[12]

15 4 0
                                    


“Apenado” es poco, estaba más que sonrojado y Jungkook lo notó, y lo entendió evidentemente si él se encontrará en su situación, estaría igual que Jimin, pues no es fácil que tu novio te vea en esas circunstancias.

—Jimin está bien..n-no te avergüenzes– tartamudeo un poco por lo avergonzado que estaba, sus mejillas se habían puesto de un leve color carmesí.

Y cuando Jimin vió que su novio estaba apenado por algo que a EL le había sucedido, sus ojos empezaron a brillar por exceso de agua, tan solo al parpadear sintió un leve rozón entre aquella fina gota de agua y su regordeta mejilla.

Jungkook al verlo sintió un fuerte atoron en su garganta, como si tuviera algo que le impidiera pasar saliva.

—Lo siento..yo no k-quería que pasará– se disculpo, agachando su mirada.

—Oh..no,no Jimin está bien– dudo en confesarse pero se dispuso —A mi también me pasa.

Y rápidamente Jimin miro a su novio igual de rojo que antes pero está vez con una  hermosa sonrisa.

—¿E-en serio?.

—Si, es algo natural..supongo.

¿De que le servía? Eso ya lo sabía, lo que quería saber no lo sabía.

—¿Y como haces para que no esté así?.

—Mmm..– tardo un poco, pero finalmente encontró una solución menos descabellada de las demás —Puedes bañarte.

Velozmente y sin ningún tipo de juicio Jimin, gritó entusiasmado un “Si” y barrio a Jungkook asta la puerta, abrazándolo. Levantó su mano sacudiendo con entusiasmo frente al rostro de su novio, antes que algo...

—Gracias, adiós..te amó– y cerró.

Dejando afuera de su casa a un kooki avergonzado, confundido, sonrojado y desde luego traumatizado asimilando con detenimiento lo sucedido, ERA LA PRIMERA VEZ QUE JIMIN LE DEDICABA UN “TE AMO”y también fue la primera vez que vió a su novio en dichas circunstancias.

Jimin corrió a su cuarto y se desnudo rápidamente, entrando a paso veloz a la ducha, dándole vuelta a la manija importandole un carajo cuan frío o caliente se ponía el agua.

*

Su vista estampó contra las estrellas artificiales que el mismo con ayuda de sus amigos pintaron en hace algunos meses atrás..su mente ni siquiera fue a parar en aquellos recuerdos, ni siquiera pensó en lo molesto que fue pintarse sus mejillas de la fosforiloca pintura y como sus amigos se burlaban de él por que intentaba mostrarse molesto y lo único que obtenía era un perfecto aspecto adorable, simplemente no pensaba en nada..

Después de media hora perdida, una media hora en la que Jimin se congeló..finalmente desvío su mirada al baño y se levantó con dirección a aquella cuadriculada zona, con la intención de hacer su rutina de siempre, sin pensar racialmente lo aburrida que se había vuelto.

Salió de la ducha portando una bata blanca y cabello húmedo, se adentro al armario y se paró frente al espejo dudoso, se sacó la bata, mirando con repugnancia y vergüenza el cuerpo reflejado, sin pensarlo dos veces se volvió a tapar y rebuscó entre su ropa algo que pueda usar para aquella rutinaria mañana de clases.

Ya vestido, cogió su mochila y salió de su casa con escasas ganas de caminar o hacer algo, se sentía agotado, sin fuerza, con ganas de hacer nada.

Al llegar solo se fue al jardín trasero y se sentó en el césped como hacía cualquier estudiante que se hallaba en las afueras del instituto para despejarse o por lo menos tomar aire y agarrar valor para pasar con exactitud siete alocadas, desesperantes y aburridas horas con los salvajes de sus compañeros.

Al instante sintió dos grandes manos cubrirle los ojos e impulsar lo hacía atrás para que su espalda cayera en el césped, quedando tirado boca arriba, al abrir los ojos supo quién era, y entonces sabía que se le tiraría en sima con todo y mochila, y lo revolcaría en el verdoso pasto con un apretado abrazo dando señal de saludo.

—Chimiiii..!!– saludo alegre con su ya conocida y reluciente sonrisa cuadrada.

—Tae~..– se quejó levemente entre risas, pues su extrovertido amigo ya se encontraba en los suelos verdosos, extendido bajo un acolchonable Jimin.

—No– advirtió Jimin con diversión, abriendo sus ojos por el susto.

—¡Si!– respondió con entusiasmo y diversión al ver cómo su amigo intentaba escapar pero solo lograba un total fracaso, pues Taehyung lo retenía con su peso.

—¡¡Aaaahh!!...

Y sin perder más tiempo Taehyung empezó a revolcarse en el cuidado pasto sin dejar de envolver a una pequeña criatura entre sus brazos evitando la huida de esta.

Jimin agradeció a la Santa Ramona el que por fin allá sonado el timbre para llamar a los estudiantes.

Fastidiado Taehyung se levantó y ayudo a su compañero a hacer lo mismo con un marcado puchero de inconformidad.

—Bueno, por lo menos te moleste un ratito –dice ya un poco conforme —Ay.! debo irme, antes de que me castiguen de nuevo –aviso antes de empezar a correr por entre los estudiantes que a pasó veloz al igual que el, se adentraban al instituto dejando a Jimin hecho un desastre, con sus cabellos despeinados, sus lentes chuecos y su mochila mal puesta, sin embargó la imagen era muy tierna y graciosa.

A Taehyung se le había deslizado su móvil de uno de sus bolsillos y Jimin lo había notado sin embargo no le dió tiempo de entregárselo.

PERFECTAMENTE IMPERFECTO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora