· · 𝐉𝐚𝐲 | Una hora de clases tranquila se vio interrumpida cuando un omega entró en celo, captando la atención de los alfas a su alrededor. Sin embargo, un gruñido los sacó de su ensoñación. Cuando volvieron a enfocarse en su objetivo, ya era d...
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Jongseong hacía muecas de incomodidad al tener que escuchar a aquel alfa que no dejaba de insistirle por una cita. Ya pasó un mes desde que ese chico empezó a insistir para iniciar un cortejo. Seamos sinceros, al omega no le iba el meterse en una relación con alfas machos. Los consideraba demasiado tontos, tal vez peores que un hombre promedio de la sociedad no licántropa. Si esos ya eran unos hijos de puta, los alfas eran peores.
Sus muecas de incomodidad pasaron de un momento a otro a ser de dolor. Su temperatura había subido repentinamente y sus mejillas se sonrojaron de un rojo no tan intenso. Sí, había entrado en celo de una manera muy repentina. Esto llamó la atención del chico a su lado que lo vio como una oportunidad para hacer doblegar al omega para él.
— Acabas de entrar en celo. Estás de suerte, cariño. Alfa está aquí para ayudarte.
Jay gruñó al escuchar aquellas palabras "seductoras" provenientes de ese alfa sin neuronas. Le dio un manotazo cuando vio que este quería acercar su mano a su muslo. Se levantó de inmediato, tomó su mochila y salió corriendo de ese lugar, haciendo oídos sordos a los gritos del alfa.
Le estaba rezando a todos los santos para que sus piernas no flaquearan mientras corría hacia la enfermería en busca de un supresor. No pensaba pedir el resto del día en la dirección porque no quería llegar a su casa en ese estado y que sus abuelos le dijeran hasta de lo que se iba a morir por ser un "omega inútil", como siempre le llamaban.
Mientras corría, pasó justo al lado del salón de su siguiente clase, literatura, donde ya se estaban dando clases. Sin darse cuenta, chocó con un cuerpo más pequeño que el suyo, que lo sostuvo de la cintura para evitar que cayera al suelo. Miró a la persona, encontrándose enseguida a una chica que gruñó de inmediato al percibir el fuerte olor. Jongseong temió un momento, queriendo soltarse del agarre de la de cabellos cortos, pero no pudo por el gruñido que salió de la boca de la alfa, haciendo que se quedara quieto en su sitio, obedeciendo de inmediato.
— Quédate quieto — le mandó, acercándose a su cuello y mostrando sus colmillos de alfa. El omega, aún estático, se repetía en la cabeza con nervios que no sucediera lo que estaba pensando. Abrió sus ojos en grande al sentir los colmillos contrarios enterrarse en su piel bronceada. Esa alfa... esa alfa lo había marcado delante de toda la clase de literatura.
Así fue como Park Jongseong fue marcado por la "Alfa defectuosa" de su colegio.
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Harlett, Heeseung y Jay se encontraban esperando que pasaran a recogerlos. Jay estaba con los dos alfas debido a que le tocaba trabajar en grupo con su no alfa. Intentó protestar para bajarle a su emoción, pero el profesor simplemente no se lo permitió.
