás piensen de él. Amo tu seguridad y amo lo mucho que brillas con ella.
Porque tú brillas, Harry. Siempre brillas. Eres luz y me llena de felicidad decir que eres la luz de mi vida. No sé qué haría sin ti, no sé dónde estaría sin ti.
Soy todo lo que soy por ti. Eres quien me motiva a seguir, eres la respuesta a todas mis preguntas. Quisiera poder expresarte lo mucho que te amo, pero es que ni siquiera tengo las palabras para externarlo.
Eres el amor de mi vida, Harry Styles. Eres mi ancla, eres la persona que me hace sentir fuerte, eres la luz al final del camino, eres lo primero que pienso al despertar y lo último que pienso al quedarme dormido.
Todos los días agradezco tenerte, porque eres lo más importante para mi. No necesito ni quiero a nadie más.
Quiero pasar el resto de mi vida junto a ti. Quiero despertar abrazándote todos los días de mi vida. Quiero celebrar muchos más cumpleaños contigo y quiero darte más cartas como ésta.
Mi bebé, espero que tengas el mejor de los cumpleaños y espero que sea un año lleno de felicidad para ti.
Te amo con todo mi corazón.
Siempre tuyo, Louis"Al terminar de leer la carta, Harry se lanzó a los brazos de Louis. Habían lágrimas corriendo por sus mejillas que no tardaron en ser secadas por el mayor.
—No quería hacerte llorar, lo siento.
—Es de felicidad, Lou. — Harry seguía fuertemente abrazado a Louis —Estoy muy feliz de que estés en mi vida.
—Somos dos. —Louis dejó besos en el mentón de Harry y luego subió a sus brazos. Lo besó lentamente y con muchísima delicadeza, como si corriera el riesgo de lastimarlo. —Feliz cumpleaños, mi amor.
Y así fue como ambos se quedaron refugiados en los brazos del otro, con la certeza de que pasarían muchísimos más cumpleaños de esa manera.