Mire el reloj una ultima vez y sali corriendo dirigiendome hacia el auto donde mi madre me esperaba. Me subi y ella acelaro dirigiendose a la escuela; cuando llegue me baje deprisa, me despedi de mi madre y entre a la escuela, a lo lejos pude ver a dos personas conocidas. Eran Mia y America. Se acercaron a mi sonriendo.
-Hola -dijo Mia.
-Hola -respondi.
Hubo un momento en silencio hasta que una mujer de edad adulta se acerco a nosotras.
-Chicas dirijanse al auditorio -dijo.
-Uh... claro.
Caminamos hacia el auditorio, como era el primer dia de clases hicieron su tipica ceremonia de bienvenida, una vez terminada nos pidieron regresar a nuestros salones. Todos en mi grupo parecian distraidos, nerviosos... en cambio yo estaba relajada y divertida por sus expresiones. Justo cuando creí que todos se volverian locos entro una mujer con una bolsa estilo portafolio.
-Buenos días chicos -dijo.
Todos se pusieron de pie y respondieron a la mujer, supuse que era una de nuestras nuevas maestras.
-Mi nombre es Lucia y sere su maestra de español.
Nos hizo presentarnos a cada uno ante el grupo, habia muchas personas que no conocia y me sirvio la presentacion para tener en claro sus nombres, en cada clase fue lo mismo, nos presentamos pero aun habia muchos nombres que no me quedaban en claro. A la hora del receso estuve con Mia, como siempre.
- ¿Y bien? ¿Alguien interesante? -dijo curiosa.
-No -dije sin expresion
-En esta escuela no hay chicos guapos Abby.
-Lo se- dije con risas.
-es secundaria en algun momento nos enamoraremos e iremos a fiestas y esas cosas. -Mia
-Si, pero apenas es el primer dia, ahora no pienses en eso -dije un poco divertida.
El resto del dia fue absolutamente aburrido, creo que tendria que acostumbrarme a eso. Mire el reloj tantas veces que perdi la cuenta. Cuando por fin marcaron las 2:00 sali corriendo a la entrada donde mi padre me esperaba. Cuando llegue a mi casa me encerre en mi cuarto y me hundi en mis pensamientos hasta que termine dormida.
A la mañana siguiente desperte y mire el reloj, sali disparada al baño, tome una ducha rapida y me aliste para ir a la escuela; como todas las mañanas mi madres me esperaba en el estacionamiento. Aparco en la acera frente a la escuela y me baje deprisa.
No fue ese día hasta que lo vi; parado frente a mi. Un chico alto, tez morena clara, cabello oscuro y ojos calidos marrones; me miro por un momento, me estremeci. Habia algo en él que me resultaba familiar, no era posible que lo hubiera visto antes pero habia algo en él que despertaba mi curiosidad, no estaba segura de que era, pero fuese lo que fuese lo averiguaria.
-Hey! -grito Mia desde el otro extremo del pasillo. Voltee y le di una sonrisa.
- ¿Que pasa? Te ves nerviosa -dijo.
-No pasa nada -dije.
Ambas caminamos hacia nuestro salon. En toda la clase no pude concentrarme, solo pensaba en él, ¿Cual era su nombre? ¿Por qué no podia dejar de mirarlo? Un papel volo y cayo sobre mi escritorio, lo abri y escribi mi respuesta lanzandolo de nuevo a su remitente.
Chica presta atencion, ¿en que piensas?
Nada que importe.
Santo cielo, no has dejado de ver a ese chico.
