Más que amigos || Draco Malfoy

Capítulo 41

Tras enseñarnos cual era la función del mapa del Merodeador, Harry y yo nos dirigimos a Hogsmeade tapados por su capa invisible

Estábamos al lado de Honeydukes. De allí salían Ron y Hermione

─¡Harry! ¡T/N! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo lo habéis hecho?- saltó la chica

─¡Habéis aprendido a materializaros!- se impresionó Ron

─Por supuesto que no- rie Harry

Ambos les contamos que los gemelos nos dieron el mapa del Merodeador

─¿Por qué Fred y George no me lo han dejado nunca? ¡Son mis hermanos!- el pelirrojo se indignó

-¡Pero no se quedarán con él!- dijo Hermione- Se lo entregarán a la profesora McGonagall. ¿A que sí?

─Claro que no- negué

─¿Estás loca?- dijo Ron a Hermione-
¿Entregar algo tan estupendo?

─¡Si lo entregamos tendremos que explicar dónde lo conseguimos! Filch se enteraría de que Fred y George se lo cogieron- añade el de gafas

─Pero ¿y Jack Brown y Sirius Black?- susurró Hermione- Podrían estar utilizando alguno de los pasadizos del mapa para entrar en el castillo. Los profesores tienen que saberlo

─No pueden. Hay siete pasadizos en el mapa, y Filch conoce cuatro. En cuanto a los otros tres... uno está bloqueado, otro tiene plantado en la entrada el sauce boxeador, y el que acabamos de atravesar es difícil distinguir la entrada... Así que a menos que supiéramos que de encontraban allí...

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Harry limpiaba mis lágrimas mientras que me abrazaba fuertemente sentados en el sofá que hay enfrente de la chimenea de la Sala Común

─Ellos les traicionaron- sollocé- Confiaban en ambos y les fallaron a nuestra familia

─Vamos a encargarnos de todo esto- habló Harry con voz firme- Tenemos que acabar con ellos

Yo asentí con la cabeza y respiré hondo. Minutos atrás intenté no volver a tener un ataque de ansiedad después de un tiempo atrás

Un par de horas después fui al despacho de mi padre. Dijo que quería hablar de las vacaciones de Navidad

─Hola, papá- saludé

─Querían comentarte que estas vacaciones es recomendable que no salgas de Hogwarts, así que, las navidades las pasarás aquí en el castillo- habló

─Entiendo... Los dementores y Brown...- suspiré

─Espero que lo entiendas, hija. Cuando lo encuentren, todo volverá a la normalidad- hablaba con un tono comprensivo, cosa que me sorprendió

Asentí con la cabeza y me fui. Al menos me consolaba que ron, Harry y Hermione se quedaban aquí también haciendo compañía

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La mañana de Navidad, mis amigos y yo decidimos bajar a la Sala Común para abrir los regalos

─Otro jersey de mamá. Marrón otra vez- dijo Ron

Abrí un paquete blanco y también era un Jersey hecho por Molly, de color verde esmeralda con mi inicial bordada en blanco

─Ron- hablé sonriendo- tu madre es un encanto

Desenvolví varios paquetes más, hasta que me quedaron tres por ver

Agarré uno de pequeño tamaño, y al ver ese regalo fue inevitable sonreir. Era una pulsera plateada con mi inicial tallada en una pequeña chapa

"Feliz Navidad a la mejor persona que ha aparecido en mi vida. Espero que te guste"

Claramente era de Oliver

Desenvolví el envoltorio de otro regalo de tamaño mediano. Una caja aterciopelada negra y lujosa se presentaba. Cuando abrí la caja, vi un precioso collar plateado con pequeñas esmeraldas

"Para la mejor amiga que tengo. Disfruta de la Navidad. Ya te extraño"

─Yo si que te extraño, Draco- murmuré mientras me ponía el collar

Desvié mi vista al último regalo que me faltaba por abrir, el cual, era enorme. No me podía creer el regalo que recibí

─¡Es la Saeta de Fuego!- gritó Ron entusiasmado. Al parecer Harry también tenía una

─¿Quién os la ha enviado?- preguntó Hermione

─No lo sé- me limité a decir

─No tiene tarjeta- comentó el de gafas

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─No te culpo- dije a Hermione sacándole las lágrimas- Lo hiciste porque te preocupaste por nosotros. Razonaste y fuiste coherente

La chica de pelo rizado avisó a la profesora McGonagall que revisara las escobas que recibimos Harry y yo estaba mañana. Ella intuía que nos las mandaron Jack Brown y Sirius Black, y quería que fueran revisadas por si tenían algún maleficio

─Ahora me odian- sollozó

─No lo hacen- negué abrazándola- Solamente están enfadados. Ya se les pasará el berrinche

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La noche anterior a la vuelta de las clases estaba esperando a Oliver en la Sala Común, la cual, estaba completamente vacía

─¿Me echaste de menos? Porque yo a ti demasiado- dijo con su voz ronca cerca de mi oído mientras me abrazaba por la espalda

─No sabes cuanto- respondí mientras di media vuelta para quedar cara a cara

Pasó sus manos por mi cintura mientras que deslizaba las mías alrededor de su cuello

Poco a poco nos acercamos más hasta fundirnos en un lento y cariñoso beso

─No te lo vas a creer- dije entre besos

─¿Con qué me vas a impresionar?

─A Harry y a mi nos han regalado la Saeta de Fuego

En un instante, el castaño cortó el beso aún sin soltarme

─¿En serio?- sonrió y asentí- ¡Es genial!

─Sí, lo es. Pero no sé cuando la tendré

─¿Pero no te la habían regalado?

─Sí, sí- reí- El problema es que la profesora McGonagall las tiene en revisión. No sabemos quién nos la mandó y quiere revisar que está en perfecto estado

─Esto es increíble. Ya no es una, sino dos... ¡Dos Saetas de Fuego en el equipo! ¡Es la mejor noticia que me han dado!

Me besó emocionado y yo ahogué un grito en el beso por lo inesperado y con la fuerza e intensidad que fue

Oliver se sentó en un sillón, y yo me subí a su regazo apoyando mi cabeza en su pecho mientras me hacía caricias en el pelo

─¿Has vuelto a tener algún ataque de ansiedad?

─No... El día que os fuisteis a Hogsmeade antes de las vacaciones lo supe controlar

─¿Pudiste?- sonrió y yo asentí- ¿Qué es lo que sucedió?

No quise contar lo que realmente pasó, así que decidí decir que discutí con mi padre

Pasamos gran parte de la noche hablando sin parar, hasta que nos dimos cuenta que era tan tarde que en tres horas nos tendríamos que despertar para desayunar e ir a clases, así que nos despedimos con un beso en la frente que me dio él y nos fuimos a nuestros dormitorios a descansar las pocas horas de sueño que quedaban