De Namek y otras perversiones...

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Atención ⚠️⛔️ esta historia está clasificada con contenido adulto, éste capítulo contiene escenas eróticas con alto contenido sexual (también conocido como Lemon), que pudieran perturbar la sensibilidad de algunas personas, si no te gusta este tipo de contenido o eres menor de edad, FAVOR de DETENER la lectura ahora. Leer bajo su propia responsabilidad.

Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

Quédate dónde estás acostada, no hagas ningún sonido. Sé que nos están viendo, nos están viendo.
Toda la conmoción, parece un juego, tiene a la gente hablando, hablando... Suaves labios abiertos, sus nudillos pálidos, se siente como si estuvieras muriendo, muriendo. Tú... tu sexo es ardiente. Consumida, con lo que nos falta por transpirar...  - Sex on fire, King of leon

Estaba asustada, su corazón latía a mil por hora, temblaba con muchísimo miedo, la adrenalina corría por todo su cuerpo. Nadie la mandó a ir a esa peligrosa misión, es más sus amigos le rogaron que se quedara en casa que no fuera. Pero eran tan brutos que eran capaces de no poder ni hacer el aterrizaje bien, no quedó de otra que acompañarlos.

Además, debía asegurarse de que pudieran juntar las esferas del dragón, necesitaba garantizar que revivirían no solo a Píccoro (y por consiguiente a Kamisama) sino a su novio a también.

La habían dejado ahí escondida mientras se iban de misión, pero ¡Maldita sea! ni siquiera le hacían caso, les llamaba por radio y jamás contestaban. De pronto escuchó un ruido que rompió la quietud y el silencio reinante de ese lugar.

Prendió el radio y en voz baja empezó a llamarlos: —Krillin, Gohan ¿Son ustedes chicos? ¿Han regresado? contesten, cambio.

Esperó un momento, pero solo la estática respondía. Nuevamente escuchó ruidos fuera de la cueva, pero estaba aterrada, en las películas de terror la joven hermosa que salía a investigar moría, ella no haría semejante tontería. Volvió a intentar llamarlos por el radio:

—Krillin, Gohan ¡contesten! Ay no me hagan esto que soy muy hermosa para morir aquí por favor, ¿Ya están afuera?, ¡Contesten!- Repitió la peliazul mientras sentía la desesperación crecer en ella.

Había algo o alguien afuera de la cueva, pero no alcanzaba a ver quién, a pesar de que en Namekusein no existía la noche ella estaba adentro de una obscura cueva y no pensaba salir pues podría ser descubierta y no estaba en sus planes morir tan joven si como creía, quien quiera que estuviera ahí no era alguno de sus amigos o de los amigables nameks.

El guerrero estaba afuera, se sentía altamente excitado, le atraía la emoción de la cacería, no importaba que fuera la de un ser tan débil, igual sería entretenido cazarlo. Su rastreador le decía que, ahí dentro de la cueva existía una presa.

A pesar de estar bastante obscuro dentro de la misma, alcanzaba a escuchar desde donde estaba gracias a su desarrollado oído, los sonidos provenientes de algo escondido ahí, una sonrisa maliciosa apareció en su sádica cara.

Sigilosamente comenzó a acercarse al lugar, una vez que se adentró podía ver perfectamente bien el interior de la misma. Su vista más desarrollada que la del humano le permitía revisar todo, su olfato detectó el olor, era un aroma dulce y agradable, mezclado con otro más producto de la adrenalina: miedo... Se relamió los labios anticipando el momento, la cacería había comenzado...

La científica estaba realmente asustada, por primera vez en toda su vida se maldecía por no haber hecho caso y quedarse en casa. Escuchó cuando "algo" ingresó a la cueva, agradecía que la misma estuviera completamente a obscuras, como pudo se escondió sin hacer nada de ruido detrás de una roca.

Un voto SaiyajinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora