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Nombre: Kimiyama Akemi. Edad: 17 años.
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Miraba a su alrededor con la esperanza de que su novio apareciera para poder irse a casa juntos y si paso a su lado pero como si no lo conociera o tal vez no lo vio, pero siempre estaba al lado de Oikawa. Estaba celoso.
Marco un numero en su teléfono.— Hola, ¿estas ocupado?, realmente no quiero volver a mi casa hoy, ¿puedo quedarme contigo?— Soltó mientras caminaba fuera de la escuela.— Hola, para ti jamás estaré ocupado, si puedes quedarte conmigo, ire por ti.— Sonrió un poco a la respuesta de su amigo, Semi.
— Iré yo, espérame unos 10 minutos, SemiSemi.— Escucho un grito al otro lado de la linea.— Debo irme, estaré esperándote entonces.— Colgo la llamada, la triste realidad lo golpeó cuando a unos metros miraba a Iwaizumi y Oikawa, otra semana más en la que Hajime ni siquiera lo miraba o le hablaba, aunque sea por teléfono.
Ellos se detuvieron y voltearon a verlo, Oikawa lo saludo, que hipócrita, Iwaizumi hizo lo mismo cuando ya estaba cerca de ellos y solo paso de largo, estaba molesto, demasiado como para pararse y hablar con ellos, no quería ser amable así que solo siguió su camino.
Estaba frente a la academia Shiratorizawa apunto de llamar al número de Semi hasta que alguien tomo su rostro para alzarlo.— ¿Esperaste mucho?— Eita le sonrió.— No, estaba apunto de llamarte.— Cualquiera pensaría que estaban saliendo pero no era así, Semi se dio cuenta de su toque y lo quito.— ¿De verdad no quieres ir a tu casa o solo no quieres estar solo?
Empezaron a caminar.— No quiero estar solo.— Hablo en un murmullo.— ¿Y tu novio?— Bastante imprudente si se lo preguntaban.— No hablemos de él ahora, quiero ir en silencio.— Eita se dio cuenta de su error y lo abrazo.— Lo siento, pero soy tu mejor amigo y debo de saber.
El más bajo suspiro.— Eita de verdad, no quiero hablar sobre él, me siento como un idiota.— Conocía a la perfección a Kimiyama así que no insistió más y se mantuvo en silencio todo el camino y solo le daba miradas rápidas.
[...]
Era por la mañana, Semi aun se encontraba durmiendo y él solo se despertó porque su teléfono no paraba de sonar, miro los mensajes, era Iwaizumi preguntando sobre que haría ese día ya que el iría con Oikawa de compras. Golpeo a Semi con una almohada y este solo se quejo.
— ¿Quieres salir?, oí de una nueva cafetería.— Se recostó de nuevo observando a Eita.— Me parece bien pero ¿era necesario golpearme?, eres cruel Akemi.— Kimiyama solo sonrió y se encogió de hombros.
Se encontraban desayunando hasta que escucharon que tocaban el timbre.— Akemi fíjate quien es.— Hablo el padre de este, miro a Semi mal ya que a él lo consentían cada que iba a su casa.— Voy, si no vuelvo en 5 minutos es porque son los que vienen a predicar, ve a salvarme Semi.— Eita le enseño el pulgar en forma de afirmación. Se levanto aun con un poco de pereza.
Abrió la puerta esperando que no fueran los religiosos pero se sorprendió más cuando vio a Hajime frente a su puerta con flores.— ¿Que haces aquí?— Pregunto en seco.— Vine a disculparme, me di cuenta de mis errores y como no contestabas mis mensajes decidí venir.— Akemi cerro la puerta detrás de él.
— Me siento agradecido pero esas flores no son mis favoritas, de hecho son las favoritas de Oikawa.— Murmuro lo ultimo y luego miro a Hajime, no se miraba arrepentido ni nervioso.— Lo siento, no recordé cuáles eran pero vine a verte y eso es lo que cuenta.— Sonó tan grosero que ni lo sorprendió.
Akemi rio un poco.— Hajime cada día te esperaba fuera del gimnasio para irnos juntos pero siempre estaba Oikawa, al principio de la relación no fue así pero ahora todo el jodido tiempo es Torū y se que es tu mejor amigo pero mierda, el acapara todo tu tiempo, ¿yo donde quedo?— Ni siquiera había tomo las flores, vio que Iwaizumi iba a hablar pero no lo dejaría.
— Tenia la esperanza de que ayer saliéramos juntos de la escuela pero ni siquiera volteaste a verme, ¿sabes donde pase nuestro jodido aniversario?, llorando por un hombre, dios esto es tan patético.— Sus lágrimas estaban por salir.— Lo siento, yo lo olvide pero ya estoy aquí así que solo cámbiate y salimos para arreglarlo.— La puerta se abrió dejando ver a Semi quien fulmino con la mirada a Hajime.
Akemi miro a Semi y con eso Eita entendió que necesitaba hablar con Hajime.
— ¿De nuevo ese idiota en tu casa?, te quejas de mi y él está ahí adentro.— Hajime se notaba bastante molesto.— Por lo menos yo se darte tu jodido lugar, tenías razón esta relación no debió de ser.— Soltó Kimiyama, todo eso lo escucho de la propia boca de Hajime quien hablaba con Hanamaki en los pasillos de la escuela.
Iwaizumi lo miro con asombro.— ¿Te sorprende que lo haya dicho?, no me lo contó Hanamaki, lo oí de tu propia boca.— Se retiro el anillo que usaban.— Cada quien por su lado, ¿no crees que es mejor?— Hajime lo tomo del brazo para jalarlo y besarlo, pensaba que iba a funcionar.
Akemi lo empujo y se limpio la boca.— No volveremos a vernos, me cambiaré a Shiratorizawa.— Se adentro a su hogar siendo observado por Eita quien solo le extendió los brazos.
