Todos en algún momento hemos querido desaparecer de nuestra realidad, cambiar con una varita mágica nuestro mundo o las personas que nos rodean, irnos lejos donde nadie nos conozca o nos pueda encontrar, todos hemos pasado por algo así y es inútil negarlo.
Aunque la sociedad nos repita continuamente lo afortunados que estamos en vivir la época en la que estamos, que según ellos todo es fácil y todo lo tenemos a portada de mano... ¿Por qué nos resulta tan difícil? He conocido personas que se drogan, que piensan siempre en el alcohol, que tratan de suicidarse o se autolesionan, personas con depresión, ansiedad, ataques de pánico, y la mayoría puedo afirmar que son adolescentes o jóvenes adultos. Si es tan fácil como todos nos dicen, ¿por qué tenemos que pasar continuamente por todas estas cosas?
Desde que crecemos nos enseñan las cosas simples de la vida, como ir en bicicleta o practicar algún deporte, en la escuela nos enseñan álgebra, encontrar el valor a x, cuando y donde nació una persona significativa en nuestra historia, pero al final, no nos enseñan a enfrentar el mundo.
Estamos siempre tan desprevenidos a la situación que deberían ser comunes, pero nunca nadie se ha sentado conmigo y me ha explicado bien el significado de la política y el porqué de sus ideales, nunca me han dicho como se pagan los servicios o los impuestos, o a qué temperatura tengo que lavar la ropa de lana para que no se encoja, no sé como hacer respetar mis opiniones, o como defenderme de un pervertido que me dice cosas incómodas mientras voy caminando por la calle.
Por qué nunca nadie me ha explicado el verdadero motivo del cuál siempre existieron injusticias en el mundo, porqué las personas de piel oscura siempre fueron tratados como exclavos, los indios fueron matados, las mujeres calladas, y los líderes llenos de egocentrismo. Por qué aún hoy en día cada vez que enciendo la televisión y escucho las noticias son siempre tan repetitivas: feminicidios, actos racistas, homofobia, manifestaciones, desastres ambientales.
¿Estamos creciendo en un mundo nuevo o viendo cómo éste muere cada día?
No tengo la mínima idea de cómo será mi futuro, aunque siendo sincera no tengo grandes expectativas, y no lo digo porque quiero ser negativa, sino qué no tengo nada que esperarme de un mundo que cada día se está pudriéndose . Tengo siempre la extraña sensación de que no llegaré a anciana o que no viviré durante mucho tiempo, no sé ni siquiera si en verdad quiero tener hijos, ¿para qué? ¿Qué tipo de vida tendrían? ¿En qué mundo crecerían ellos?
A veces tengo miedo al pensar, qué algún día me levante de mi cama y ver como mi vida es tan distinta a como hubiera querido cuándo era una niña llena de sueños e ilusiones, tenía tantas metas, tantas cosas por hacer; pero me encuentro a mis 20 años con pensamientos tan básicos que siempre odié. Pienso solo en trabajar, poder ganar lo suficiente para sobrevivir. No pienso en viajes, en experiencias, en estudiar. Me he convertido en lo que siempre odié.
Nunca me enseñaron que las personas que más aman son las que te lastiman, y no a las que supuestamente te odian. Las personas que aman te lastiman porque te mienten, te decepcionan, te engañan, dicen palabras dolorosas, te destruyen. Y llega un punto de tu vida, que sabes perfectamente que para levantarte, no necesitas a nadie, solo a ti mismo. No necesitas que alguien extienda su mano, o se acueste a tu lado; para poder estar en paz, tienes que estar en armonía contigo mismo, solo así entenderás que para avanzar, tienes que levantarte las mangas, sacudir tus rodillas, y caminar con la mirada alzada.
No podemos cambiar nuestra realidad, aunque tratemos de mil maneras de hacerlo. Y si queremos un cambio, no lo vamos a conseguir quedándonos sentados a esperar, nosotros tenemos que buscarlo.