Día 7: ❝Una excusa para decir te quiero❞

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NOTA:

¡Último día aquí! Estoy muy feliz por haber sido capaz de terminarla, tengo que confesar que a la mitad de la semana un bloqueo horrible me atrapó y estoy sorprendida ahora porque sí pude. Omg, espero que esto no sea un desastre. Tenía intenciones de que este one-shot en en específico tomara un rumbo distinto pero decidí que esta era el mejor por el título de la serie y por el mismo nombre del one-shot. Ojalá les guste y les agradezco infinitamente por acompañarme hasta el final, dejar sus votos y comentarios llenos de amor. Muchas gracias, en verdad. Y... ¡Feliz San Valentín!

Día 7:

Especial San Valentín

Una excusa para decir te quiero
Tomura siempre decía que el amor era una mierda ridícula y tener una fecha especial para celebrarlo, era todavía peor. Pero, ahora él está enamorado y también es la primera vez que no tiene una excusa.

.

—Deja de decir estupideces, mocosa.

Toga se cruzó de brazos con una sonrisa maliciosa, que, por primera vez, le causó escalofríos a Tomura, retrocedió, temiendo por su integridad.

—Oh, jefe, ambos sabemos que no son estupideces.

Tomura acarició su sien evidentemente molesto.

—Quítate de la puerta si no quieres que te desintegre la puta cara.

Toga se apartó, permitiéndole pasar. Y en cuanto salió de su habitación que anteriormente había sido invadida por la loca, escuchó su propia voz desde lo que parecía ser una grabación y no pudo evitar tensarse porque era más que evidente que estaba borracho.

Y nada bueno salía de la boca de un borracho enamorado.

—¿Sabías que lo amo?

Toga rio genuinamente divertida. Las mejillas de Shigaraki estaban rojas, consecuencias del alcohol y sus ojos brillaban por el reflejo de la luna.

—¿A quién?

Shigaraki frunció el ceño.

—¡Al idiota ese! —respondió y dio un sorbo a su bebida—. ¡Izuku!

Toga abrió los ojos sorprendida, apretando el celular. Ya se esperaba una confesión de ese calibre, lo que era sorpresa era la naturalidad con la que su jefe admitió ese hecho y, sobre todo, como parecía extrañamente feliz; como si hubiese olvidado la realidad en la que vivían y lo que significaba que un villano estuviera enamorado de un héroe.

—¿Desde cuándo? —preguntó, recomponiéndose.

Tomura sonrió y limpió el licor que se deslizó por la comisura de sus labios.

—No lo sé —respondió, siendo dolorosamente sincero—. Quizá desde el ataque a la UA, el festival deportivo o el encuentro con Stain. No me importa, solo sé que estoy enamorado.

Toga sonrió con suavidad.

—¿Y por qué te enamoraste precisamente de él?

Entonces, en toda la noche que llevaba bebiendo, se avergonzó por decir más de lo necesario.

—No me salgas con esas mierdas que no tienes idea de cómo pasó, porque todos sabemos que esa es una excusa barata para no decir la verdad.

Dio en el clavo.

Te quiero a ti y a todos tus defectos | shigadeku week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora