EN EL CAPITULO ANTERIOR
- Mina. -dijo una voz conocida procediente de la izquierda.
-¿Papa? - dije con los ojos como platos sin entender nada, ¿que hacía aquí? ¿se habría enterado de la fiesta de ayer? ¿despediría a Sana?.
- Tenemos que hablar -dijo con un tono seco y serio mirando fijamente a Sana mientras ella hacía las tareas, me quedé perpleja, no me lo podía creer.
________________________________________________________________________________
- Hija, lo haré fácil y rápido, Sana ha infringido varias normas y no ha cumplido su trabajo, yo no tendría que haber llamado a la puerta y y estar cinco minutos esperando, ella está para abrirme antes de yo llamar a la puerta, ella me ha desobedecido. Acabaré ya. ¡SANA SE VA DE ESTA CASA! - dijo dando un portazo y haciendo ruido con cada pisada que daba, cada paso era un trozo de corazón que se me rompía. Por mi culpa, todo por mi culpa, no podía pensar en otra cosa-
- ¡PAPA! -dije saliendo de la habitación intentado llegar a él sin logro alguno-.
- ¡SANA! tengo que buscar a Sana -repetía intentado autoconvencerme de que aun se encontraba en casa-.
Busqué y busqué y no encontré nada, hace media hora estaba limpiando, pero de un momento a otro desapareció, el mundo se me iba encima.
- Por mi culpa... solo mi culpa -dije mientras las lágrimas frias recorrian mi rostro-.
Me dirigí a la esquina del salón que tenía grandes cristaleras que iluminaban el salón y calentaban el ambiente, me senté apretando las rodillas contra mi pecho y encogiendome mientras lloraba por culpabilidad.
-Sana... se que no me escuchas, se que no me ves, se que solo me sientes, por favor... siente estas palabras "te encontraré". -dije hablando sola como si de un amigo invisible se tratara-.
Empecé a recordar los momentos que pasé con ella, estos 4 años tan emblemáticos de mi vida, antes de ayer creía que en estos cuatro años solo teníamos relación Sirvienta-Ama, pero no fue así, me daba cuenta de todo en esos mismos instantes, hizo todo lo posible para que yo estuviese bien, ella hacía cosas que no debía hacer, por ejemplo: la vez en la que tenía tres examenes y cuando iba a empezar estudiar ya tenía los resumenes hechos, me ayudaba a estudiar, me lo explicaba con sus palabras y era la única que se emocionaba cuando sacaba buenas notas, ha sido la única amiga que tenido y nunca le di importancia hasta hace un día, no podía dejarlo así. Tenía que ir buscarla.
- ¿Mina? -dijo una voz al otro extremo del salón-
- ¿Quien eres? - dije sin ni siquiera mirarla a los ojos-
- Soy la nueva sirvienta, kim Jisoo, encantada -dijo con una sonrisa de oreja a oreja y un tono extrañamente agradable-.
- No.
- ¿No? - arqueó una ceja-.
- Ya tenemos sirvienta -dije con un tono horriblemente seco-
- Pero su padre me dijo que...
- Lo que mi padre te diga me da igual Kim Jisoo - dije en tono de burla eso último-.
- Está bien, me iré... supongo -bajó la mirada y se encogió-.
- Espera.
- Dime, Mina -dijo a duras penas para no derrumbarse ahí en medio por mi comportamiento agresivo e inútil-.
- Quédate. En estos momentos no quiero estar sola y pareces una persona encantadora, no te mereces que te trate así. -dije levantándome y con tono firme-.
- Gracias señorita Mina, se lo agradezco mucho. -dijo mientras levantaba la cabeza mirándome a los ojos mientras poco a poco volvía a mostrarme su sonrisa-
- Pero te pondré reglas -dije cruzando los brazos-.
- Las aceptaré.
- Regla número uno -dije levantando un dedo a la vez que las palabras salían de mi boca- nada de uniformes, te pondrás lo que te apetezca -intentó contestar pero seguí hablando-. regla número dos, me tutearas, nada de cosas formales. Y regla número tres -dije mientras me adelantaba con pasos poco a poco con el objetivo de acercarme a ella-. te comporatarás como mi compañera de piso.
- Hecho -dijo levantando el pulgar izquierdo y sonriendo cada vez más, era realmente tierna-.
- Pero cuidadito, que si quiero algo te lo pido eh -dije en tono amistoso-.
- Ningún problema. -dijo sin lugar duda-.
- Y otra cosa, se me olvidaba -puso cara de prestar atención-. A mi padre ni los buenos dias.
- Pero eso no es posible, me dijo que le informara de todo. -me respondió con preocupación-.
- Está bien, pero le hablarás estando yo delante y te indicaré que decirle, ¿hecho? -dije sonriendo-
- Hecho.
- Bienvenida -abrí los brazos para recibir un abrazo del que correspondió con facilidad-.
Pasaron días y cada vez me gustaba más convivir con Jisoo, era realmente cómoda su presencia, me lo pasaba muy bien, éramos como mejores amigas. Pero aun había algo que me atormentaba por las noches, echaba en falta a Sana, no sabía nada de ella y realmente la extrañaba.
- Jisoo, ven un momento -dije destapándome y setándome encima de la cama-
- Dime -dijo sentándose con una bolsa de patatas fritas-
- ¿Que harías si llevas 17 años sometida a estrictas normas en tu casa sobre tu peso, personalidad, estilo... y encima son tus padres los que te hacen eso?
-Buah es un tema complicado, mi familia siempre me ha ayudado y apoyado en todo, no sabría que hacer -su mirada era pensativa y estaba fijada en el suelo- me escaparía de casa -rió- a ver, es broma, pero lo hubiese pensado... puede hasta incluso intentado. -le salió una carcajada en lo último.
-Escaparse de casa -repetí en voz baja-
- ¿Que has dicho? -dirigió su mirada a mi rostro cabizbajo-
- Nada, te quiero, prepárate que mañana tenemos planes -la abracé fuerte y rápidamente me tumbé en la cama y apagué la luz-
- ¿Buenas... noches? supongo -se levantó de la cama y se fue a su habitación cerrando la puerta-
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Lo siento muchísimo, he estado de exámenes y no he podido escribir mucho ¡¡intentaré actaualizar con mas frecuencia!! ¡¡gracias por tanto!!

ESTÁS LEYENDO
WITHOUT OPTIONS
FanfictionMina, una adolescente de 17 años, decide alejarse de su familia, cansada de la realeza y de las reglas que su familia le impone, intentará huir a la ciudad en busca de una vida digna.