El hombre estaba sin habla. No recordaba si alguna vez le había tocado un caso como el de Tabitha.
La chica de cabello verde había pasado por un infierno.
Sin perder más tiempo, llamó al hospital para hablar con su doctor.
******
-Te quiero- susurró él, con lágrimas descendiendo por sus ojos.
-¿Aunque esté malditamente loca?
-Yo también lo estoy, ¿recuerdas? Todos lo estamos.
-Pero no todos necesitan ser internos en centros de rehabilitación…
-Siempre he creído que nuestra mente es un palacio. En una habitación, están nuestros problemas, nuestros trastornos o enfermedades…y en otra muy distinta está quiénes somos. No se ven ni se chocan nunca. Porque no importa si estás consumida por la depresión, no importa si alucinas, eso no interfiere con quién eres. Y yo estoy enamorado de ti. Con trastornos o sin ellos, con un apellido u otro, para mí siempre serás Tabitha, mi única y excepcional Tabitha.
La chica lo miró como nadie más lo había mirado. Todos los sentimientos que se arremolinaban en su interior, gritando por salir, al fin fueron exteriorizados. Y se leyó en aquella mirada que compartieron el dolor, la preocupación, el miedo al futuro, el miedo al presente, las cicatrices del pasado… pero sobre todo, el amor que se tenían el uno por el otro, y que sentían, los envolvía más que cualquier otro sentimiento.
Y se besaron con la misma intensidad.
-¡Tabitha!- un grito interrumpió aquel momento, mas no lo quebró.
Era la señora Anderson, con el maquillaje corrido por su rostro níveo, corriendo hacia la camilla en la que estaba su hija.
La abrazó hasta casi asfixiarla, la llenó de besos, le tomó las manos y le dijo cinco veces seguidas cuánto la amaba.
-Pasaremos por esto juntas ¿si mi amor?
Tabitha asintió.
-Lo que sea que venga, lo vamos a pasar. No lo dudes ni un segundo, pequeña.
-¿Usted es la madre de Tabitha Anderson?- intervino el doctor, apareciendo de improviso.
La mujer asintió y siguió al doctor fuera de la estancia, pero antes de salir, el hombre observó a Daniel y le dijo:
-Necesitamos que salga de la sala para hacerle unas pruebas a la señorita.
Él tragó saliva. Por un momento, parecía que iba a protestar y se negaría a dar un solo paso lejos de Tabitha, pero luego de un gesto afirmativo de esta, salió de la sala, molesto como un niño pequeño al que lo mandan a la cama cuando está jugando.
La chica quedó nuevamente sola, y ya que no tenía nada que hacer y la cabeza le dolía horrores, decidió dormir.
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Una hora más tarde, vino una psicóloga a hablar con Tabitha.
-Necesito que dibujes, ¿vale?- dijo luego de haberse presentado.
Le tendió una hoja de papel y lápices de colores.
¿Qué es esto, preescolar? Bufó ella mentalmente.
-¿Qué dibujo exactamente?
-Lo primero que se te venga.
Tabitha dibujó un pene con una cara sonriente.
Pitufa 1, psicóloga 0
La mujer borró aquella obra de arte y le pidió, enojada, que dibujara una familia.
Unos cuantos monos de palo después, la sesión acabó con una psicóloga enojada y una Tabitha de mejor humor. Dormir le había hecho bien.
Si tengo energías para dibujar un pene y fastidiarla, seguro estaré bien más pronto de lo que esperaba. Y volveré a casa, con mamá y Daniel…
Daniel…
El corazón se le subió hasta la garganta con sólo pensar en él.
Y cuando vuelva, ya no más esconderme de todo, ya no más huir.
Enfrentaré a su padre y salvaré a su madre y a él mismo de ahogarse en el dolor.
-Promesa rosa- susurró para sí misma.
Siempre había creído que las palabras no eran una completa verdad hasta que las decías en voz alta.
Y aquellos pensamientos no eran fruto de un delirio, eran un hecho, casi un juramento.
Una promesa.
Tabitha jamás había roto sus promesas.
Y no pensaba hacerlo ahora.
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¡Hola bellezas!
Si, soy un mal ser humano por desaparecer tanto tiempo. No volverá a pasar, asi que BAJEN LA CHANCLA, NO ME MALTRATEN D:
El capítulo va para chowfa, porque se preocupó de escribirme un mensajito y además es una fiel lectora.
Les debo un agradecimiento y una recompensa por la larga espera, así que el viernes subo capítulo y los iré dedicando al mejor comentario durante un mes <3
¡Besos chocolatosos!
xRosex
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Chica de azúcar
Teen Fiction¿Cómo los secretos de la chica de azúcar pueden ser tan duros como los del chico que perdió su sonrisa? ¿Cómo se puede querer a alguien tan infantil, o a alguien tan triste? Y lo peor, es que al final por ponerse las máscaras, el corazón acaba usand...
