Capítulo 16

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La campana sonó para indicar el inicio de la hora libre, y un joven Tony Stark caminaba al comedor. Reservando una mesa para él y su amiga. Esperándola mientras comía galletas que compró de la máquina dispensadora.

Miraba la entrada esperando a Pepper, pero solo encontró otra cabellera rubia. Soltó un leve suspiro inconsciente al ver al de bonitos ojos azules pasar usando aquella chaqueta de uniforme, sonriendo como propaganda de dentífrico, mientras una leve corriente de aire peinaba su cabello, caminando para encontrarse con sus amigos.

"Steve Rogers, tan perfecto como siempre" pensó con una sonrisa, sin dejar de mirarlo.

Pero el sonido de la bandeja contra la madera de la mesa le despertó de su ensoñación provocando un susto en el castaño. Pepper sonrió al conseguir aquella reacción en su mejor amigo, si había algo que le gustaba era molestarle cuando se perdía viendo al doncel.

-¿Por qué en vez de comerlo con la mirada, vas y le dices que te gusta? -Comentó la rubia mientras comía su manzana.

-Sí claro- Contestó Stark en tono sarcástico.

Luego la pareja de amigos vio como entraba James Barnes corriendo en dirección a Steve, saltando en su espalda para abrazarlo, provocando al principio desconcierto y luego risas en el rubio, pero Tony soltó un gruñido de disgusto al ver esa escena.

-Me dijo que eran amigos- Dijo mientras apretaba con fuerza el empaque de galletas.

-De hecho, te lo grito- Corrigió la rubia recordando aquel episodio.

-Pero ahí está- Comentó el castaño ignorando a su amiga -Se miran tanto, se abrazan, se sonríen, solo falta que se besen.

-Tony, son solo amigos- dijo tratando de calmar al adolescente.

Stark solo rodó sus ojos y siguió comiendo su refrigerio, mientras buscaba otro tema de conversación que no sea la "pareja".

Pepper solo le siguió la corriente a Stark. Y mientras conversaban, la rubia se percataba de las veces que Tony miraba al capitán. Conversaron hasta que la campaña volvió a sonar.

Hubo un tiempo donde pensó que debía alejar a Stark de Steve y así evitar que aquel enamoramiento crezca para que su amigo no terminara herido. Pero pronto se dio cuenta de que el rubio también se detenía a mirar a Tony con una pequeña sonrisa y un leve sonrojo, incluso en la clase de física le escuchó soltar suspiros mientras su amigo exponía.

Sí, ambos eran un par de idiotas que se gustaban, pero ninguno decía nada.

A veces se preguntaba, había muchos chicos tras de Steve, ¿Por qué Tony?

Tenía que admitir que su amigo era atractivo, con una larga lista de personas pidiéndole una cita, pero sabía que a Steve no le importaba si era o no popular.

También estaba esa extraña manera de coqueteo que tenía su amigo hacía Steve, molestar al doncel para así tener su atención, que, si no fuera porque vio a su amigo suspirar por el rubio desde hacía tiempo, pensaría que lo detestaba.

Lo que no entendía era como aquello había funcionado. No quería pensar que tipo de brujería había hecho Tony para que el capitán también termine enamorado de él, mejor prestaba atención a sus clases de química.

A la hora de la salida, Tony caminaba por los pasillos algo vacíos, iba directo a las canchas esperando ver al capitán y a su equipo entrenar, antes que venga el auto que lo llevaría a su casa.

Y mientras avanzaba, escucho voces que salían de los vestidores, normalmente ignoraba las conversaciones ajenas, pero se detuvo al escuchar la risa de Steve.

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