❝适应❞ | A sus diecinueve años, Sana debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos (o largos) diec...
El lunes Sana estaba feliz, entra orgullosa a la escuela, luciendo su abultado vientre de ya, seis meses. Olfatea, buscando el olor de Tzuyu pero parece no estar cerca. Camina por los pasillos, saludando a las personas que conoce. Llega a su casillero, ella lo abre y saca los libros que necesitaría en el día, después los mete a su mochila.
Alguien golpea la puerta de metal a su lado, haciendo que pegue un salto.
"¿Cómo hiciste para que Chou Tzuyu pase tu celo contigo?" Es YongMi, de primer año, Sana la conoce porque es parte del Consejo estudiantil.
"No he pasado ningún celo mío con ella."
"¿Y eso?" Apunta la panza de la rubia, con una mueca.
"Oh, ese fue su celo" recalca "Ella me lo pidió"
"¡No mientas!" Le grita.
"Ay, niña" Sana se aleja de ella "Lávate la boca y luego hablamos. Ten" le pone un chicle en la mano "Si te sirve de consuelo, son comprados por Tzuyu."
Sana se va, riéndose cuando ve a la omega menor meterse la goma a la boca. Entra a su salón donde es su primera clase. En su silla usual, está Tzuyu, esperando por ella.
"Hola" la alfa habla primero, parándose para dejar que la omega se acomodara.
"Hola" ella sonríe, tomando asiento.
"Te traje esto" de su mochila, saca una caja de chocolates con almendras.
Sana sonríe, la abre y su sonrisa cae. De los diez chocolates que debían haber, sólo estaban siete.
"Fue JiHyo. Ella los compró y dijo que merecía un pago."
"Está bien"
El timbre suena y la azabache sale por la puerta, sin despedirse. A Sana ya le parece normal eso. Le alegra que la mayor estuviese cambiando, se notaba que ella se esforzaba en hacerlo.
Después de tres clases seguidas, sigue su receso. Camina para la cafetería, donde supone que todas deben estar, y no se equivoca. A lo lejos, escucha a Tzuyu y Momo pelear, como de costumbre. Siempre discuten estupideces y cosas sin importancia.
"Llegué" se sienta a un lado de Tzuyu, y ésta rápidamente se pega a la omega, oliéndola.
"¡Hooola, chicas!" JackSon canturrea, parándose a un lado de la mesa.
Todas contestan a su saludo, menos Tzuyu porque, al parecer, está muy ocupada en otra cosa.
"Les traigo esto" a todas, les pasa una tarjetita, la invitación para su fiesta "Es éste sábado, no falten" se va, para ir a otra mesa a entregar más.
"¿Cómo pretende que vaya así?" Sana bufa.
"¿Así cómo?" Momo pregunta, buscando algo malo en la omega.
"¡Toda embarazada!"
"No creo que sea tan malo, Sana. Podemos buscar un lugar fuera de peligro y pasarla ahí"
"¿Vas a ir, Tzuyu?, no creo que no, es tu primo" JiHyo apunta.
"Tengo que ir o mi papá se enojará"
"¿Por qué haces todo por obligación?" Sana voltea a verla.
"No es por obligación, sólo que la gente me ayuda a hacer las cosas bien"
"Ohh" las demás dicen en coro, entendiendo.
"Tenemos que ir al chequeo hoy" Tzuyu recuerda.
"Lo sé" comienza a desayunar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Es bueno verlas otra vez, chicas" el doctor les abre la puerta "Te ves mejor Sana, se nota que has estado comiendo, ¿cómo vas con las vitaminas que te receté?"
"Las tomo siempre"
El hombre pesa a Sana y mide su estómago, él dice que todo está perfecto.
"Si tenemos suerte, veremos que es el bebé" dice, poniendo el gel sobre la piel de la omega.
Tzuyu permanece callada, escuchando las explicaciones que el señor da. Le dice a la omega todos los cambios que viene éste mes y recomendaciones.
"Aquí está" oprime botones raros y sonríe "Esa es su carita" y ninguna de las dos entiende la imagen pero aún así, sonríen "28 centímetros, me parece perfecto"
Sigue hablando con palabras científicas y aburridas ─para Tzuyu─. Dice que pesa 300 gramos y que eso era bueno.
"¡Es una niña!" El beta dice con emoción "Espero que les guste la idea"
Tzuyu puede ver a Sana asentir, emocionada y con lágrimas bañando sus sonrosadas mejillas. La consulta termina, Tzuyu paga y salen. Sana no ha dejado de sollozar y eso preocupa a la alfa.
"¿Estás bien, Sana?" La toma los brazos.
Sana asiente, hundiendo su rostro en el pecho de la azabache, mojando su sudadera.
"¿Y por qué lloras?" Le habla ella en voz baja, rozando su nariz en su coronilla.
"Es que... estoy muy feliz -solloza y al mismo tiempo sonríe "¡Vamos a tener una bebé niña!
Tzuyu asiente, alzando el rostro de la omega. No lo aguanta más, la necesita y desde que conoce a Sana lo está deseando. Así que sin perder más tiempo, une sus labios con los húmedos de la omega. La rubia hace un ruido de sorpresa pero no se aleja, de mantiene pegada a la alfa.
