ʚ 육 : seis

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Han pasado sólo diez minutos y gracias a Dios Tzuyu no ha hecho nada más que gruñir cuando la omega y su primo quedan demasiado cerca o se sonríen entre si. Para Sana, se sentía agradable. Estaban debajo de un árbol que les daba sombra, el aire hacía que sus ramas chocasen e hicieran un ruido relajante.

"¿Cuánto tiempo van a tardar aquí?" Tzuyu pregunta, interrumpiendo y escribiendo algo en su celular.

"Como... una hora o un poco más" La omega mira el reloj en su teléfono.

"Esta bien. Me voy" se pone de pie "Ten esto, si quieres puedes comprarte lo que sea para comer" deja unos billetes dentro de la mochila de la omega y se comienza a ir.

"¿Irás a trabajar?"

La alfa sólo enconge sus hombros pero nunca detiene su paso.

"¿Es difícil tratar con ella?" Jackson pregunta "No sé por que actúa así contigo. Muchas de nuestras tías la aman por ser protectora"

"No sé, desde siempre ella ha sido así conmigo"

"¿Así cómo?"

"Como una alfa hostil e idiota"

Jackson asiente, copiando unas cuántas cosas en su libreta.

La asesoría va bien, el alfa aprende bastante rápido al parecer. Jackson siempre fue amable con ella y en ningún momento insinuó algo o dijo cosas subidas de tono contra ella. Al contrario, dijo que estaba feliz de tenerla en su familia y aún más feliz de que pronto sería tío. Dijo que de los primos Chou, Tzuyu era la primera en emparejarse y tener un hijo. Bueno, igual la alfa azabache era de las más serias y resistentes de sus primos, su familia era joven aún.

Con el dinero que Tzuyu le dio, ella vio que podía comprar algunas cosas en el supermercado. Eso sería mejor porque así con eso comerían las dos. En un pequeño super mercado compró bananas, pan, jamón queso, ramen instantáneo, y algo de leche de vainilla. Ella también recargó su celular con algo de saldo. Vio la hora y ya eran cerca de las seis de la tarde, y la omega todavía tenía que esperar por el autobús que la llevara a casa. Caminando a la estación, pasó por una tienda de arte, ahí compró una lata pequeña de pintura en aerosol, blanca. Tenía un trabajo con Dahyun el viernes, así que mejor lo compraba de una vez.

En el camión, ella suspira feliz, sólo quiere llegar a casa y comer algo, para después tomar una ducha y dormir hasta el día siguiente. Cerca de las siete la omega está abriendo la puerta de su pequeña casa. Huele a cigarro y otras cosas, por la entrada de la cocina sale una finísima capa de humo. Dentro está Tzuyu, acompañada de dos alfas más y a esas Sana no las conoce. Hay botellas de cervaza en la mesa, también vasos sucios y una botella de whisky barato a medio tomar.

"Eh..." Sana entra con las bolsas y las asienta en la meseta, al lado del lavatrastes.

"¿Es tu omega, Tzuyu?" Una alfa borracha y tal vez drogada, pregunta. La azabache no contesta "Ella tiene buen culo"

La rubia abre su boca con indignación pero no sale nada, sólo mira con incredulidad a Tzuyu asentir, y después reírse. Las otras la siguen.

La omega prepara un sándwich, bajo la mirada burlona de las tres alfas, cuando termina. Se va sin decir nada a su habitación. Ahí pasa todo el tiempo, encerrada. Más tarde, se ducha rápido y con el cabello húmedo, se duerme. No durmió bien, ella se despertaba a cada rato, siempre oyendo risas provenientes de afuera, y un poco de música. La última vez que ella despierta, rueda su cuerpo y choca con algo o mejor dicho, alguien.

Se para, a prender la lámpara, y la alfa a su lado no era Tzuyu, ella lo sabía pero quería confirmarlo. Mira la hora y ya es de mañana, incluso se ha pasado la hora de ir a clases. Con temor, camina a la cocina y, ¿qué mierda, Tzuyu?, se pregunta en su interior la menor. En la pared más grande de la cocina, está escrito, con el aerosol que Sana compró, "Tzuyu y Yang Mi son unas bastardas". La omega supone que Yang Mi es una de las alfas, pero en verdad no importa.

ven aquí, y ámame ✧ satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora