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JiMin fue el primero en abrir los ojos sentándose con suavidad en la cama a pesar de sentir una leve pulsación en su parte baja de la espalda, no podía evitar pensar en la noche que tuvo con Jungkook, y vaya que la gozó.
Sus manos pasaron por su rostro avergonzado de su mismo por todo lo que hicieron, se levantó de la cama tomando su ropa pero colocándose una playera de Jungkook debido a que no quería estar igual de formal que ayer, metió lo restante de la playera por dentro de el pantalón al ponérsela.
Miro por un momento el cuerpo de Jungkook que estaba cubierto con las cobijas y que solo sus brazos fuertes sobresalían de la cama.

JiMin desvió la mirada aún con vergüenza para salir de la habitación escuchando vasos moverse en la planta baja, suspiro confundido para bajar las escaleras y encontrarse con una señora cuya edad se notaba de unos 38 años, JiMin camino hacia ella para hacer una reverencia con respeto.

–Buenos días- hablo JiMin recibiendo una reverencia igual de la señora que también le daba los buenos días.

La señora iba vestida como las mucamas que atienden el jardín tracero de Jungkook, todas mayores de edad, JiMin camino alado de la señora para mirarla.

–Soy Park JiMin, pero usted puede llamarme como le resulte comodo- sonrió con suavidad JiMin provocando un rostro de asombro de la señora.

oh! Mucho gusto, al fin lo conozco, soy una de las mucamas, preparo la cena regularmente, he querido saber quién era Park JiMin.- hablo relajada aquella señora mientras tomaba las manos de JiMin para moverlas con emoción.

–Sabe algo de mi? O porque quería conocerme?- pregunto amablemente JiMin mientras le sonreía un poco, pues se le hacía raro que una señora a la que nunca había visto tuviera ganas de conocerlo.

oh, claro, vera, todas las mucamas somos ya grandes y pues hubo un momento en el que el señor Jeon ya no traía chica por chica, llegó a traer chicos, pero no pasaban de una sola noche- empezó a hablar la señora mientras comenzaba a continuar con el desayuno a lo cual de inmediato JiMin comenzó a darle ayuda.-Despues se detuvo, cuando regresaba el Señor Jeon de todas sus salidas ya no llegaba con compañía, después de todo el ya se había casado y el matrimonio no duró lo suficiente, pues el Señor Jeon fue quien dió fin. - JiMin prestaba atención a cada palabra de la señora que con cuidado movía sus manos para evitar lastimar lo, pues no quería hacerle daño con los utensilios de cocina.-todas empezábamos a escuchar como caminaba por toda la casa, incluso a el jardín, repitiendo las mismas palabras mientras fumaba o bebía.- JiMin miro confundido a la señora para tocarle su hombro con suavidad.

–¿Que es lo que decía?- pregunto haciendo que la señora asintiera mientras terminaba de preparar el desayuno y almuerzo.

En cada oración que el Señor Jeon recitaba, siempre iba su nombre en el, Park JiMin es lo que más escuchábamos en esta casa, eso y la forma en la que el Señor Jeon se llamaba a si mismo un tonto.- Contesto la señora caminando hacia el comedor junto con JiMin quien la empezó a ayudar a colocar la mesa.

JiMin por algún momento se sentía feliz en su interior, Jungkook no pudo olvidarlo, el decía la verdad al decirle que se había arrepentido de todo el dolor que le había causado, sobre todo en su matrimonio que no duró lo suficiente y saber que la causa de ese matrimonio roto era el, lo hacía sentir de alguna manera satisfecho.

La señora se despidió de JiMin al estar el desayuno y almuerzo servidos, al parecer la mucama confiaba plenamente en el a pesar de no conocerlo lo suficiente.

Se escucharon pesados pasos venir de las escaleras mostrando a Jungkook con unos pantalones holgados y una polera negra, camino junto a JiMin tomando con suavidad su cintura mientras soltaba un bostezó.

–hey.. aún no tienes permitido hacer eso- hablo JiMin quitando sus manos de su cintura para caminar a la mesa y tomar haciendo sintiendo sus mejillas calentarse un poco por el reciente toque de Jungkook.

—De acuerdo, creo que tienes razón, debo ganarmelo- sonrió Jungkook empezando a servirse en un plato la comida al igual que JiMin.- dormiste bien?.- pregunto acomodándose en una silla ora comenzar a comer.

–lo suficiente..- murmuró JiMin saboreando la rica comida de la mucama, definitivamente para la próxima le agradecería por el gran talento que tiene para la cocina.

—Y... No te duele?- pregunto Jungkook con una mirada pícara y una sonrisa al notar las mejillas rosadas de JiMin.

–¿Q..que clase de pregunta es esa?, Estamos comiendo Jungkook.- hablo desviando la mirada de aquel hombre, no dudaba que no le dolía, pues aún sentía un poco de dolor debido a aquella situación.

—Bueno, yo solo quería saber, soy bueno con los masajes interiores.- sonrió nuevamente comiendo aquel almuerzo sin despegar su mirada de los bellos ojos de JiMin.- sobre todo los anales.- JiMin nuevamente sintió sus mejillas arder tomando una cuchara para aventarla directamente al pecho de Jungkook.

–No gracias!- exclamó JiMin mientras escuchaba la suave risa de Jungkook para pasar una mano por su mejilla y dejar un suave beso en su frente, haciendo que JiMin lo mirara

—Salgamos hoy... Me gustaría..- suspiro un poco tomando saliva y sobre todo valor- tener una cita contigo..- murmuró avergonzado, pues ahora quien tenía las mejillas rojas era Jungkook.

JiMin soltó una pequeña risa al ver a aquel chico rudo y intimidante rendirse ante el y sobre todo, mostrándole lo que no le mostraría a nadie más, paso su mano por la fuerte barbilla de Jungkook para acariciar la y después separarse de él.

–Claro Señor Jeon.- contesto sonriéndole de forma suave como en un pasado hubiera hecho, sintiendo el lindo aura de Jungkook cambiar drásticamente a emoción y alegría.

—No te defraudaré, lo prometo...













Pero desgraciadamente para Jungkook era mala suerte una cita, pues siempre le salían las cosas mal, pero eso no era ninguna excusa para no dar lo mejor de si, intentará lo que sea para que JiMin se sienta cómodo y feliz a su lado.


















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Sexy Secretary [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora