Muchos le decían - la vida continúa - pero Jungkook no podía creer en estas palabras. No cuando la vida se había encargado de quitarle lo que más amaba. Alterando parte de su personalidad, logrando enfriar su corazón. A veces la vida no continúa, só...
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Eve cerró la puerta de su apartamento con el corazón latiéndole a mil - Señor Terrones - miró a su gato que se acercó a ella en cuanto la vio entrar, se deslizó sobre la puerta hasta quedar sentada en la entrada y acarició a su hijo gatuno - ¿Qué voy a hacer ahora? - sollozó abrazándolo, sin embargo este soltó un maullido y corrió a esconderse atrás de la cortina de la ventana mientras le dedicaba una mirada nada agradable a su dueña por haberlo apachurrado de aquella forma, Eve se tiró al piso sin saber que hacer - ¡Señor Terrones! No me dejes tu también -
La verdad es que Eve ya había tenido relaciones sexuales anteriormente por lo que no era algo de otro mundo para ella, pero he aquí el problema, se trataba de su jefe, una cosa era acostarte con tu novio por voluntad propia y otra muy diferente es hacerlo por obligación sin sentimientos de por medio.
Miró el techo pensando en cómo sería hacer eso, es decir, el señor Jeon no era feo para nada además tenía un cuerpo de infarto, ella estaba segura de que cualquier chica hubiera estado contenta de estar en su lugar recibiendo tal propuesta indecente pero ella no era cualquiera, a pesar de todo todavía se ponía muy tímida con todo este asunto del sexo.
- ¡EVE! ¡ABRE LA MALDITA PUERTA! - ¿Esa es la voz de...? - ¡TE JURO QUE EXTRAGULARÉ A TU GATO SINO ABRES DE UNA VEZ! - ella se paró de un salto para recibir a su mejor amiga casi al mismo tiempo en el que el señor Terrones iba a la habitación de Eve a esconderse - Estuve tocando como una hora - se quejó
- Suni - dijo casi en un susurro
- ¿Por qué están tus cosas tiradas en la entrada? - pasó y se sentó en la sala de estar mientras encendía la televisión, pasaron unos minutos en los que no sintió a su amiga seguirla como era costumbre, por lo que volteó y vio que ella aun estaba parada en la puerta con la mirada perdida - ¿Eve?¿Estás bien? - se acercó y puso su mano sobre el hombro contrario - ¿Eve? -
- ¿Eh? - levantó la vista y miró a Suni
- No me asustes Eve - la abrazó sobando su espalda - ¿Qué tienes? Estás galaxeando -
- ¿galaxeando? - Eve se separó confundida - Eso no existe - fue a una de las sillas del comedor, dándole a entender a su amiga que quería contarle algo
- Será mi nueva palabra para cuando te encuentre perdida en tus pensamientos - dijo mientras tomaba asiento frente a ella
- Bien, estaba galaxeando porque realmente no se que hacer -
- No me digas ¿Te acostaste con tu jefe? - bromeó al igual que siempre lo hacia, pero paró de reír al ver la expresión en el rostro de su amiga - ¡¿En serio?! -
- ¡No! - gritó Eve - Déjame contarte - su amiga asintió un poco más emocionada ahora - ¿recuerdas la vez que me dijiste que te acompañe a ese lugar? -
- Lo recuerdo muy bien Eve - sonrió recordando al chico pelirrojo
- Bien, resulta que ese día me encontré a mi jefe teniendo relaciones con una chica -
