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Aquella mañana Jimin no salió de su cuarto para nada y cuando se quiso levantar, su cabeza reaccionó, le dolió desde la cien asta la perietal, tenía unas pronunciadas ojeras, su espalda le dolía y sus glúteos le ardían por consecuencia del ayer...el aver llegado tardé a su casa tubo consecuencias,el director los había retenido para explicar lo que había pasado, Sehun y los demás había salido corriendo cuando vieron al director … su padre lo esperaba con un grueso cinto de cuero y unas cuantas palabras como “bienvenida”, el pequeño lloro toda la noche por aquellas palabras, ese chico resistía cualquier golpe pero al oír algo hiriente sentía un porcentaje menos de vida y más cuando el tema se trataba de su madre.

Su padre le había hecho creer que el tubo una inmensa culpa por la muerte de su madre, su padre se había encargado de hacer que dentro de Minnie crecieran tantas cosas entre ellas su poca autoridad, su limitación, sus miedo, su falta de amor por si mismo, su InSeGuRiDaD entre muchas más..pero en parte también gracias al señor park, Minnie aprendió a valorar y comprender a las personas, le gustaba aprender de ellas, AYUDARLAS y lo hacía con mucho gusto y entusiasmo aún sabiendo que por dentro EL se encontraba roto.

No hizo mucho esfuerzo en levantarse por el dolor de cabeza … tenía su mirada clavada en el techo con su mente explorando la parte frontal del cerebro y descubriendo nuevos recuerdos.

Una gota de agua salada se desprendió de las glándulas lagrimales y se deslizo lentamente por la tierna y regordeta mejilla derecha de Jimin.

Para un niño es muy fácil olvidar las cosas, puedes regañarle o asta pegarle y poco menos de una hora al niño se le olvidará, y te hablara como si nada … sobra decir que Jimin ya no era un niño, era un explorador novato que se dirigía a la pubertad, así que para Jimin le era muy difícil olvidar, las voces de su padre pronunciando frases hirientes se habían quedado imprimidas en su corazón y otra lágrima rodó, Jimin desvío su vista a la mesita de noche, dónde se encontraba su teléfono reposando en la orilla.

Una pequeña piedrita estampó en la ventana provocando la atención de Jimin, después unos segundos una segunda piedrita voló hacia el, pero esta vez le cayó a la cara.

—Güey –un susurró mezclado con una voz grave se escuchó desde la ventana y jimin se sentó rápidamente en la cama tratando de reconocer con un poco de temor.

—Güeey –otro susurró se escuchó pero está vez más largó y Jimin se paró, seguro de la persona que gritaba.

—Weeeeyy –está vez un grito retumbó contra las ventanas y Jimin corrió hacía ellas para que lo viera y dejara de gritar.

—Taehyung –gritó Jimin desde su ventana y sacudiendo sus manos para llamar su atención apezar de que ya lo miraba.

—Jimin abreme güey –la palabra “güey” para Taehyung no era grosería, lo había visto en un programa y se le había pegado, así que Jimin ya estaba acostumbrado a que de vez en cuando le apodara así.

El pequeño corrió a la planta baja de su casa y rápidamente abrió la puerta dejando pasar a su amigo … su padre se iba a el trabajo después de el, al instituto pero aún así su padre nunca se daba  cuenta y ni le importaba si asistía o no, así que a Jimin no le importó faltar un día a clases, después de todo era uno de los mejores académicamente y eso le favorecía en sierta forma … su padre nunca se interesó en su hijo, cuando se lo encontraba, solo le reclamaba cosas al lazar asta que se cansará.

—Me..me cansé –dijo con la respiración acelerada y un poco agitado.

—¿Por que no estás en la escuela? –Pregunto el pequeño sentándose sobre uno de los sillones individuales que había en aquella sala, dando un gran bostezo un tanto decaído, las lágrimas se le habían secado por lo tanto ya no estaban pero los gestos en su rostro y su comportamiento le decían a Taehyung que había llorado toda la noche.

—Cuando me dijeron que no habías llegado, me preocupé puñetas..!! –dijo Taehyung con un tono reclamante y caminó con pasos largos hacía Jimin, quien seguía sentado en el sofá igual de triste que antes, se paró enfrente de el para darle un fuerte abrazo de consuelo.

En ese momento Jimin se desbordó de llanto, sentía tanta fortuna por el hecho de tener a Taehyung a su lado, tenía un hombro que podía resistir todo el día como recargadera y un par de oídos que lo escucharían sin importar que.

·Todo mundo es fuerte asta que llega alguien y lo abraza·

Con ese pensamiento en la cabeza Taehyung trato de comprender a Jimin, y si que se esforzaba en hacerlo, si lo piensas detenidamente esa frase tenía mucha lógica en cada letra que la formaba.

PERFECTAMENTE IMPERFECTO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora