XXI. El ascenso de Esvartal

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“No necesito tu lástima” vociferó, pero el autoproclamado rey solo la observaba “¿Dónde está Killari?” preguntó después de unos segundos “No es de tu incumbencia” respondió desviando la vista, Jiwoong sabía que le estaba ocultando información, pero no quería hacerle daño, de todas las personas que pudo llevarle Arvid, ella era la peor opción por su maldición de sangre “Si lo es, por sí no te has enterado estamos en medio de una guerra provocada por Taeyeon, Sooyoung y tú… debería decir Mateo, pero él siempre fue leal a nosotros” Yoona mordió su labio, evitaba a toda costa llorar por los dolorosos recuerdos “¿Por qué pensaste que Mateo iba a seguir a Taeyeon? Desde pequeño lo único que quiso fue tomar el puesto de Yi Feng” la joven concejera cerró sus ojos en un intento por bloquear las palabras del hermano mayor de su amiga “De verdad, me tiene profundamente conmocionado que no hayas sido capaz de ver más allá… ¿tan cegada te tenía el amor?” él quedó a unos centímetros de ella tomando su barbilla “El poder oscuro es muy fuerte Yoona, no creo que quieras pasar por lo mismo que el príncipe Jung” Yoona abrió los ojos estaba vez lo miraba directamente a los ojos “Por fin me miras, es el primer paso, así que dime… ¿dónde están Killari y los demás? ¿Dónde está Hayeon?” las sombras empezaban a invadir el lugar, los ojos y rostro de Jiwoong cambiaban al utilizar su poder al igual que lo hacían Tiffany y Taeyeon “N-no lo sé” respondió, Jiwoong suspiró y torturó un poco a Yoona, después de todo, solo no debía dejarla morir. 

“Yoona toma mi mano” la joven abrió los ojos, en su mente escuchaba la voz de su amiga Sooyoung y de pronto la vio, estaba frente a ella “Soo” murmuró, pero hablar dolía, todo su cuerpo dolía “¡Yoong rápido!” la consejera obedeció, su amiga la aproximó a ella y la abrazó “Se avecina algo peor, debes vivir hasta ese entonces y escapar… corre sin mirar atrás” entonces Yoona volvió a abrir los ojos, pero esta vez recostada sobre la cama sin que Jiwoong estuviera cerca de ella, se incorporó e intentó caminar, su cuerpo estaba demasiado débil para correr o escabullirse “¿Intenta escapar señorita Im?” la joven miró a la fuente de la voz, al menos no era el rey, sino que su segundo al mando, Yi Feng “Acompáñeme a su cuarto, este no se ha tocado sin su permiso” la chica fue detrás del hombre, este no le prestó ayuda, pero igual lo siguió “Ustedes se harán cargo de ella, no dejen que escape y solo el rey o yo, nadie más, tiene permitida su visita” ellos asintieron, Yoona fue presa en lo que antes era su habitación. 

Jiwoong se movió de su trono en el salón “¿Tienen noticias de Hayeon?” el mensajero asintió y le entregó el comunicado, el rey lo leyó y caminó de un lugar para otro, podría mandar un escuadrón a buscar a su hermana, la pequeña no tenía que sufrir un destino tan malo si aceptaba su trato “¡Señor!” el joven observó a Yi Feng entrando con una expresión de asombro “¿Qué sucede?” “Arvid fue visto con un elfo oscuro” el rostro de Jiwoong palideció, sabía que no debía confiar en ese tipo, pero su sed de poder lo llevó a aliarse con él, la cuestión ahora era otra “Demonios… ¿un elfo oscuro?” preguntó impactado, elfos oscuros no habitaban hacía milenios en Üyak, menos en Tüng según pensaba “Esa debe haber sido la runa que les faltaba activar según lo que le dije” el rey asintió, ya sobrepasado “¿Qué hacemos?” “No cabe duda que si es un elfo oscuro viene a por mí…” las leyendas contaban que los elfos oscuros eran los seres más poderosos que habían existido en un tiempo muy lejano, absorbían la magia y la transformaban en oscuridad pura, servían a Oke y Athan “Quizás si demuestro que soy la reencarnación de Oke…” su mente divagaba por las enseñanzas de toda su vida, ni siquiera su padre se había enfrentado a un ser de esas características “Prepara un escuadrón… nos enfrentaremos en batalla” “Pero-” “No Yi Feng, me enfrentaré a esta cosa, soy el rey de Üyak, debo demostrar mi poder” su segundo al mando vio un destello de su antiguo líder y tragó “¿Qué hago con la señorita Im?” el joven rey no había pensado en ella, Hayeon sería la maldecida y el linaje Kim acabaría para siempre, por más que entre Taeyeon y Chaegkye se odiaran, la pequeña de la familia era la única a la que nunca le harían daño “Llévala con Hayeon” Yi Feng frunció el ceño, no estaba al tanto de las buenas nuevas “Está en Hime con Hyeong y Jarl…” el segundo al mando tragó, nunca había dejado a ninguno de los reyes “Pero-” “No más peros Yi Feng, eres el único en que confío ahora y sabes lo de la descendencia de Yoona, el linaje Kim debe ser protegido… estaré bien, con la cantidad de soldados y mi poder, acabaré con ese elfo oscuro y esos traidores” Yi Feng estuvo de pie sin habla por unos momentos, apretó sus puños con fuerza y lo miró “Lo haré” “Gracias, por cierto…” el chico tomó su pluma y un papel, escribió y luego lo selló en una carta, acto seguido hizo otra y les entregó ambas a su segundo al mando “Una es para Hayeon y la otra para el príncipe Knut o Hyeong” Yi Feng asintió y salió del salón, directo a buscar gente para llevar a Yoona donde la pequeña princesa Kim. 

Tüng (Taeny, otros) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora