prólogo

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Sentado en una silla de cierto negro, un pelinegro, con un traje negro muy impecable, una copa en su mano derecha, con pequeños cubos de hielo y vino, con su mirada clavada en el escritorio café, que tenía esparcido por todo el escritorio fotos de un chico atractivo de cabello azabache de unos 29 años, con tres tipos de hombres diferente, sonrió amargamente.

Resultó que el hombre al cual amo con todo su corazon le es infiel desde hace diez años, prácticamente al inicio de su casamiento y dice amo por que es claro que ya no lo hace, es más lo odia, lo repudia, ¿Como pudo haberle echo eso? él nunca le dio motivos o eso creía. Siempre lo cuido, lo mimo, le dio todo lo que quiso, pero al parecer estaba muy equivocado, soltó lágrimas, mientras escuchaba  aquella melodía, esa que  decía todo lo que le quiere decir a su omega, en este momento no está en casa, esta con su amante, no sabe con cual de los tres, pero ya que no le importa en lo absoluto.

A tomado una decisión y obvio es la más sensata de todas. Le dejaría esta mansión , le pediría el divorcio y tomaría la custodia total de su pequeño, cuestele lo que le cueste.

Esta es una nueva historia espero que les guste, perdón si hay errores de ortografía.
Un fundashi se despide.
Chau.

꒒꒒ꏂꍌꋬꇙ꓄ꏂ ꓄úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora