彡◦ೋ ∴ꜱᴇᴇꜱᴀᴡ∴ ◦ೋ 彡 {Neo Adaptación}

Quiebre

Yo sabía que me mentías,

Siempre supe que era mentira

Todas las cosas lindas que él a mí me decía.

Y tú pensando que era tuya,

No te diste cuenta que tú me perdías.

Pensé que era real,

Te felicito por lo bien que tú fingías

Tú nunca sentiste lo que yo sentía,

Cuando yo lloraba, cuando estaba sola,

Cuando yo me sentía vacía...

~Fingías, Paloma Mami~

Cha Hakyeon recordaba muy bien esos días en los que Taekwoon le usaba a su antojo y placer propio.

La forma en la que lo tocaba, le miraba, le hablaba, siempre con un toque de superioridad, como si él no fuera nada más que un objeto que tenía, un juguete al que poco cuidaba, pero no quería soltar.

Hakyeon se sintió degradado hasta un punto en el que ni él se reconocía.

Una tarde, luego de follar en la cama del menor, Taekwoon observó el techo, recuperando el aire, y Hakyeon aprovechó para acurrucarse a su lado, olisqueando su aroma. Para su sorpresa, Taekwoon no le hizo a un lado como veces anteriores, e incluso sus dedos se deslizaron por su cabello desordenado, sacándole un ruido de gusto por eso.

Eran esos breves momentos en los que creía que el alfa le estaba correspondiendo, en los que pensaba que Taekwoon se daría cuenta de que le quería.

—Taekwoon —le dijo con voz suave, llamando su atención, y el alfa le miró con expresión perezosa—, tú... realmente me haces sentir bien —sus mejillas se pusieron coloradas y se sintió ridículo por ello, porque acababan de follar y se estaba avergonzando de sus palabras.

Taekwoon asintió, desinteresado.

—El sexo se trata de eso, de sentirse bien —respondió Taekwoon como si él fuera un estúpido.

Hakyeon lo era. Era muy idiota.

—Lo sé, es sólo que... —mordió su labio inferior—, ¿no quieres ser mi alfa?

Taekwoon lo observó y Hakyeon tragó saliva, dispuesto a seguir cuando vio que el más bajo no respondía.

—Me gustaría mucho que me marcaras —continuó Hakyeon, sonriendo con timidez—. ¿No sería eso genial? Así tú y yo...