Un bello atardecer estaba sobre él, el frío comenzaba a calar en sus huesos y de su boca salía vapor al suspirar aliviado y satisfecho de haber terminado su jornada de trabajo. Tomó sus cosas, se despidió de sus compañeros y caminó hacia la estación del metro.
«Quiero verlo.» en su trayecto de treinta y cinco minutos, su mente no paraba de repetir esa frase. Aunque su rostro demostrará no tener emoción y que sus ojos se perdieran en la pantalla de su celular, estaba ansioso por llegar a casa.
Sumando unos diez minutos de caminata y estaría llegando a su departamento en un barrio tranquilo, lleno de vecinos amables de avanzada edad y gatos rondando por ahí. Buscó en su abrigo las llaves del lugar y tan pronto como abrió la puerta, fue recibido por él.
Sus brazos lo rodeaban casi como si estos fuesen hechos específicamente para su cuerpo, podía sentir sus dedos incluso a través de toda esa ropa de invierno y también sentir la calidez que desprendía ese delgado cuerpo suyo. El cosquilleo de su cabello estaba en su nariz y aprovechó el momento para disfrutar del dulce aroma que desprendía ese sedoso cabello anaranjado. Sus brazos por incercia lo atraían más hacía él demostrándole que lo había extrañado y mucho.
La cálida respiración del menor estaba sobre su pecho, intentando meterse dentro de él lo más posible, sintiendo también como su corazón latía fuertemente.
La frase que llevaba pensando todo el día se esfumó en cuanto sintió la presencia del menor y ahora una nueva aparecía solo cuando podía estar con él.
«Quiero abrazarlo.»
Luego de unos segundos el menor por fin levantó su mirada y sus ojos hicieron contacto. Rió con vergüenza al darse cuenta de que estaba siendo demasiado cursi con él cuando solo se fue unas cuantas horas, inundando de esa misma emoción al contrario.
-Bienvenido a casa -musitó acercándose un poco más a él hasta quedar a unos cuantos centímetros del rostro de quién orgullosamente podía llamar su novio. -. Te extrañé mucho, Zhongli.
-Y yo a ti.
Posteriormente cortó esa distancia con un pequeño beso en sus labios sin dejar de abrazarlo.