1) Una semana antes

338 12 0
                                    

Falta una semana para que Julia y Spencer empiecen el 4º curso en Hogwarts, y el primero de Tim.

—Tim puedes parar de decir que estás emocionado—dijo Julia bajando las escaleras para entrar al gran salón.

—Sí, sí. Ya nos hemos enterado de que estás emocionado y todo eso—le continuó Spencer bajando al lado de Julia.

La casa es bastante grande ya que tanto Jack como Kate tienen buenos trabajos. Es una casa la cual tiene una granja no muy lejos. Tienen todo tipo de animales, caballos, gallinas, ovejas, perros... ya que les encantan los animales. La granja es de una humilde señora que vive en una casita pequeña al lado del granero y todos la tratan como si fuera su abuela ya que es muy buena. La señora se llama Mery pero todos la llaman Mer ya que es más corto. Tiene una hija mayor, de unos 32 años, es muy amable y ella también trabaja en la granja.

—¡Mamá!— dijo Julia gritando— ¡Nos vamos con Mer!

—¡Y comeremos allí!— le continuó Spencer.

—Oye, yo también quiero ir— les dijo Tim al escuchar todo.

—No, no. Tú te quedas enano— contestó Spencer.

—Adiós— dijo Julia saliendo de la casa.

Una vez llegaron a la granja, que estaba a unos 20 minutos andando, Julia fue directa a ver a los caballos mientras que Spencer se fue al cobertizo a por una guitarra que siempre guardaban allí.

—¿Qué canción te apetece tocar?— le preguntó el chico a Julia sentándose a su lado.

—¿Tengo que tocar yo?— preguntó Julia desanimada.

—Bien, pues toco yo— y Spencer empezó a tocar unos acordes y tararear.

Julia vio un caballo blanco y gris hermoso así que decidió dibujarlo. Abrió su bolsa en la que siempre llevaba un libro para leer y una libreta con un lápiz y una goma, sacó la libreta y el lápiz y empezó con el boceto. No lo hizo muy grande, más o menos del tamaño de un puño o un poco más. Después de estar una hora Julia ya casi había acabado su dibujo y Spencer se había quedado dormido, una vez acabó el dibujo decidió despertar a Spencer e irse dentro de la caseta de Mer. Allí se quedaron hablando con su hija la cual se llama Cassandra pero todo el mundo la llama Cassie. Julia se puso a dibujar a un pajarito que tenían en una jaula dentro de la casa y Cassie al ver el dibujo del caballo se sorprendió mucho.

—No sabía que dibujas Juls— le dijo la chica.

—Bueno, en mi tiempo libre— le contestó ella quitándole importancia.

—¿Me podrías hacer un dibujo? No de mí, creo que ibas a dibujar el pájaro ¿no?— le preguntó ella emocionada.

—Si, claro. Un segundo que tengo hojas en mi bolsa— Julia se levantó y sacó unas hojas, Cassie con un poco de magia las aliso para que no tuvieran arrugas ni dobleces y Julia empezó a dibujar. Pusieron un poco de música en la radio y eso le facilitó a Julia hacer su dibujo porque le entretenía la música.

—Entonces dibujas...— empezó a decir Cassie.

—Si, desde que soy pequeña me gusta dibujar— le respondió Julia sin apartar la mirada del dibujo.

—Y también desde pequeña toca el piano, le gusta leer y hace dos veranos los dos aprendimos a tocar la guitarra— le dijo Spencer intentando introducirse en la conversación.

—¿Algo más que contarle desde que nacimos hasta hoy, Spencer?— le dijo Julia casi riéndose.

—Pues son 14 años así que sí, muchas cosas— le dijo un poco molesto Spencer.

A Spencer le gustaba un poco Cassandra ya que era una chica bastante guapa y obviamente él se lo había contado a su hermana.

—A ver, en realidad son 13 años, ya sabes... nuestro cumpleaños es dentro de dos días—dijo la chica mientras borraba una raya de su dibujo.

—Ai vale, que exquisita que eres— le dijo su hermano.

—¡Ya está!- exclamó Julia al cabo de diez minutos— Dime qué te parece— le extendió el dibujo a Cassie.

—Increíble, me encanta- le dijo cogiéndolo con mucho cuidado, como si fuera una lámina finita de cristal y se pudiera romper con facilidad- ¿Me lo puedo quedar?

—Claro, si lo he hecho para ti— le dijo Julia.

—¿En serio?— le contestó la chica dejando con cuidado el dibujo en la mesa y se levantó a darle un gran abrazo a la pelinegra, lo que le pilló desprevenida.

—¡La comida, hijos!— en ese momento entró Mer en el salón.

—¡Comida!— los tres exclamaron a la vez lo que le provocó una risa a Mer y se fueron los cuatro a comer.

—Estaba muy bueno todo Mer— le dijo Spencer cuando ya acabaron de comer.

—Si, gracias por dejar que nos quedáramos a comer— le continuó la chica a su hermano.

—No hay de que chicos, sabéis que siempre sois bienvenidos a esta casa— les dijo Mer recogiendo la mesa.

Julia vio la oportunidad de dejar a su hermano a solas con Cassie así que decidió no levantarse, no se iba a ir y dejarlos a solas porque la chica le caía muy bien y no quería que su hermano la acosara, a parte de la gran diferencia de edad que había entre ellos.

—Spencer podrías ayudar a Mer a recoger la mesa— le dijo Julia para que la pobre Mer no lo hiciera ella sola.

—Y porque no lo haces tú— le reprochó el chico.

—Porque yo estoy cansada, tú te has dormido casi una hora entera— puso la chica como excusa, su hermano bufó a modo de protesta pero se levantó y ayudó a quitar la mesa, cuando volvió estaba su madre allí.

—Spencer, venga nos vamos a casa ya que es tarde— le dijo su madre.

—Pero si son las tres de la tarde— rechistó el chico.

—¿Te quieres quedar?—le dijo su madre.

—Pues no estaría mal, al menos hasta las cuatro.

—¿Julia?—miró su madre a la mencionada.

—¿Qué pasa Ma?— le dijo ella sin haberse enterado de nada de la conversación ya que estaba todo el rato mirando aquel hermoso caballo que había dibujado hace unas horas.

—Te quedas aquí o te vas a casa—le dijo su hermano.

—¿Te vas a quedar verdad?— le preguntó con muy poco ánimo a su hermano.

—Si, o si no, no te lo preguntaría— le dijo con demasiada obviedad el chico.

—Bueno pero yo a las cuatro me voy a casa que tengo sueño— y la chica volvió a dejar la bolsa en una silla.

—Bien, a las cuatro os quiero a los dos en casa— les dijo a los dos su madre, saliendo de allí.

Myers [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora