CAPITULO 43

493 8 0
                                    


POV EMMA


Mierda creo que no me puedo mover, no pensamos en las consecuencias de tener tanto sexo, lo bueno es que pudimos dormir todo lo que quisimos, despacio volteo hacia donde debería de estar mi esposo, toco su lado y esta frio quiere decir que se levanto hace mucho 

-STEVEN DONDE ANDAS? -a penas termino de gritar me quejo bajo por el dolor de garganta que me traigo 

-BAÑO

es lo único que me contesta, reuní toda mi fuerza y salí de la cama, mis piernas estaban peor que gelatina pero logre llegar a el baño sin caerme, entro tratando de no llamar su atención y lo encuentro metido en la tina llena de hielo, sus ojos estaban cerrados y tenia la cabeza a recostada a la pared 

-que te paso cariño -le hablo haciendo que me mire y sonríe de medio lado 

-me duele el pene, quieres acompañarme? -lo miro divertida y acepto, suelta una carcajada al verme caminar extraño -por lo que veo no soy el único adolorido 

-eso parece cariño -me ayuda a meterme y suelto un gemido cuando el agua fría hace contacto con mi piel 

-te vas a costumbrar, ya veras que cuando salgamos te sentirás mucho mejor 

-mmm quien te enseño hacer esto?

-como recordaras mi amor yo paliaba y uno de los entrenadores nos recomendaba hacer esto, para que nuestros músculos se soltaran y no dolieran como el infierno, lo ideal es hacerlo justo después de realizar la pelea o en este caso el sexo duro, pero nos quedamos dormidos 

-entonces tenias planeado dejarme muerta de dolor mientras tu te relajabas?

-no, el plan era levantarte pero te vi tan dormida que me arrepentí así que entre solo, luego iba hacerte entrar cuando ya por ti sola te levantaras 

-ok 

lo mire y decidimos quedarnos sin hablar, se siente bien el frio, espero que no nos enfermemos por esto, pego mi espalda a el pecho de Steven y este deja un beso en mi cabeza para luego poner música, ambos nos relajamos tanto que parecíamos dormidos, cuando mis labios comenzaron a temblar fue la señal de que debíamos de salirnos ya 

ninguno de los dos quería cocinar pero Dios bendiga a nuestras madres, cuando abrimos la nevera estaba llena de comida solo teníamos que calentar, Steven estaba encargándose de eso mientras yo me fui a ver las cosas que nos habíamos traído 

para ser mas precisos la caja de los libros ya sea la mía o la de mi esposo, cuando por fin di con ellas saque el primer libro que vi, corrí a el sofá justo a tiempo para recibir la comida, pensé que había sido mucha pero a la final no dejamos nada en los platos 

-que libro tomaste cariño 

-cero rubias, curiosamente fue uno de mis primeros libros leídos en wattpad 

-me gusta, lo lees tu o yo -negué con mi cabeza 

-yo tu encárgate de hacerme un masaje en mis piernas 

-como mande mi reina 

nos acomodamos en el sofá y comencé a leer desde la mitad, pero Steven en vez de hacer algún masaje lo que hacia eran cosquillas, ambos nos rendimos, decidió darme acaricias por mi pierna y justo así nos quedamos por mas de una hora 

-quieres dar una vuelta por los alrededores mi mor? -pregunta Steven haciéndome confundir un poco, se que no hemos ido a terapia y que sea el quien da la idea de salir me parece un poco extraño 

DESEOS PROHIBIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora