Habían pasado cinco meses desde que había empezado el año.
Ella era la mejor de su generación, y le seguía su corte.
Estaba orgullosa de Slytherin, habían acatado todas las reglas que había impuesto perfectamente.
Nunca se veía a una serpiente sola, y, aunque eso frustraba mucho a algunos Gryffindor's, era un alivio para las serpientes, por qué ya no recibían tantas bromas o insultos.
Los de primer año habían recibido un recorrido de Hogwarts por prefectos, y ninguno había llegado tarde a ninguna clase. De hecho, ninguna serpiente había llegado tarde a ninguna clase.
Había habido algunos ataques de bromas de serpientes hacia los leones. Y, aunque todos sabían que los Slytherin's eran los culpables, los profesores no tenían prueba de ello, así que estaban impunes. Adhara estaba especialmente orgullosa de eso. Por qué aunque siempre se mostrase fría e impasible, y a pesar de tener un humor bastante negro, sabía apreciar una buena broma.
Así que todas sus reglas habían funcionando. Las demás casas -mas que nada Ravenclaw y Hufflepuf- habían dejado sus prejuicios por las serpientes. Y algunos Gryffindors.
Así que el plan de Adhara estaba en marcha.
Aunque no todo en el año había sido bueno, Sirius Black, un prófugo de Azkaban, había entrado al castillos y roto el cuadro que daba con la sala común de Gryffindor. Y Aunque Adhara no estaba demasiado asustada, si estaba alerta.
Había dado el aviso a sus serpientes que tenían prohibido alejarse de los terrenos de Hogwarts, aunque podían ir a Hogsmesde. Sólo quería que sus serpientes estén a salvo, por que aunque sabía que se podían defender, no sabía con exactitud cuan loco estaba Sirius Black.
En ese momento, se encontraba en la sala común, habían puesto sillones individuales en un rincón de la sala común, en forma de círculo (aclaro que los sillones) para que se puedan ver entre todos.
Severus Snape, el jefe de su casa, entró a la sala común y anunció que el director Dumbledore quería que Adhara vaya a su despacho y que lo siguiera.
Ella se levantó y, a pesar de que su corte quiso ir con ella -para protegerla del viejo comecaramelos-, se rehusó.
En el camino, Severus no dijo nada, pero frente a las escaleras que daban al despacho, y la gárgola abierta, le mando una mirada de advertencia que claramente decía «cuidate».
Por qué por más frío que parezca Snape, el cuidaba de sus serpientes.
Entrando al despacho del director, Albus Dumbledore estada sentado detrás de su escritorio, con su normal máscara de abuelo bonachón, aunque si sabías buscar bien detrás de sus ojos, podías percibir la ambicia y la maldad detrás de sus ojos.
— Señorita Weasley, qué placer tenerla aquí, la llamé por qué hay un tema que me tiene preocupado y quería hablarlo con usted—. Empezó él.
— Director, yo ya no soy una Weasley, así que le agradecería que se dirija a mi por mis títulos, Lady Pendragon Le Fay Black Peverell Gryffindor Hufflepuf Ravenclaw Slytherin, aunque para hacerlo más corto simplemente se puede dirigir a mi como Lady Peverell—. Después de todo Arabella no era ninguna idiota, y no dijo Peverell por qué si, sabía que el viejo estaba buscando las reliquias de la muerte, y que tenía la varita de saúco— Entonces, ¿Para que me llamó?—.
En Dumbledore se podía notar el desconcierto y la furia. ¿Como esa chiquilla descubrió que era descendiente de los grandes? Tendría que hablar con los Weasley urgentemente, y tratar de bloquear su magia y sus habilidades de nuevo. Y tal vez unas cuantas opciones de odio y compulsión haría que todo funcione correctamente bien de nuevo.
Arabella podía sentir la mente de Dumbledore maquinando en formas de tenerla en sus manos de nuevo, aunque el nunca lo lograría.
— Pero eres una Weasley, no una Peverell, ¿De donde sacaste que tenias todos esos títulos? No está muy bien imaginar cosas—. Dijo Dumbledore, haciéndose el idiota acerca de las herencia de Arabella.
— No se haga el que no sabe, Dumbledore, se que usted muy bien sabe sobre todo, también se que no es ningún santo, y algún día se terminará tu reinado del terror, y ese día será pronto—.
—¿Me está amenazando, señorita Weasley?—
— Para nada, Dumbledore, pero ahora si que tengo una amenaza para usted, deje de llamarme Weasley, qué no lo soy, y empiece a llamarme adecuadamente, que le podria suceder cosas muy desafortunadas si no obedece—.
Arabella se levantó y se fue, sabiendo que el reinado de Dumbledore pronto caería, muy pronto
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N/A: Bueno, se que no actualizo hace mucho, y lo siento por eso, pero pasaron cosas y bueno, acá estoy, con un capitulo después de mucho tiempo. :)
Espero que hayan disfrutado el capítulo, y perdón por que sea tan corto.
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Adhara Weasley [+18]
FanfictionElla siempre se sintió diferente. Los Weasley son pelirrojos, de ojos azules, y por encima de todo, pertenecen a la casa de Godric Gryffindor. Entonces ¿Si ella se apellida así, por qué es diferente a ellos? ¿Por qué no la quieren? ***** Comienzo...