Aquél guitarrista. Luka y tú (2ª Temporada)

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»»————> Mamá... <————««

POV Narrador

Las jóvenes ya estaban despiertas nuevamente.
Eran las 8 am.

Ambas ya se habían cambiado de ropa.

– Hola, Moon, buenos días~ – Hablaba tiernamente Marinette viendo a la gatita. La cogió en brazos y la llevó con su amiga. – Di hola a mamá ~ – Solo recibió un maullido, obviamente.

– Aaww, que bonita es nuestra pequeña~ – Habló Tn con una tierna sonrisa.

Los padres de Marinette subieron al cuarto y observaron a la chicas diciendo cosas del estilo de que son sus madres y Moon es su hija, cosa que les hizo sospechar.

– Mari? Tn? ¿Cómo que sois sus madres? – Preguntó Sabine.

– Mamá!! Ella es mi mejor amiga y ya está! Solo nos encontramos al gato y dijimos que seremos sus madres! Ahora fuera, ya bajamos a desayunar! – Les apartaba ma azabache con un leve sonrojo.

– Tu familia es muy amable, Marinette. – Sonrió la contraria amablemente.

– Si...¿Te quedarás más tiempo conmigo? – Preguntó recogiendo unas cosas.

– No creo, debo dejar a la pequeña Moon en casa. Además recuerda que tengo una cita. – Le guiñó un ojo y bajaron a desayunar.

(...)

– Muchas gracias por todo. – Agradecía la castaña con su gato en brazos. – Debo irme a casa, nos vemos.

Se despidió y comenzó a andar hacia un lugar que no era su hogar.

*Toc, toc, toc *

– Adelante!

– Buenos días, maestro. – Se sentó junto a él. – ¿Puedo hacerle una pregunta? – Recibió un cabeceo – Es sobre que me conocía, el sueño. ¿Cómo es posible que 2 personas sepan de ello? ¿Y cómo es posible que lo esté olvidando?

– En primero...Que lo olvides es porque hay un límite para recordar lo. En cuanto ese tiempo pase olvidarás todo y solo quedarás con unos pocos recuerdos de tu actual vida. En segundo...Creo que más que un sueño fue un a especie de realidad alternativa a la que viajamos, ¿quién era el otro? – Trataba de explicar el hombre.

– Chat noir, señor, pero el no sabe mi identidad y yo tampoco la suya, ¿que piensa? – Insistía con curiosidad

– Pienso que es para protegerte, tanto a ti como a Chat noir. – Sonreía. – Tener la información de las identidades es muy peligroso.

– Entiendo...– Asintió ella un poco más tranquila. – Sigo diciendo que es extraño pero interesante.

(...)

Tras hablar durante un rato decidió volver a casa.
Al llegar su hermana la recibió con una expresión triste.

– ¿Qué pasa, Sam? – Preguntó con confusión. – ¿Dónde está mamá? – Seguía preguntando pero no recibía respuesta.