;;- ʙʟᴜᴇ ᴅᴏᴄᴛᴏʀ

;;- Dinner

Era domingo por la tarde, sus manos estaban cubiertas de la sangre de los subordinados de Doflamingo que había golpeado un buen rato.
Se encontraba en el estacionamiento del edificio donde vivía, iba a irse antes de que lo vinieran a buscar pero Doflamingo siempre planea de manera rigurosa.
Law había estado de mal humor todo el día, todo le había salido mal desde el viernes en la noche. "¿Estará molesto? Claro que lo está, idiota. ¿No querrá volver a verme? El punto es no volver a verlo." Eran unos de los varios pensamientos que atormentaban su cabeza.

- Maldita sea - dijo con fastidio mientras se limpiaba las manos con su propia ropa -

- Si, "maldita sea", los dejaste bien muertos - alguien comentó con cierta ironía -

La voz sonó de atrás, Law intento voltear pero pudo sentir algo contra su cabeza, una pistola, fue lo primero que pensó, no es la primera vez que tenía un arma contra la cabeza.

- No están muertos, solo los golpe un poco - aclaró -

- ¿Entonces por qué tienes las manos tan sucias, Law? -

- ¿Podrías no decir mi nombre? Me dan ganas de vomitar, Vergo -

- San... Vergo- San. Mocoso mal educado - reclamo el mayor que puso presión en la pistola contra la cabeza de Law -

- Jajaja, cierto olvide que ya eres un anciano - dijo con una sonrisa cínica y le mostro el dedo medio -

- ¡Maldito mocoso! - exclamó entre dientes y le soltó una patada a las costillas a Trafalgar cosa que lo hizo caer al piso por lo imprevisto del ataque - No te resistas Law, Doffy me dijo que no te golpeara, que te quería presentable para la comida de hoy -

- Dile que se vaya a mierda y que ojalá le sepa igual la comida, ya le había yo dicho que no pienso ir - decía mientras se levantaba -

- Recuerda quien te salvó -

- ¡El que me salvó fue Cora-san! - alzó la voz y apretó los puños con irá -

- Law, ve a vestirte adecuadamente, de hecho es un milagro que no lleves puesta esa fea gorra ¿Dónde la dejaste? - dijo para cambiar de tema, si volvía a escuchar hablar al pelinegro sobre Rocinante iba a terminar golpeándolo hasta que suplicara por piedad, justo como aquella vez -

- Por ahí y tú no dices como vestirme, Vergo - dijo mientras miraba con odio al hombre que tenía enfrente - Está armado y mi Kikoku está en la cajuela... Maldito Vergo si no me estorbara ya lo habría partido en dos - se decía a si mismo mientras analizaba como salir de ahí -

- Vergo- San - reclamo nuevamente el hombre -

- Como sea, anciano -

Ambos se quedaron inmóviles esperaban que el otro hiciera algo. El sonido del dedo del de lentes oscuros sobre el gatillo, el arma apuntado peligrosamente en dirección al estómago del médico.
Trafalgar alzó las manos en señal de rendición, mentira. Tomo el cañón del arma, la dirigió a la derecha para salir de su rango tomo del antebrazo al mayor y lo atrajo a si mismo, apunto la pistola hacia el así pudiendo zafársela de la mano, retrocedió un poco y apunto al contrario.

- Eres hábil - alago irónico -

- Ustedes me enseñaron bien - respondió con igual ironía -

- Pero no tan bien -

Un par de golpes y Law ya había terminado en el suelo esposado.

- Ahora te vas a ir a arreglar para la comida de hoy - dijo mientras levantaba al médico del suelo y lo arrastró hasta el elevador -