21.

159 17 1
                                    

Después de salir corriendo del castillo llegamos hasta dónde era la cabaña de Hagrid y digo era porque Bellatrix le había prendido fuego totalmente.
Draco y yo estábamos muy asustados y sorprendidos con todo; mi padre venía detrás de todos nosotros y por unos minutos se detuvo pues al parecer alguien nos seguía y le reclamaba algo.

-¡peleé! ¡No sea cobarde y peleé! -exclamó Potter-

Bellatrix había lanzado un hechizo a el chico a lo que este callo al piso pero interfirio mi padre.

-¡dejalo! El le pertenece al señor tenebroso.

Dejamos tirado a Potter y seguimos con nuestro camino a la mansión Malfoy.

~~~~~~~~~~~~~~~

Casi un mes ha pasado desde la muerte de Dumbledore, estamos escondidos como unos completos cobardes o al menos así me siento yo.
Casi no duermo, a veces escucho como torturan a gente aquí en la mansión así que prefiero no salir de mi habitación o la de Draco; no como y no duermo muy bien, lo único que me gustaría saber es si Fred y su familia están bien pero ni siquiera se si es seguro mandarle una carta.
Mi padre se ha hecho el director de Hogwarts pero esta aquí en todas las reuniones con el señor tenebroso y los días aquí son tan largos y tan tristes.

Al parecer habrá una reunión, por supuesto Draco y yo estaremos ahí.

Todos comentaban cosas de Harry, claro como era de esperarse, no ponía mucha atención hasta que se mencionó un tema.

-Al parecer Potter se irá de el lugar muggle donde vivía así que iremos a una emboscada y con suerte lo tendremos, puede que amigos suyos lo ayuden. -ordenó el señor tenebroso-

-¿Iremos todos? -preguntó uno de los mortifagos.

-Solo algunos. -respondió-

Lo sabía, si los amigos de Harry lo ayudarían a irse posiblemente entre esos amigos estaría Fred, sería mi gran oportunidad para verlo y saber que esta bien, ahora el problema es como iré sin que me noten, es obvio que a estas tareas no me dejen ir, dicen que porque no tengo "experiencia".

Tan pronto como acabo la reunión fui de prisa a mi habitación, en unos minutos todos saldrían a la emboscada. Me puse mi traje negro y la máscara que ocupabamos para que nadie nos reconociera aún que de igual forma ¿qué caso tiene? Estoy segura que todo Hogwarts sabe que soy un mortifago.

Estaba poniéndome lo antes dicho muy apurada cuando de repente alguien llamó a mi habitación.

-¿Lexi? ¿Puedo pasar? -era Draco.-

Sabía que si le decía lo que haría el se opondría así que mejor me quede callada para que el pensará que no estaba ahí, y funcionó, el se había ido ya de mi puerta.
Cuando termine de "disfrasarme" abrí la puerta de mi habitación para asegurarme que nadie me viera salir, asomé mi cabeza para inspeccionar y todo el pasillo estaba completamente solo.
Salí y camine hacía donde los demás mortifagos estaban para partir, supongo que soy lo suficientemente alta para que nadie note que puedo ser una chica. Cuando ya estaba con los demás dieron los orden de poder salir y así fue como nos fuimos a la misión.

Nose exactamente en que lugar estábamos, pero mientras seguíamos el camino nos encontramos con... ¿Más de un Harry?, nose qué estaba pasando pero ahora el equipo de Harry se defendía contra los hechizos que el resto de los mortífagos les lanzaban.
Quizás piensen que es una tontería e ilógico pero entre tantos Harrys que habían, uno llamó mi atención y sabía que era él, mi alma me lo dijo porque incluso entre millones de personas con poción multijugos sabría quién es mi chico.
No podía acercarme mucho pues él obviamente no sabía que yo estaba entre todos los mortífagos así que lo único que se me ocurrió fue lanzarle un hechizo.

-¡Demaius!, el callo junto a su escoba, me apresuré a ir tras el antes de que llegará al piso, y así lo hice, lo tomé del brazo y llegué hasta el suelo con él.
Me quite la máscara y traté de despertarlo por algunos minutos hasta que por fin abrió los ojos.

-¿Fred? ¿Eres tu? -pregunté-

-¿Lexi? ¿Realmente estás aquí?

-¡Por Merlín! Si por supuesto, tenía que verte y saber que estas bien.

-¡Te eh extrañado tanto! -puso sus labios junto a los mios- oh lo siento no debí... -lo interrumpí-

Volví a poner mis labios con los de él y nos dimos un beso largo y apasionado.

-Quiero estar así siempre Fred.

-No me vuelvas a dejar por favor Lexi. -suspiró-

-No lo haré, pero prometeme que estarás bien, por favor. No sabría como vivir sin ti. -ordené-

-Lo haré, también quiero que estés bien, tu eres la que está bajo el mismo techo que él.

-Solo va para las reuniones, no esque también duerma ahí.

-Bien, y cuidado con Malfoy no quiero que me quite a mi chica.

-Ósea que ¿estás celoso? -pregunté con disimulo-

-Claro que lo estoy, es el único joven que hay en esa mansión. -exclamó-

Luego de unos minutos el volvió a su físico real y estuvimos hablando por casi 15 minutos hasta que tuvimos que regresar a la realidad.

-Tengo que irme Lexi.

-Lo sé, también yo pero espero verte pronto, cuídate por favor y también cuida a tu familia.

-Por supuesto, ya quiero que todo esto acabe para que podamos estar de nuevo juntos sin ningún problema. -dijo el pelirrojo-

-Bueno ahora vete, iré después de ti.
Nos dimos otro beso junto a un abrazo que juraba que era tan dulce y luego el se dio la vuelta para subirse a su escoba y marcharse, al cabo de unos segundos se perdió entre la neblina.

Cuando por fin llegué a la mansión traté de entrar lo más rápido y discreto posible pero alguien me había visto.

-¿En dónde estabas? ¿Por qué traes la túnica y la máscara?.... ¿Acaso fuiste a  la emboscada?

-Claro que no, solo se me ocurrió ponermela.

-¿Y yo soy estúpido no? -reclamó con enojo-

-Pues a veces pienso que si.

-Basta de bromas, ¿por qué demonios fuiste? ¿Sabes que pudiste haber muerto no?

-Pero no me pasó nada y ya estoy aquí así que relajate. -respondí mientras me quitaba la túnica.

-¿Por qué fuiste? -repitió-

-Fui a ver a Fred.

-Y al menos lograron hablar?

-Por supuesto que si.... Hasta nos besamos.

-Tu si qué estas loca, corrección, ENAMORADA. -dijo gritando-

-Cállate y mejor vamos a mi habitación, allá te cuento todo.




¿Always together?  - Fred Weasley. -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora