Myers [Fred Weasley]

10) Criaturas mágicas

—Ya estoy aquí— dijo Julia entrando por la puerta de la caseta.

—Julia— Fred se levantó preocupado pero en cuanto se dio cuenta de su emoción se relajó— ¿Estas bien?

—Sí Freddie— dijo la chica entre risas y se sentó al lado de Fred.

—Hagrid, una pregunta— el chico llamó la atención de las dos personas que habían allí junto a él.

—Dime— le contestó el semigigante haciéndole continuar al pelirrojo.

—¿Por qué tienes esta caseta? Digo, tú no vives aquí.

—Cierto, pero está más cerca de todas las criaturas del bosque y así puedo trabajar mejor— le contestó— Por cierto Julia, habías venido para ver a Buckbeak, ¿verdad?

—Sí, estuve leyendo sobre ellos, bueno no sobre Buckbeak porque dudo que haya algo escrito solo sobre él en los libros, pero sí que he leído sobre su especie.

—¿Quién es Buckbeak?— intervino Fred en la conversación.

—Es un hipogrifo, le puse nombre ya que lo he criado desde pequeño y le tengo especial cariño— el guardabosques se puso nostálgico al recordar su historia con aquel animal.

—¿Entonces mañana traerás a los de tercer curso a conocerlo?— preguntó la chica entusiasmada, aunque no fuera su curso luego Adhara probablemente se lo contarían.

—Así es, estoy un poco nervioso porque es la primera vez que enseño una criatura que pueda llegar a ser un tanto... peligrosa— se le notaba la preocupación solo con escucharlo.

—Tranquilo, no creo que pase nada. Además, si siguen tus indicaciones no les va a pasar nada— Julia intentó tranquilizarlo.

—Bueno, ¿queréis ir a verlo?— les dijo Hagrid cambiando de tema.

—¡¿Qué!?— Julia se levantó de un salto— ¿Lo dices en serio? Me encantaría.

—Claro que sí, veo que te gustan bastante las criaturas mágicas— a Hagrid se le notaba más animado.

—Fred, vienes ¿verdad?— le dijo la chica pareciendo una niña pequeña con una piruleta.

—No se... ves tú, yo me quedo aquí— le dijo el pelirrojo.

—Vengaa— realmente parecía una niña pequeña— porfiiii— le pudo cara de perrito.

—Está bieen— dijo el chico desanimado pero a la vez contento.

Los tres salieron y se dirigieron hacia el recinto donde se encontraba el hipogrifo, estuvieron una media hora con el animal. A Julia le encantó y tanto el hipogrifo como ella se hicieron buenos amigos. A Fred le acabó gustando el animal aunque estuvo más rato hablando con Hagrid sobre sus futuros planes y lo que le gustaba hacer que prestando atención al animal, aunque de vez en cuando se quedaba mirando como Julia jugaba con este.

—Venga chicos, se está haciendo tarde. Os acompañaré hasta la salida del bosque— les dijo Hagrid.

—Vale— respondieron los dos a la vez.

De camino a Julia le pareció ver unos ojos entre la oscuridad del bosque y enseguida distinguió que era Sirius porque le guiñó un ojo y ella sonrió.

Una vez llegaron a la salida Fred y Julia se dirigieron al castillo y Hagrid a su casa.

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Ya era la mañana siguiente y Julia estaba dando una vuelta por el lago negro ya que su siguiente clase no era hasta las 9.

—Julia— le llamó alguien desde detrás.