Tras despertar de aquel real sueño te prometiste volver a encontrar a Luka, el amor de tú vida.
Tú madre hará lo posible para que tú seas feliz a pesar de todas las dificultades.
Tú hermana, Samara, siempre te ayuda en todo lo posible y que esté a s...
Era una mañana normal como cualquier otra. Las clases habían comenzado hacía un tiempo.
Todos mis exámenes los aprobé con muy buenas notas.
Tocaba que Luka se quedara en casa.
– Despiertaaaa. – Me movió. – Vas a llegar tarde!!
– 5 horas más y me levanto. – Le aparté. Volvió a moverme. Abrí los ojos y miré mi móvil. – PERO SI ES SÁBADO
– Un Sábado en el que tienes que debes hacer cosas productivas. –
– Si, como darte un puñetazo en esa bonita cara que me llevas de recién despertado! – Me quejé.
Aún con molestia me fui al baño para darme una ducha y cambiarme de ropa.
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Cuando salí vi a Luka...Sin camiseta. Me quedé mirándole algo shockeada.
– ¿Te gusta? – Bromeó
– Eh?! D-disculpa! Y-yo n-no quería! – Me tapé la cara me fui del cuarto con rapidez.
Fui a la sala de estar y me senté en el sofá.
– Estás como un tomate! – Dijo Tikki con ternura. – Y...Se ve que estáis hechos el uno para el otro!
– Tikki tiene razón, ¿por qué no le dices nada? – Nia parecía seria.
Por un momento recordé esa tierna, dulce y cálida sonrisa que me mostró en el sueño...Fue de lo último... Poco a poco me fui olvidando de todo, pero tal vez era bueno para no estresarme.
Miré mi móvil y miré bien la fecha. Era mi cumpleaños.
– Agh...Odio estás fechas!!! – Grité frustrada. – Todo llenó de regalitos cursis y mensajitos bonitos! Odio los cumpleaños!!
– ¿Cumpleaños? – Apareció Luka sentándose a mi lado. Las kwamis ya ni estaban. –
– ...Si...Hoy es mi cumpleaños, odio esta fecha. – Le miré frunciendo el ceño.
– Felicidades preciosa. – Habló dándome un beso en la mejilla. – Te haces viejita.
