Capítulo 5 Lo siento

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-Buenas noches enana-  mi hermano asoma su cabeza por el marco de la puerta captando mi atención con una sonrisa de oreja a oreja observándome cuando llego hasta el final del pasillo.

-Hola Will- susurro apretando el aparato electrónico entre mis dedos.

-¿Tienes el número de la chica? ¿Recuerdas? Los 10 dólares siguen en pie- ni siquiera se da cuenta de lo nerviosa que me siento, estoy encorvada tratando de llegar a mi habitación y frunzo mis labios cerrando mis ojos ante su repentina charla que martilla mi cabeza.

-No. -logro articular luego de un momento.

Escuche la puerta de su habitación cerrarse acompañada de una queja siendo interrumpida por su bostezo.

La imagen de un hombre con pasamontañas, un arma, una chaqueta de cuero y un cigarro encendido se coloca en una parte de mi cerebro provocando escalofríos alrededor de mi espina dorsal desembocando en todo mi cuerpo.

*Ignóralo. Ignóralo. Ignóralo.*

Mi subconsciente gritaba lo que me producía un dolor de cabeza.

-¡La cena esta lista!- la voz de mamá se arrastraba por toda la casa, llegando a mis oídos y los de William quién con solo un pantalón y sin camiseta, corría como fiera por las escaleras precipitado por llenar su estómago.

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Era de mañana,  el cielo despejado sin un rastro de nube que ocultara el sol de su máximo brillo y resplandor, a mi lado se escuchaba un pitido incontrolable del cual ejerce un mal humor en mi cerebro tomando una postura tensa. La alarma inteligente estaba activaba para repetirse 7 veces en un intervalo de 12 minutos  y creo que este es la última advertencia de que llego tarde.

-Examen de historia y geografía.- Susurre con pereza tratando de recuperar la cordura de mi cerebro, formando horarios de mis actividades del día de hoy.

En la lista había:

1. No llegar tarde.  (Esta no es válida)

2.Repasar . 

3.Hablar con Fred seriamente.

4.Conseguir el número telefónico de la tal Nora-no-me-mires-a-las-bubis.

5.Evitar a mi compañero de geografía.

En el sentido de evitarlo me refiero a no ayudarlo en el examen de hoy, siempre que estamos en pruebas comienza a fastidiar en mitad de mi concentración mental, haciendo señas y murmurando favores que nunca serán agradecidos.

Termino de vestirme, mirando mi reflejo en el espejo, el rastro de un mechón de cabello rebelde me pone tensa, peinando y peinando logro obtener un resultado confortable. Doy una corrida por mi habitación buscando mis apuntes y libros para colocarlos en la mochila.

Otra nota.

Carta.

Como se la pueda llamar.

En la cerradura colgaba el papel garabateado

La guarde en un pequeño bolsillo de la maleta, con un suspiro resignado. No estaba en mis opciones perder el tiempo justo en ese momento de la mañana. 

Baje las escaleras con gran velocidad evitando perder el equilibrio.
Agarre mi desayuno, empezando a dar mordiscos al sanduche preparado por las manos de mi madre, ella cocinaba tan bien

-¡Me voy, llego tarde!

¡Ángeles y Demonios! ¡Maldito sueño!

El pan en mi boca me impedía hablar con mis cachetes inflados, di un brinco de mi silla para darle tres besos a mi mamá, formando un escándalo enorme dejando caer algunos platos, todo esto es la culpa de mi caderas. Lo bueno de mi catastrofe es que los platos eran plasticos y no se rompieron en pequeños pedazos.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2016 ⏰

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