Capítulo 2

1.6K 131 18
                                    

Retiraba lo dicho, su desayuno solo se restringió a un par de donuts, su café y el tazón de ensalada de frutas, todo lo demás fue el desayuno de Steve, pero no estaba molesto, más bien preocupado. Al terminar de comer el rubio se levantó rápidamente y salió corriendo.

Tony siguió al rubio que caminaba rápidamente tapándose la boca, pero al llegar al baño le cerraron la puerta en la cara, no quiso insistir. Decidió entrar al escuchar como el agua del grifo corría.

—Deberías ir al médico— Fue lo primero que dijo a ver como Steve se estaba lavando la boca.

El rubio sonrió al verlo a través del espejo, Tony estaba apoyado en el marco de la puerta, tenía una expresión molesta. Su expresión decía que estaba molesto, pero sus ojos indicaban lo preocupado que estaba por su esposo.

—No es necesario, Tony— Contesto el rubio al terminar de lavar sus dientes— La doctora dijo que es normal.

A Tony le molesto aquella actitud de tomarse tan a la ligera con respecto a su salud. ¿Qué clase de doctor dice que las náuseas son normales?

—Señor Stark —Llamo la I.A. interrumpiendo cualquier comentario de la pareja— La señorita Potts pide su presencia con urgencia en Industrias Stark.

— Gracias— Contesto imitando como lo hizo Steve en la cocina.

— Será mejor que te cambies, seguro Happy vendrá a recogernos. — Contesto el rubio saliendo del baño.

Tony salió del baño y subió a la habitación para cambiarse con algo más de acuerdo para ir a la empresa, escogió un terno negro.

Ambos salieron a la entrada donde un auto negro de lunas polarizadas les esperaba, un hombre de compostura gruesa trajeado estaba a un lado de las puertas.

—Buenos días, Señor Stark, Capitán Rogers— Saludo el hombre

— Buenos días, Happy— Devolvió saludo Steve con una sonrisa, Tony solo dio una sonrisa y un asentimiento con la cabeza.

Ambos se acercaron al auto, pero Steve se detuvo en la puerta mirando extrañado como Stark entraba al otro lado, normalmente era Tony quien le abría la puerta, fue Happy quien le abrió la puerta al rubio. 

El viaje empezó, la pareja en silencio durante el inicio de viaje. Tony veía la ventana tratando de ubicarse, pero eran más de 10 años de diferencia así que era muy poco probable que reconociese algo.

—Me pregunto cómo les fue en la luna de miel. — Comento Steve empezando una conversación, pero a cambio solo recibió el silencio de su esposo, quien solo miraba la ventana ignorándolo. — Tony, ¿Estás bien? Has estado muy callado. — Llamo el rubio logrando que su pareja le mire.

—Si solo...— Empezó a responder Tony sin saber cómo continuar. Solo no sé lo que está pasando, ayer tenía 17 años y hoy despierto casado con el chico que me gusta y eso solo para empezar, pensó.

— Nada— Contestó Tony con un suspiro —Creo que estoy algo cansado— Termino de excusarse.

—Supongo que es mi culpa— Respondió el rubio con un sonrojo y una leve sonrisa - No te deje dormir bien anoche— Tony sabía por la expresión de Steve y el comentario a lo que se refería.

Como no había pensado en aquello antes. Vamos incluso por como despertó en la mañana daba una señal bastante clara.

—Capitán, se me olvidaba— Dijo el chofer— Felicidades por lo del embarazo— Felicito con una sonrisa mirando a la pareja por el retrovisor.

Aquella felicitación hizo que el castaño abriera más los ojos de la sorpresa. Sabía que Steve era un doncel, tal vez no uno normal porque no tenía el cuerpo delicado de uno, siempre estaba en forma; no por nada era el capitán del equipo de futbol de la escuela. Un embarazo, aquello explicaba el aumento de peso y el gran apetito del rubio pues era su hijo quien lo provocaba. Su hijo, iba a tener un hijo con Steve. Calma Tony un problema a la vez, pensaba el castaño, primero saber por qué no recuerdas nada sobre los últimos años.

¡¿Qué está pasando?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora