eres tan cobarde que no escuchas,
desproporcionado con dos bocas
y una oreja.
mira: desde que me mataste
no he querido volver a morir por alguien.
ábreme del pecho
y tócame el arpa,
que se me llena la boca
de lo bien que aprietas.
y trago
porque de alguna manera
tendré que mantenerte dentro.
¿quieres decirme algo?
quiero decirte que te quiero,pero claro, a ver como.