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El largo viaje que Park SungJin y su novio Kang YoungHyun inician para conocer a los padres de este último termina siendo una preciosa sorpresa.
ー El ship...
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El auto gríseo conducía en una carretera casi vacía, era algo común ya que las potentes nevadas de Toronto ahuyentaban a todos los conductores. Sin embargo, hoy en especial bajó su intensidad, permitiendo que los vehículos circulen con normalidad. El clima se había puesto agradable, YoungHyun extrañaba en demasía el húmedo clima y SungJin creía poder acompañarlo, aunque había dejado de sentir sus pies al momento en que el avión aterrizó. Si el auto no tuviese una pequeña calefacción, estaba seguro que se hubiesen congelado ahí mismo, aún más cuando tuvo que regañar al de cabellos rojizos miles de veces por no querer abrigarse lo suficiente, desatando una pequeña pelea entre ellos que no duró mucho; sabía que estaba familiarizado con este tipo de temperaturas, pero de todas formas podría enfermarse y eso era lo que menos quería.
¿Cómo podría ver a los familiares de su novio sabiendo que en su responsabilidad él enfermó? Tenía que dar una perfecta impresión sobre él, no por nada estuvo tantas horas frente al espejo ordenando su ropa, planchándola el día anterior junto a la de su pareja. Contaba con la suerte de que sus padres no eran tan conservadores como los suyos, en cuanto les dijo que estaban saliendo se lo tomaron demasiado bien, planificaron y ansiaron este solo encuentro hace años. En su caso tardaron un poco más en entenderlo, le debía un gran favor a su hermana EunBi por calmar las aguas y terminar por unirlos otra vez. No obstante, quedaron encantados con la presencia del más alto en la familia, adoraron su brillante carisma, sobre todo sus primos, quienes le pidieron que vuelvan a corea lo antes posible para compartir otra comida.
Rezaba a todo lo que conocía para que suceda lo mismo con él, mientras estaba absorto en sus pensamientos y observaba el camino por la ventana, sintió como una cálida mano se posaba sobre la suya, haciéndolo esbozar inconscientemente una sonrisa; él sabía perfectamente de qué forma calmarlo, asi que reforzó el agarre entrelazando sus dedos, volviendo su mirada hacia él. Había colocado Creep de RadioHead a un volumen moderado, levantó la mano del pelinegro entre las propias y dejó suaves besos en ellas, aún cuando la izquierda estaba concentrada en conducir, golpeando al ritmo de la música el borde del manubrio con su pulgar. Dedicó una mirada fugaz por él espejo retrovisor, SungJin captó la calma que quería transmitir, finalmente dejó ir el aire contenido en sus pulmones, intentando calmarse.
ー Ellos te adorarán, siempre dicen que necesito a una persona que ponga en orden mi vida. ー Comenta, haciendo que de los labios adversos brote una risa, claramente provocada por la verdad en su oración. Cada cosa que desordenaba, el mayor de ambos se tomaba la tarea de repararla, era parte de sus personalidades distintas, las cuales se complementaban exitosamente. ー
ー Confío en ti, pero no en mí. ー Afirmó, logrando que su acompañante muestre una mueca en desacuerdo. Se había propuesto intentar ser más seguro de sí mismo, algo impulsado por el antes nombrado, el cuál tenía una gran autoestima. Pero resultaba tener quiebres, algo natural en el camino, que por suerte eran sanados. ー
