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Tu apariencia. Digamos k Given me encanta pues pork no una temática así, no estarán los personajes como tal pero una historia "parecida" ∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆
El gran rey, estaba detrás de un gran plebeyo. Cómo solía llamarlo él.
Su nombre era Sato Kenta.
Torū estaba detrás de Kenta desde que se conocieron en un campamento de entrenamiento.
(Me ando inventando escenarios xD )
Ese chico de hermosos ojos azul celeste, Oikawa quedó prendado de él sin siquiera saber el porqué.
O si lo sabía y no quería aceptarlo, era su voz que lo dejo cautivado.
Lo escucho, cuando Kenta estaba con sus amigos Suna Rintarou y Kita Shinsuke.
Así es, Sato Kenta asistía al Inarizaki y estaban en un campamento con varios equipos, y entre ellos el Seijoh.
Kenta se sentía relajado con sus amigos hasta que le pidieron cantar.
~Kenta, ¿por qué no cantas algo?, tiene mucho que no te escuchamos.- Hablo Kita que estaba acostado al lado del mencionado.- ¿Quieren que cante?
~Si, canta, tú voz me relaja.- Hablo Suna, todos los del equipo asintieron, ya había terminado su entrenamiento así que les gustaba descansar al aire libre.- Bien, cantaré, solo dejen pongo la pista.
(perdón esk amo las canciones de Given👉🏼👈🏼)
Sato estaba con los ojos cerrados, dejándose llevar por la música, también le era relajante cantar, le encantaba, pero también lo odiaba. Lo que nadie vio fue a un castaño, sentado en un lugar alejado mientras escuchaba esa hermosa voz, quería saber quién era ese chico, con una voz suave que podía hipnotizar a cualquiera.
Suna grababa a su amigo, pues le gusta subir su música sin que él ojiazul supiera. Aunque luego se enteraba.
~No entiendo cómo es que no te dedicas a la música Sato-san, también tocas la guitarra, ¿no?.- Dijo el Miya rubio, en realidad nadie lo entendía, era bueno para transmitir sus sentimientos en la música.
Antes de hablar, Sato solo asintió a lo último.
~Uhm, deje ese sueño hace tiempo, en realidad nadie sabe el porqué lo deje, solo mi familia, pero eso da igual...- Soltó un suspiro, le incomodaba hablar del porque huye de la música.
No dijo nada más y se volvió a recostar, cerró los ojos y empezó a recordar porque ahora odiaba la música.
Todo sucedió hace un año atrás, Kenta tenía pareja en ese entonces, y dependían mucho del otro, sin darse cuenta empezaron a hacerse daño mutuamente, con celos tóxicos, reclamos por pequeñeces, los dos se amaban eso no lo negaban pero se hacían daño, habían terminado un par de veces, pero volvían al otro como si su vida dependiera de ello, como si se fueran a morir. Pero Sato ya estaba cansado, le dolía tenerlo cerca pero también le dolía no tenerlo con él.
