Inesperado

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Porque así fue el encuentro y porque así fue en todo el día.

-¿casarme?- la chica se sorprendió de la pregunta.

-realmente no te veo casada- me burle de ella a lo que solo frunció el ceño gritandome.

-yo creo que serias una gran esposa, Emma- y aquí vamos con sus coqueteos.

-¿e-enserio lo crees?- la de antena se puso tímida con él.

-claro que si, eres amable, atenta y muy encantadora- el albino sonrió a lo que su novia solo se sonrojo más.

-además de bulliciosa- oí su queja a lo lejos- oh vamos consiganse un cuarto- los moleste a los que estos solo reaccionaron sonrojandose.

-¡R-Ray!- me regañaron los dos.

-ok, ok pero es inevitable molestarlos cuando actúan así de empalagosos- carcajee.

-no somos taaan empalagosos ¿ok?- Emma alzó una ceja tratando de dar un punto, pero en realidad no lo tenía.

-claro y Norman no es albino- ella solo rodó los ojos.

-esta bien chicos, calmense- el ojiazul nos trató de calmar.

-solo actúa así porque está solitario- la pelinaranja sonrió.

-¿¡qué!? Claro que no- me cruce de brazos.

-bueno...- Norman trato de hablar pero lo señale tratando de callarlo.

-no digas nada, no es cierto- entrecerre mi mirada fulminandolo a lo que él solo movió las manos nervioso.

-oye ¿y qué hay de esa chica, Anna? Se ve muy linda y te haría bien, osea... Es como tu contrario... Ahora que lo pienso, nah, ella sería mucho con que lidies- pensó tomando su mentón.

-¿de qué hablas?- no entendía a que se refería.

-es que... Ella es una flor en un acantilado y tu eres... Tú, sin ofender- me señaló.

-si... Claro, que no me ofende Emma- ¿pero qué digo?- ni que estuviera buscando pareja, es... Innecesario ahora mismo, menos si es Anna, la conozco de bastante tiempo... No podría...

-¿no puedes o no quieres?- me vio alzando sus cejas.

-agh ¿qué importa eso ahora?- ella ya tiene otras cosas en que pensar, al igual que yo.

-hablando de Anna...- Norman llamó nuestra atención con sus palabras- creo que escuche que su facultad organizaria una reunión o algo así en un restaurante.

-¿cómo sabes?- pregunté.

-pues, es una de las estrellas de la universidad, no es tan difícil saberlo- tiene un punto.

Las estrellas de la universidad, son aquellos con los puntajes más altos en cada programa, se les llama así por las insignias que consiguen mediante méritos las "lumen", insignias con forma de estrellas. Actualmente tienen seis personas en ese puesto, Anna, Emma, Norman, Don, Gilda y yo.

Enfocándose tanto en el intelecto, los deportes y el arte.

[...]

Tenía un trabajo de medio tiempo, cerca de un restaurante, pero que raro ahí se veía alguien familiar.

-¿Anna?- la llame y ella quedó helada, claro la otra vez que intente hablar con ella huyó como si no hubiera un mañana, me pregunto si esta vez también se echara a correr. Yo solo quería saber de ella, hace tiempo no hablábamos... Se podría decir que la extrañaba, no me di cuenta de la importancia de su compañía hasta ahora, lo sentía tan natural como mi propia vida que cuando se alejo se sintió tan raro.

-R-Ray- volteo a mirarme, se veía nerviosa y un tanto sonrojada, si, ella siempre fue tierna como un conejo.

-¿estabas con tus compañeros?- traté de actuar normal.

-si, iba saliendo- es como si no hubiera cambiado en nada, pero al mismo tiempo si.

-¿sola?- la cuestione, ya que era muy tarde para caminar sola.

-hmm si.

-te acompañó- y ella solo sorprendida no dijo nada comenzando a caminar, recordaba aquellos días de secundaria.

-...- no decía nada y mantenía la mirada en el suelo.

-¿sucede algo?- le pregunté preocupado, pero ya sabría como me respondería.

-no, nada- sonrió como todas las otras veces que se lo preguntaba.

-hmm- pero eso era una barrera para alejarme y realmente no podía pasar de esa línea, nunca pude.

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Continuará...

HeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora