You've Got The Love [2] ||Sirius Black||

23.

"Y en mi mente las visiones nunca se detienen,
estas cintas me envuelven"

...

Había tenido unas excelente vacaciones de navidad, luego de salir con James y Lily o mejor dicho con Sirius, vinieron las chicas a mi casa y la pasamos muy bien. Sam a estado enviándose cartas con alguien, no se muy bien quien es porque no me a dejado verlas, pero es sospechoso.

Sirius vino a casa para cenar, creí que sería bastante incómodo, pero Sirius sabe cómo ganarse el cariño de las personas, mamá lo adora y papá lo respeta bastante, creo que mucho más que Ross. Todos salió de maravilla, pero fue algo incómodo cuando mamá le preguntó sobre su familia, había olvidado decirle que ese era un tema personal para él.

—Sigue así Sam, te irá magnífico —le sonríe mamá, estamos en el andén a punto de subir al tren—Estoy muy orgullosa de ti.

—Gracias mamá, te quiero—le sonríe mi hermano.

—Mi Lia , se increíble como siempre, suerte—dice mamá sonriéndome, veo cómo de repente mira hacia al lado—Sirius.

Miro hacia mi lado y es él, se detiene y mira a mamá, James y sus padres siguen avanzando.

—Hola señora Gastrell— se acerca a nosotros.

—Cariño, te enviaré galletas con nuestra lechuza, espero que te gusten — le sonríe mamá.

—Claro, me encantaría, todos me han dicho que cocina de maravilla—mamá ríe.

Sam y yo nos miramos con una sonrisa.

—Oh gracias cielo, que tengas un buen año—le dice mamá —Vengan aquí mis hijos.

—Te veo más allá—me susurra Sirius al oído antes de irse.

Nos acercamos a mamá y le damos un abrazo, papá tuvo que trabajar otra vez.

—Díganle a John que estoy molesta porque no vino a despedirse de mi —me mira mamá —Y mucho más ya que no me contó que era novio de la linda Mary.

—John es un mentiroso, merece un castigo— rio—Adios mamá, te queremos.

Tomamos nuestras cosas y comenzamos a caminar hacia el tren, al llegar dejo que Sam suba primero porque al parecer está bastante apurado, pero cuando estoy a punto de subir me cruzo con alguien que también quiere subir, es Ross.

—Hola — lo saludo nerviosa, ninguno de los avanza.

—Hola — dice mirándome, esto es algo incómodo—Adiós.

Sube enseguida al tren.

—Parece que todavía le es difícil a Ross—dice Alice detrás de mi.