Capítulo 5: Un nuevo poder

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No podia creer lo que veían mis ojos, su cabello rojizo y sus bellas ojeras (que a cualquier persona da a entender que se pasa las noches masturbándose) eran inconfundibles. Entre en un estado de shock.

-¿Gaara? ¿Que haces...

-Ayudarte - Me interrumpió el pajillero pelirrojo.

-¡¡Pero tu me hiciste daño!! Y ademas, me rompiste mi pierna y mi brazo, no sabes por lo que he tenido que pasar...

-Lee, lo siento

-¿Por que haces esto? - Le pregunté

-Porque se la pones mas dura que los huesos del tío este – Dijo Naruto de forma insolente.

-Tu te callas Naruto, ¿Quieres que les cuente a todos lo que paso aquel día en...- Dije amenazante.

-Vavavavava, pero... ¿Por que le salvas Gaara? - Preguntó Naruto.

-Porque el es igual que yo... - Dijo Gaara

-¿Eh? No te entiendoo. – Dije yo.

-Porque también eres un enano pajillero como el – Dijo Naruto vomitando de la risa.

En ese momento me quité la zapatilla y le metí una ostia que lo dejé inconsciente. Después de eso Gaara dijo:

-Ya lo entenderás Lee... Tienes algo.

No entendía que pasaba, a lo mejor yo también era un pajillero y el cocainomano de Naruto tenía razón.

Los dos ninjas (ya que Naruto estaba ya KO) comenzaron a pelear contra el tio de los huesos, Kimimaro o algo asi se llamaba, da igual, "el tonto de los huesos". De pronto, el tío dijo:

-Muajajaja, os vais a enterar. - Dijo sacando una pala y un cubo de playa.

Gaara no tenia nada que hacer, Kimimaro no paraba de quitar la arena de gaara con la pala y el cubo y fácilmente acabó con el y le dejó indefenso. Tambien hay que decir que le clavó uno de sus huesos de los que usa como espada. Yo rápidamente, viendo que mi compañero estaba en apuros, saqué una barra de fuet Imperial y comenzamos un duelo. Ambos eramos hábiles con nuestras respectivas armas, pero nada esta más duro que ese salchichón. Aun así, todos los ataques eran inútiles, su huesos eran muy duros y era imposible vencerlo. En ese momento, Kimimaro se sacó un hueso en forma de taladro del cuerpo.

-¿Que diablos es eso? - Pregunté con desesperación.

-Mi técnica definitiva. ¡Ahora verás cejudo, vais a morir!

Sasuke abrió otra litrona, el combate le parecía interesante. Kaguya, se dirigió con su taladro hacia mi , su fuerza de penetración rompió mi fuet.

-No puede ser... ¡Si no hay nada mas duro que esto! - Dije asustado.

Kimimaro fue a atacar a Gaara, cuando, algo dentro de mi despertó.

-Aaaaaaah - Grité

Se me pusieron los ojos de una bestia y me salieron de las cejas dos grandes masas de chakra. Furioso, agrandé mis dos cejas para hacer de muralla y proteger a Gaara. Kimimaro impactó contra mis cejas y el taladró se rompió.

-Estas cejas... ¡Nooooo! -Gritó Kimimaro

Aprovechando su despiste dije:

-¡Cejón, Elemento Ceja, prisión peluda!- Dije encerrando a Kimimaro entre mis hermosas cejas.

Ahora que estaba inmovilizado, podía atacar al único punto donde no tiene huesos y es vulnerable.

-Ah ah ah ah, los cojoneees noo – Gritó Kimimaro, el tonto de los huesos.

Salvé mi vida y la de mi compañero, pero  no tenía conocimiento de donde procedía este poder.

-Tienes unas cejas preciosas- Dijo Gaara agradecido.

-Gracias, tu... no tienes cejas... pero tus ojeras son muy bonitas – Dije yo sonrojado.

-Lo sé, tanta pornografía tenía que servir de algo.

Gaara me explicó que cuando ambos pelearon en los examenes de chunin, me hizo daño porque alguien, a quien antes servía, le obligó a hacerlo. Me toqué las cejas y pregunté:

.¿Que soy? ¿Por que quieren acabar conmigo?

El joven Gaara dijo:

- Porque guardas una bestia en tu interior, eres como yo y como Naruto, un jinchuriki, el jinchuriki del Dos Cejas.

Rock Lee y el poder de las cejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora