Jin Dan - Núcleo Dorado

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Días después del incidente.

El instituto había sido cerrado en ciertas zonas "del fallo de sistema" era el comunicado oficial dado a la prensa y a los padres. El resto del establecimiento seguía dictando sus cursos, la mayoría de los involucrados todavía estaban en sus dormitorios, en unas semanas quedaba el receso de vacaciones festivas. Por lo tanto no iban a perder mucho.

En la oficina del Líder de la Secta Lan estaban los padres Jiang. Aunque la única que hablaba era Madam Yu.

— Me llevare a mis hijos ahora — gruño mirando a su marido que había reprochado la situación —. Mis... Hijos — miro a Lan QiRen —. No me llevare a Wei WuXian. Él se quedara los médicos están diciendo que es mejor un lugar controlado, puedo hacer el papeleo para que lo busquen de aquella clínica para los casos especiales como ese chico — gruño.

— Mama, A-Xian... — Jiang Yanli intento hablar.

— ¡Silencio! Que falta de respeto ¡¡¡Te atreves a llevarme la contra al frente de tu Director!!! — ambos hijos bajaron la cabeza, pero se podía ver la tristeza de la niña y la impotencia del heredero Jiang que apretaba sus manos hasta dejar los nudillos blancos —. Lan QiRen, lamento esta vergonzosa imagen. Pero pido que me conceda que el muchacho se quede unos días. Terminare los papeles y encargos para que esta clínica psiquiátrica se lo lleve — el sonido de angustia de Yanli la hizo mirarla aún más molesta —. También quiero tener listo los papeles para que el chico sea trasladado fuera del país. Estudiara en el extranjero.

— ¡¡Mama!! — el grito de sorpresa de ambos no solo provoco que su Madam Yu los viera con enojo, sino que de su mano derecha salían ciertas chispas moradas.

El Líder Lan inhaló aire tratando de ser meticuloso en lo que diría, no tanto por no expresar su verdadero deseo, sino para no dejar a los pobres niños más destrozados. Madam Yu era muy efusiva y algunas veces no medía el tenor de sus palabras.

— Madam Yu, usted es una mujer muy inteligente, siempre ha demostrado proteger a su familia sin miramientos. Puedo estar de acuerdo en muchas de sus decisiones pero mandar a Wei WuXian al extranjero... déjeme estudiar esa opción, no quiero que caiga en manos de cualquier instituto. A pesar de ser un estudiante problemático sus calificaciones están dentro de un buen promedio, no es excelente pero el potencial lo tiene — miró a todo el grupo familiar —. En recepción tiene a disposición todos los papeles para que firme. Señor Jiang FengMian, me gustaría hablar con usted sobre otras cuestiones, como sabrá lo que sufrimos nos ha dejado con escasos suministros, si es privado mejor.

— Mmm... — Madam Yu salió de allí apenas dando una mirada crítica a su marido y llevándose a los niños con una sola mirada sin protestas —. Iré hacer el papeleo — la puerta fue cerrada despacio pero solo porque la cerro el DAO que acompañaba a QiRen.

— Lo siento por eso — FengMian dijo dando un suspiro bastante retenido—. Amo a Madam. Pero a veces... Da miedo — los ojos de aquel hombre cansado, eran los del amigo de QiRen, no del Líder Jiang —. Ya no sé qué hacer. Wei WuXian cada vez empeora, pensé que trayéndolo aquí mejoraría.

Con el ceño fruncido y una venita en la frente palpitando tomo un poco de agua para calmar sus nervios.

— Te advertí que esto pasaría. Desde tu loca idea de adoptar a ese niño hasta traerlo aquí, era peligroso — busco en su escritorio su medicamento para el corazón —. Siempre tan blando, cometes errores simples. Igual que lo hizo mi hermano cuando le advertí que no se acercara a esa mujer — se trago la pastilla de golpe pasándolo con lo que le quedaba de agua —. Las memorias, ya nos habían advertido.

Lan QiRen estaba enfermo y estar a cargo de una secta al igual que del instituto era demasiado algunas veces. Siempre intentó hacer lo correcto pero era evidente que el destino siempre se le interpuso, no solo cuando su padre falleció dejándole al cuidado de un hermano mayor que le importaba más estar detrás de una mujer que ser responsable, luego de eso quedar a cargo de sus sobrinos abandonando lo poco de vida propia que tenía, el instituto y la secta... Un mundo en sus hombros.