Día 1: ❝La declaración de un idiota❞

4.8K 450 76
                                    

Día 1:
AU Escolar

🦋

La declaración de un idiota
Cuando Izuku le confiesa sus sentimientos, por su mente pasan un montón de cosas, por ejemplo: que es completo idiota.

De repente la corbata le asfixia y quiere deshacerse de ella para respirar con normalidad, o ahorcarse y terminar con su tortura; cualquier opción parece razonable en ese momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

De repente la corbata le asfixia y quiere deshacerse de ella para respirar con normalidad, o ahorcarse y terminar con su tortura; cualquier opción parece razonable en ese momento.

—¿Qué has dicho?

Izuku entrelaza sus dedos en un gesto nervioso y un sonrojo se hace presente en sus regordetas mejillas. Se balancea sobre su lugar antes de volver a mirar a Tomura con una sonrisa nerviosa.

—Estoy enamorado de ti, Shigaraki.

El corazón de Tomura se detiene al darse cuenta de que nada ha sido producto de su imaginación. 

Aun así, quiere creer lo contrario.

—Yo-

—¡No tienes que decir nada! —interrumpe Izuku, de la nada parece abochornado, como si también quisiera salir corriendo. Su sonrisa se desvanece por completo y retrocede tres pasos, Tomura avanza uno, inconscientemente. —Entiendo si no sientes lo mismo… Yo… Y-yo solo quería que lo supieras.

Cuando se da media vuelta para marcharse, Tomura es más rápido y lo sujeta por la muñeca, obligándolo a girarse de nuevo. Izuku abre los ojos con sorpresa y Tomura se abofetea mentalmente. 

Pensé que él era tonto, pero ya veo que me equivoqué.

Entonces, su respiración se descontrola y le es complicado mantenerse de pie. Su cuerpo entero tiembla y puede jurar que en cualquier momento se desmayará. 

Estás siendo demasiado exagerado para una confesión que puede resultar mentira.

Y en un patético intento de tranquilizar su agitado corazón, termina por hundirse. Un nudo aparece en su garganta y su mirada se dirige al árbol de cerezo que está frente a ellos, a los estudiantes que vagan por ahí y al cesto de basura; a cualquier parte, con tal de no encontrarse con las bonitas pecas de Izuku.

—¿Por qué? —pregunta y aunque su rostro sigue con la misma expresión serena de antes, el tono de su voz delata su sentir: súplica.

Izuku relaja sus cejas y suspira con suavidad. Las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos minutos antes, desaparecen. Y entonces se atreve a tomar la mano de Tomura, un ligero roce es suficiente para sacarlo de aquella tortura interna. Izuku acaricia con ternura el dorso de su mano, con la intención de hacerle saber lo que sentía; porque a veces las palabras no era lo que ambos necesitaban.

Izuku comienza a contarle todo: desde el momento en el que lo conoció, hasta el día que se dió cuenta de lo que sentía, pero Tomura no era capaz de escuchar lo que sus labios decían.

Es que, aunque cada una de sus palabras fuese verdad, sentía que todo era una mentira.

Su inseguridad lo traicionaba.

¿Por qué?

¿Cómo era posible que un ser de luz como Midoriya lo quisiera de esa forma? ¿A él…? ¿¡En serio!? ¿Entre tanta gente tenía que escogerlo precisamente a él? El chico sí que era tonto.

Tomura Shigaraki creía que se trataba de una broma, pues siendo un pobre huérfano al que sus padres desecharon como si nada, el peor de los estudiantes, grosero, mal educado y con un pésimo carácter… Es decir, con tantos defectos que, de enumerarlos cabía la posibilidad de tardar una eternidad, no se sentía como alguien digno de una confesión de amor.

Pero sabiendo que quizá no merece a alguien como Izuku, quién lo hace sonreír todos los días como una colegiada enamorada y que lo hace sentir que vivir podría ser la mejor de las travesías, solo porque él está a su lado… Quiere hacerlo. Quiere merecerlo. 

Porque Tomura también quiere a Izuku.

Con el alma entera.

—Eres un idiota, ¿lo sabías? —murmura con una mueca.

Izuku ríe en voz baja. 

Cualquiera podrá juzgarlos, pero nadie conoce mejor a Tomura que Izuku.

—Lo sé.

—El peor de los idiotas.

Izuku pone los ojos en blanco y sin perder más tiempo, abraza a Tomura con fuerza.

—Eso también lo sé —repite; entrecerrando los ojos, presumiendo lo largas que son sus pestañas y toma a Tomura de las mejillas. Admira de cerca sus bonitos rubíes y por primera vez, no flaquean. Lo encuentra precioso. —Pero te quiero y estoy seguro de que siempre lo haré… Jamás me arrepentiré de hacerlo, Tomura.

Shigaraki no puede evitar sonreír como un bobo cuando ronronea contra el cálido toque de Izuku.

Parecía una promesa de amor eterno. 

—Sip, definitivamente eres un idiota.

Izuku hace un puchero y pellizca su mejilla. Tomura se queja y lo mira con desdén. Y con el nerviosismo latente en su cuerpo, lleva las manos de Izuku a su rostro.

—¿Te confieso algo? —susurra con cierto recelo—. También estoy enamorado de ti… Izuku.

Un color carmín colorea sus rostros avergonzados e Izuku esboza una sonrisa tímida. Deshaciéndose de la distancia entre sus labios, suspira cerca de él, y justo antes de besarlo, dice, casi sin aliento y una pizca de picardía impregnada en su voz: —¿Quién es el idiota ahora?

 Deshaciéndose de la distancia entre sus labios, suspira cerca de él, y justo antes de besarlo, dice, casi sin aliento y una pizca de picardía impregnada en su voz: —¿Quién es el idiota ahora?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te quiero a ti y a todos tus defectos | shigadeku week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora