Prólogo

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Todos en algún punto quieren saber cómo el caos se forma. Todos aquellos sobrevivientes vivían en un infierno que ni siquiera sabían como se había creado. Todos exigiendo saber la verdad.

Nadie sabía de aquella reunión secreta que hacían las grandes potencias. Hablando sobre lo mal que iba el mundo; de que cada minuto que pasaba el ser humano dañaba un poco más aquel planeta, que no hacía más que darle todo aquello que se necesitaba para vivir. Hablando de la sobrepoblación. Hablando de que cada día que pasa los recursos vitales para vivir se acaban. Buscando alguna idea que sirva para acabar con todo el mal que "el maravilloso ser humano" creaba con tan solo dar un paso.

Quizás esas ideas se les habían ido un poco de las manos.

"Existe agua en Marte, hace poco lo han confirmando" dijo uno de ellos "Podemos abandonar la tierra e irnos a Marte" Algunos lo miraron con el semblante serios, otros parecían considerar esa propuesta; hasta que uno de ellos habló: "Estamos buscando una forma de salvar el planeta, y esa es una pésima idea. ¿Con el fin de que? Si aquella sugerencia se llegara a realizar los únicos que perdemos seríamos nosotros. El ser humano es experto en dañar todo lo que toca. Y lo peor que le podría ocurrir a aquel indefenso planeta llamado Marte, sería caer en las horribles garras del ser humano." La persona que dijo lo de Marte, no volvió a abrir la boca en lo que restaba de reunión.

"Quizás podamos crear algo que los mate silenciosamente" Todos posaron la mirada en aquel hombre que no había soltado palabra alguna en lo que llevaban hablando y dando ideas absurdas. A simple vista se veía alguien de mirada fría y calculadora. Siguió hablando cuando nadie fue capaz de cuestionar lo que acababa de decir. "Podemos tomar a los mejores científicos y pagarles por crear alguna cosa, bacteria o algo que los mate silenciosamente. Algo con lo que, por supuesto, no se siente dolor. Algo que sea capaz de hacer que el corazón humano se detenga cuando este está en su máxima relajación... durmiendo, por ejemplo. Algo que mate a las personas más vulnerables cuando duermen y algo que sea completamente imposible hallar la cura." Nadie dijo nada por alrededor de casi diez minutos. "Solo es una sugerencia, claro."

"¿Y cuando sabremos exactamente, que aquello creado tiene un cien por ciento de efectividad...?"

"Aquella... ¿Vacuna? se verá probada en alguien completamente equis en el asunto, si esto no es efectivo y muere con algún minúsculo síntoma de dolor, se lamentaba el mal trabajo que se realizó. Oh y la pérdida de aquella persona, claro"

"Pero y esa pérdida..."

"Son ustedes los que comenzaron a quejarse por la sobrepoblación en un principio. Yo di mi sugerencia para que esta "gran sobrepoblación" de la que tanto se quejan acabe de una vez. Es un poco irónico que ahora les importe las pérdidas, sin embargo. Yo no les estoy obligando a que mi idea se lleve a cabo. Eso ya es asunto de ustedes."

Todos volvían a mirarse entre ellos, sin soltar palabra alguna; cuestionando si aquello que acababan de escuchar era una buena idea. Había que aceptar que había sido la mejor hasta ahora. Como nadie se atrevía a hablar, uno de ellos lo hizo.

"Háblenos un poco más sobre eso..."

Y ahí fue donde el infierno apenas comenzaba a crearse.

Habían contratado a los mejores científicos de diferentes partes del mundo. Todos trabajaban para crear esa vacuna. Creando miles de diferentes fórmulas. Teniendo en cuenta de que este poderoso agente patógeno se replicará de una manera increíblemente rápida, y vista de que el ser humano no poseería ningún anticuerpo capaz de acabar con aquello, sería un factor propicio para su propagación. Sumándole a esto la facilidad con que hoy en día una persona viaja a cualquier parte del mundo. También, siempre teniendo en cuenta que aquel mortal microbio se transmite de persona a persona con tan solo abrir la boca. En una una hora el tercio de la humanidad ya tendría al virus dentro dentro de su cuerpo, ya actuando y esperando a que la persona se duerma. O esa era la idea.

Esto que se creaba no se vería propagado a través de una vacuna, sería muy sospechoso que se anunciara la obligación de vacunarse ¿En contra de qué? Las primeras pruebas si se harían en forma de este método, con cualquier persona voluntaria del mundo, o quizás no completamente voluntaria.

Pero nada realizado fue acorde al plan.

Se crearon tres fórmulas diferentes, probada en tres diferentes personas. Esta gente fue elegida al azar, sacada de su casa y sin darle alguna explicación. No se preocuparon por el pasado, o los problemas que sufren estas personas. El principal error.

Las vacunas fueron probadas en estos tres diferentes sujetos.

Vacuna uno: Empezó a efectuarse dentro del organismo. Comenzando con un simple resfriado. Un día después el sujeto número uno había muerto con gran dolor punzante en la cabeza y sintiendo como sus huesos eran sacados de su cuerpo. Descartada.

Vacuna dos: Nada había ocurrido. El sujeto número dos había estado una semana exacta en observación. Hicieron miles de exámenes y en todos el resultado era el mismo. Completamente sano. Fue dejado en su casa, completamente olvidado, e identificando a la vacuna como defectuosa. ¡Oh, qué ingenuos! Tal vez no eran completamente inteligentes.

Vacuna tres: Desde el momento que fue colocada en el organismo del hombre, los síntomas de dolor comenzaron. El sujeto tres murió veinte minutos después.

Habían continuado con las investigaciones y fórmulas, y en ningún momento recordaron al sujeto dos.

El sujeto dos seguía con su vida "normal", pero nadie sabía que este sufría de una gran depresión, hasta el punto de querer atentar con su propia vida. Luego de que fue dejado en su casa, fue por dos días seguidos al trabajo. Con esos pensamientos dentro de su cabeza, esos pensamientos que no lo dejaban en paz. El sentimiento de querer morir cada vez se hacía más grande. Dos días después este sujeto se suicidó. Tuvo tanta mala suerte que aquel agente patógeno que se había colocado en su organismo comenzó a actuar para volverlo a la vida, de una forma un tanto... diferente.

Aquel virus que llevaba dentro comenzaba a actuar de manera muy silenciosa, de una manera en la que nadie se da cuenta. Se mantiene escondido en alguna parte del cerebro, completamente invisible para el ojo humano y comenzaba a actuar de verdad cuando la persona moría.

La razón por la que la persona moría daba igual. El virus era paciente, hasta tal punto que la persona podía fallecer de anciano, este seguiría ahí esperando para poder actuar.

El virus actúa en la parte derecha del cerebro, donde está manejaba al cerebro en sí; la sangre y la conciencia. La parte izquierda en donde estaba la personalidad, memoria y sentimientos estaba completamente olvidada.

Este microbio actuaba en la parte derecha del cerebro ya muerta y la modifica un poco, así haciendo que la persona "fallecida" volviera a la vida como alguien completamente diferente. Algo que comenzaba a actuar por instinto y por hambre. Por eso la única forma en la que se podía acabar con esto era siempre apuntando a la cabeza.

Dejando al cerebro un poco de lado, es momento de recordar que este virus se transmite con solo abrir la boca. El sujeto, después de ser dejado en su casa, había vivido su vida normal por alrededor de tres días.

En la semana que estuvo en el laboratorio, y los tres días libres contagió a todas las personas que estuvieron a su alrededor. (No importaba si los científicos y doctores se habían protegido, aquel virus maligno se fue contagiando igual)

Ya en este punto, el mundo entero tenía un virus escondido en la cabeza, esperando pacientemente a que la persona muriera para poder comenzar a actuar. 

Miles de personas mueren a diario. 

El mundo no demoraba en irse a la mierda. 

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¿Pueden creer que toda esa mierda que escribí salió de mi cabeza? 

Yo personalmente no. (me sorprende cuanto hay ahí dentro...) 

All the love, anto. xx

Against the apocalypse [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora