«¿Recuerdas cuando nos conocimos? Dijiste "Enciende mi cigarrillo" Así que le mentí a mis padres Salté la valla y me fui Pero no pudimos ir tan lejos Porqué dejaste las llaves dentro del auto Así que te sentaste y miraste mis labios Y ya podía sentir tu beso »
(¿Porqué estoy aquí? Maldito el momento en que acepte venir con Fluke y se fue con ese grandulon, ahora estoy sólo en una fiesta de no se quién buscando a mi amigo.)
Prem no sabía de quién era la casa y realmente le importaba poco, se suponía que estaría acompañando a Fluke que estaba nervioso por conocer a un chico nuevo, pero cuando volteo para tomar unas Lays ya no estaba ni su amigo y ni mucho menos el chico por el que vinieron.Salió, tanta gente reunida le fastidian y odiaría tener un ataque de ansiedad en ese momento. (¿Cómo es posible que a la gente les guste este tipo de ambiente? Es bastante sofocante)
Se acercó a el pasto, había un chico rubio sentado y lo podía notar por la pequeña bombilla que trataba de iluminar la callé. Tomó asiento cerca de el en la acera y abrazo sus piernas, miró sus manos y después al cielo de esa noche oscura con brillantes estrellas, recordando que tenía que volver a casa temprano o sus padres le regañarían.
-¿Tienes fuego?-. Le habló el chico rubio sentado más cerca de lo que estaba en un principio, no lo miraba pues veía el cielo del anochecer.
-¿Ah?
-Enciende mi cigarrillo-. No iba a mentir, cuando el chico rubio lo volteo a ver creía que se desmayaría, era guapísimo con esa piel blanca y ojos oscuros como ese mismo cielo nocturno, aunque de cerca se podía ver la raíz oscura de ese cabello rubio. Tenía unos fósforos en su pequeña bolsa que se cruzaba en su pecho (Chico preparado vale por mucho). Rápidamente encendió el fósforo, viendo que el chico se acercaba con el cigarrillo entre sus labios, viéndose a los ojos, a través del fuego y tabaco miraba sus labios entre abiertos, mientras que Prem imaginaba varios escenarios en donde el chico lo tomaba entre sus brazos y lo besaba tan dulcemente se sus labios temblaron.-Soy Boun... ¿Puedo saber tu nombre gordito?-. Mirando la sonrisa en el chico que ahora tiene nombre, notó la broma en su tono al llamarle gordito y decidió no darle tanta importancia.
-No es tan encantador como tu nombre...
-¡Anda! que ahora soy encantador (Claro que lo eres, eso y más diría yo).*Biip*Biip*Biip
Ese sonido lo asustó, era un mensaje de sus padres y lo sabía, y también sabía que era tarde, tenía que regresar a casa... Pero este chico que estaba junto con un cigarrillo e intenso olor a fresas le hacía querer ignorar esos insistentes mensajes.
-Deberías contestar gordito-. Y dicho eso digo una fuerte calada a su cigarrillo.
-No, no es nada importante chico encantador.
-¿Te gustaría ir a otro lugar pequeño gordito?-. Miro sus ojos y vio una mano que se extendía hacía el.
No dudo en ningún momento.«Largas noches Sueños Azúcar y anillos de humo He sido un tonto Pero las fresas y los cigarrillos Siempre saben a ti Luces en mí Corriendo a 60 por hora He sido un tonto Pero las fresas y los cigarrillos Siempre saben a...»
-Anda Fluke, sólo diles que si estoy contigo-. Prem no acostumbraba pedirle favores a su mejor amigo, en lugar de escapar y mentir a sus padres prefería quedarse en casa y estudiar. Pero algo en ese chico lo hizo aceptar, la última vez no pudieron ir tan lejos como querían, pues Boun había olvidado sus llaves dentro del auto y sólo subieron y siguieron hablando mientras veían las estrellas de esa noche.
-No lo sé Prem, tus padres aveces dan miedo ¿Recuerdas al última vez?-. Lo recordaba a la perfección, después de esa bella noche tuvo un regaño tan fuerte que aún le dolían los oídos.
-Sólo tienes que decir que estoy contigo ¡Por favor! Yo siempre te cubro cuando sales con alguien ¡Sólo una vez!
-¡Bien! Te voy a ayudar, pero me cuentas todo el chisme después.