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En una época el mundo se levantaba en cuentos fantásticos y monstruos. Historias viejas para niños. Historias de príncipes y princesas.

Pero el mundo se creó casi con todo eso. Pero en vez de príncipes eran lideradas por clanes. De familias. De imperios. En vez de criaturas fantásticas eran espíritus buenos o malos. Muertos vivientes. Resentimiento. Y muchas cosas que el mundo creo de la nada sin saberlo.

En esa época se llamaba cultivo. Se necesitaba un núcleo dorado. Un poder para crear o pelear. Unos pocos podían. Y muchos estudiaban para ser los mejores. Había escuelas de cultivo. Había lecciones de lucha de espadas y sables. De curación o de protección. Cada clan tenía una técnica específica. Cada descendiente sabía sus secretos y solo eran para ellos.

Pero como todo lo viejo. Se fue perdiendo por lo moderno. A medida que el tiempo pasó. Generaciones vinieron. También guerras, muertes y erradicaciones de familias enteras.

Aquello que era tan habitual y un honor se volvieron secretos y prohibidos.

Único.

Las pocas que conservaban un poco de esa sabiduría fue sellada y oculta solo para los elegidos. Hubo muchos saqueos. Incendios. Muertes y venganzas. Hasta que solo quedo un cuento de hadas. El mundo ahora es mas allá que un sueño que jamás tuvieron los antepasados. Y la vida del cultivo se hizo leyenda y hasta increíble.

Hoy es un mundo de máquinas, donde el núcleo dorado es un invento de alguien para vivir en este lugar corrupto y oscuro. Algo tan cotidiano como respirar. Los muertos vivientes existen. Pero es normal. Las muertes existen. Pero es normal.

La evolución de la humanidad fue mucho más rápida que la comprensión y maduración de la misma. El humano quiso crecer a una velocidad tan acelerada que no da tiempo a que su entorno o el mismo puedan estar preparados. Cuentos de hadas a ciencia ficción, de animales fantásticos o naves voladoras, de ver crecer a ver crear, todo esto en un abrir y cerrar de ojos. Era imposible que uno pueda pensar que la humanidad pueda tomar todos estos cambios con sabiduría.

¿Qué más se puede esperar de estos seres egoístas, manipuladores y con sed de poder? ¿Qué tanto ahora es natural la vida y la muerte?

*-*-*-*-*

Al humano le gusta jugar a ser Dios, pero se olvidan que muchas veces las creaciones pueden volverse en su contra, siendo ellos mismos sus propios enemigos. En los archivos de la historia de presentan ahora hechos, casi como advertencia, a los nuevos estudiantes de las Sectas, cuyos líderes gastan cantidades de dinero exorbitante para que sus hijos y discípulos más prestigiosos sean parte de la prestigiosa universidad de Gusu, comandadas por la secta Lan. Dichos archivos hablan sobre un cultivador hace varios años desafío a todos, transformándose en uno de los cultivadores más despiadados, el Patriarca YiLing, revolucionando a todos queriendo traer de vuelta prácticas prohibidas, inventando objetos peligrosos, provocando incontables guerras y muertes innecesarias. Tras su muerte las desgracias continuaron, como si la maldición de su alma castigara a quienes sobrevivieron y a los herederos de estos.

Dentro de los enormes edificios de Receso de las Nubes, blancos puros, etéreos y casi frágiles en apariencia, muy al fondo de toda esa pulcritud están los archivos ocultos, estos galpones extra protegidos, como si fuera un búnker, donde el acceso es tan limitado que en fechas actuales solo una persona puede hacerlo: Lan XiChen. Ese hombre alto y de sonrisa serena, con mirada delicada, que logra cautivar a quien se le cruce sin dejar de imponer el respeto que siempre se mereció. Cargando con el liderazgo de la secta al igual que siendo el director de la prestigiosa universidad. Parecía tan lejano esos años de reclusión, donde ahogó todo su dolor y miserias para luego salir cual ave fénix, impecable a hacer su labor de la mejor manera. La luz se desvanecía de a poco, no porque la noche se anunciará, más bien porque las enormes paredes se alzaban, dejaban de ser enormes ventanales a volverse fríos paredones de hormigón. Cada paso que daba estaba medido, era constantemente vigilado y debía dar pruebas de ser quién dice ser. Todo para llegar a ÉL. Una de las razones por la cual su alma cayó en desgracia.

Jin Dan - Núcleo DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora