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-Akaashi, ¿podrías venir a ayudarme con esto? - Kenma pedía ayuda del chico azabache en el marco de la puerta del último mencionado

-Deberías aprender, muchas veces te he enseñado y has visto cómo hago el nudo de la corbata- Akaashi se acercaba al pequeño rubio con las manos estiradas para poder ayudarlo con el nudo de la corbata complicada

-Te ves mejor que cuando nos graduamos de secundaria- el comentario de kenma hizo que el chico más alto soltara una pequeña sonrisa que parecía más mueca que sonrisa

-Bueno, solo por esta ocasión se merece mi mejor imagen, ¿no crees? - Akaashi al terminar de hablar aparta las manos del cuello del chico rubio ya que había hecho correctamente el nudo

- A pesar de que no te gusta usar trajes y que te niegas a usarlos a menudo, eres excelente atando corbatas-

-Mi padre desde niño me enseñó a atar las corbatas, a mantener la postura y ser serio ante todo, me educó para ser el sucesor de todo lo que él ha construido- Akaashi baja un segundo la mirada tratando de ocultar su dolor pero la levanta rápidamente para que el chico rubio bajito no se diera cuenta

- Es una mierda que tengas que cumplir los sueños de los demás keiji pero por primera vez veo en tus ojos el deseo de hacer algo por tu cuenta- Kenma estaba justo a lado de Akaashi mirando fijamente al chico azabache esperando a que sus rostros se encontrarán pero eso no sucedió

-Cuando me pediste ayuda para escapar con Bokuto, me sorprendió mucho pero no fue por el hecho de que se conocieran poco y ya estén escapando juntos, me sorprendió el hecho de que tu hayas decidido hacer eso y por eso estoy aquí, ayudando a mi mejor amigo a escapar de su mierda, aunque sea por unas horas-

Las miradas de ambos chicos se encontraron, pero el rostro del chico azabache era un caos, sus pómulos estaban húmedos por las lágrimas que aún caían de sus ojos azules, su nariz estaba indudanda de mocos y su boca estaba tratando de sorber saliva para que no se vea tan desastrosa la escena de los mejores amigos, pero a Kenma no le importo eso en absoluto el estaba decidido en abrazar a su mejor amigo, sin más palabras el chico más bajo rodeo el cuerpo del chico azabache aparentandolo contra su cuerpo fuertemente y escondiendo su rostro en el pecho del más alto, Akaashi sabía que con Kenma apoyándolo, todo estaría bien, mínimo esas horas que estaría a lado de su felicidad, sin palabras akaashi le respondió de la misma manera a Kenma, ese abrazo decía todo lo que las palabras no podían hacer.

-Antes de bajar, deberíamos arreglar esa cara- Kenma después de aquel abrazo, se dirige al baño por algo de papel para poder arreglar un pcoo la cara de Akaashi

-Definitivamente es tu culpa por el cual me vea más jodido de lo que ya soy- Akaashi toma el papel que su mejor amigo le ofrece y se limpia el desastre que tenía en ves de cara

-Ay por favor Akaashi, ni al caso - Kenma hizo una mueca rara que hizo reír a akaashi

-Bueno, vayamos a enfrentar al infierno antes de entrar al cielo- Kenma después de su frase inspiradora sale primero de la habitación dejando a Akaashi solo

"Solo una vez más, solo 2 horas más, tu puedes Keiji"

Akaashi constantemente se repetia esa frase en su mente mientras bajaba las escaleras, al parecer al bajar esas escaleras se sentía como bajar por las puertas del infierno, su casa ya no era casa sino un salón de convivencia, por donde quiera que mirara había hombres de traje y damas con vestidos elegantes y largos, akaashi busco con la mirada a su madre y porfin obtuvo frutos su búsqueda al estarse acercando poco a poco a su madre, noto que ella estaba hablando coreano, cuando ella noto su presencia le sonrió ampliamente mientras lo tomaba del brazo haciendo que akaashi en un movimiento este parado junto a ella

-Como les mencionaba, se que aún es joven y que tiene mucho por el cual estudiar y aprender pero dentro de poco será la imagen de mi empresa siendo mi único hijo el sucesor de todo lo que he construido mi apreciado Akaashi -

El coreano, chino, japonés, inglés y español eran alguno idiomas que mi madre me obligó a aprender para poder seguir forjando el futuro que ella quiere en mi, por supuesto al escuchar cada una de sus palabras me sorprendió de que no se haya mordido la lengua.

Después de sacar esos pensamiento de mi cabeza porfin pude ver a quienes estaban frente a mi y a mi madre, era un señor de lentes, alto y castaño, se podía decir que se mantenía en forma a pesar de estar en sus 40 tal vez a lado de aquel señor estaba una joven o eso parecía pero por alguna razón sentía que era mayor que el y por último un joven de mi edad más o menos, los 3 tenían una marca de nacimiento en particular lo deduje ya que en estas 3 personas a lado de su ojo izquierdo tenían 2 lunares acomodados perfectamente uno arriba del parpado y uno debajo.

-Akaashi, te presento a los representantes de la compañía "Seon" los hermanos Park, están interesados en ser accionistas de nuestra empresa- Tenía una enorme sonrisa en sus labios pero en la forma en que me apretaba el brazo decía que sea educado y empatico

-Un gusto poder conocerlos-hago una reverencia para luego sonreír sin poder mostrar los dientes

Podría ser solo un presentimiento pero el más joven de los hermanos Park no me quitaba la mirada de encima y eso me hacía sentir algo incomodó.

-Buenas noches joven Keiji, permitame presentarme soy Park Dojun el segundo hijo del matrimonio Park ella es mi hermana Park Dogyeom y el mas joven de mis hermanos Park Dojin, es un gusto poder estar en esta velada-

Era alguien serio y recto, sus modales eran maravillosos y esa increíble inexpresividad me hizo admirarlo, aún no podía ser así de inexpresivo pero estaba en el camino correcto, Park Dogyeom era alguien dominante y juguetona eran personalidades diferentes pero llamativas y Park Dojin era un misterio que nunca intente descubrir.

- Akaashi, querido, porque no le enseñas al joven Dojin algunas cosas de nuestra cultura mientras yo atiendo a sus hermanos algunos asuntos-mi madre porfin me soltó del brazo y me sonrió de una manera inexplicable

-Con gusto madre, compermiso señores, espero poder estar más tiempo con ustedes en alguna otra ocasión-hago una última reverencia antes de invitar a Park Dojin a caminar fuera de la vista de sus hermanos y de mi madre

-Supongo que no te interesa la cultura japonesa y te importa menos el estar aquí y estar compartiendo el tiempo con alguien insignificante y que no conoces ni una mierda- fui directo con el ya que en su cara se reflejaba sus intenciones de irse y las mías también

-Tienes razón en la mayoría de lo que has dicho, solo fallaste en estar compartiendo el tiempo con ese tipo insignificante, al contrario de tu pensar te encuentro más atractivo de lo que pensaba Señor Keiji- Dojin sonrió de la manera más juguetóna posible mientras se acercaba más a mí y a mi cara hasta quedar a un centímetro de distancia

Pude sentir como mi cuerpo se erizaba, no había centímetro que no se haya erizado, por un momento pensé que sus labios y los míos chocarian cuando de repente una voz familiar me hizo poner mi atención a la dirección donde provenía

-Akaashi -

Mi vida sin ti. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora