Taehyung es un mayordomo, pero no cualquiera, es el mayordomo del diablo y él cuida del prometido del diablo, un pequeño niño llamado Jungkook.
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(Una semana después)
— ¿Pero qué desastre pasó arriba? — preguntó mi señor riéndose
— Fue un accidente, no pude manejarlo como debía —
— No estoy enojado por eso Taehyung, además nadie se acordará de él —
— De igual modo yo no debí dejar que mi amo vea esa parte de mí, fue totalmente irresponsable sacar ese lado mío frente a él — dije viendo como él tomaba su copa de vino
— A mí me pareció gracioso ver eso, su cara de espantó era única — dijo viéndome fijamente
— Mi señor... no lo fue —
— Sí, lo sé, ese niño ahora no te habla, creo que fue un feo regalo de cumpleaños, pero al menos ya no querrá volver allá arriba, como tú querías — dijo burlón
Jungkook no me hablaba y evitaba estar cerca mío, sé que me tiene miedo, lo noté cuando al tocar su mano empezó a temblar.
— Los demás príncipes aún no han llegado — dije notando como su sonrisa se borró, simplemente quería que dejara de hablar del tema, quería dejar de ver su sonrisa
— Están en casa de Yoongi — dijo viéndome fastidiado
— El señor Yoongi es alguien muy amable al recibirlos — dije viendo como frunció el ceño, se estaba molestando
— ¿Cómo sigue tu rostro? — preguntó sonriendo, sabía que no me gustaba tocar ese tema, pero yo lo molesté primero así que me lo merezco
— Me voy a retirar, mi amo debe de tomar su desayuno — dije volteándome para salir, pero la puerta estaba totalmente cerrada
— ¿Me ocultas algo Taehyung? —
— No tendría por qué mi señor — dije viendo la puerta
— ¿En serio?, Eunha la otra vez me comentó algo muy curioso —
— ¿Qué le dijo exactamente? — pregunté volteando a verlo, viendo como simplemente cerró sus ojos y suspiró
— Dijo que tú estabas muy cerca de Jungkook, dijo que era algo demasiado íntimo — dijo sonriendo, pero no se veía feliz, era como una mueca — no me gusta que toquen lo que es mío —
— Con todo respeto mi señor, usted dejó que Eunha lo tocara primero, dejó que toque a mi amo de forma horrenda e indecente — dije sintiéndome molesto al recordar eso — además usted le dijo a mi amo que él es solo el tercer favorito para usted, mi amo debe de ser el primero, siempre—