Taehyung es un mayordomo, pero no cualquiera, es el mayordomo del diablo y él cuida del prometido del diablo, un pequeño niño llamado Jungkook.
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Era de día, no había podido dormir por la incomodidad que sentía mi cuerpo, aún me dolía mucho ahí abajo.
— Buenos días amo — escuché la voz de Taehyung atrás mío que logró asustarme — veo que ya despertó... y se cambió de ropa —
— Sí... quiero caminar — dije evitando verlo a los ojos, me sentía muy nervioso de sólo recordar lo que vi anoche
— Bien, vayamos a camin... —
— Solo, quiero caminar solo Taehyung — dije pasando por su lado rápidamente
Estaba caminando por los pasillos con la vista baja, cuando la ropa hacia fricción con esa parte fastidiaba aún más y eso era vergonzoso.
— Amo — escuché la voz de Eunha atrás mío
Yo no dije nada y solo veía el suelo rojo, vi los zapatos de Eunha al frente mío, seguro ya lo había notado, pero eso era bueno, ella seguro sabía como solucionarlo.
— ¿Amo se siente bien...? — preguntó y yo negué
— Me-e duele mucho — dije sintiendo mis lagrimas brotar
— ¿Dónde le duele amo? —
— Aquí — dije poniendo mi mano por encima del lugar
— ohhh ya veo — dijo riéndose — no se altere amo, eso es normal y ocurre con la excitación —
— ¿Qué es eso? —
— Ya lo verá — dijo empujándome, haciendo que caiga sobre la gran alfombra — usted es un lindo omega que no sabe lo que pasa con su cuerpo, pero yo, su fiel servidora lo atenderá con gusto — dijo agarrándome de las piernas — abra más las piernas amo —
Las abrí lentamente, tenía miedo, pero si ella me podía ayudar estaba bien. Ella alzó el vestido ligeramente y pude sentir como metió su fría mano, podía sentir sus uñas afiladas pasearse por mi piernas de forma lenta.
— Ésto se llama pene y en los omegas es inservible, pero puede causarte satisfacción al tocarlo — dijo ella sonriendo con perversidad, poniendo su mano encima de la zona del dolor
Yo solo podía sentir asco, miedo y desesperación, no me gustaba sentir su mano ahí, pero mi cuerpo solo reaccionaba de manera rara, sentía calor.
— Ahg — salió de mi boca un sonido raro, sentí mi espalda erguirse dolorosamente cuando siguió con esos movimientos de forma lenta
— Pero si usted desea más placer puede tocar aquí abajo amo — de pronto sentí su filosa uña bajar hasta mi zona anal, haciendo que me sacuda